Parte 12 Habrá beso

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Se durmió porque estaba agotada, no porque quisiera hacerlo en realidad, quería seguir dándole vueltas a lo que había pasado aquella noche, o mejor dicho, a lo que no había pasado. Cuándo se despertó lo primero que hizo fue coger el teléfono por si la rubia le había escrito, al descubrir que sí, que le había dado los buenos días y le había mandado una foto con un tazón en la mano, una sonrisa increíble, el labio superior manchado de chocolate y un azul increíble en sus ojos, la sonrisa le salió sola y aquel cosquilleo en la boca del estomago cada vez era más fuerte y significativo. Hacía como una semana que se despertaba esperando aquel mensaje, desde que se lo envió por primera vez, no había fallado ni un día. No mentiría si dijera que tuvo un poco de miedo de no recibirlo aquella mañana, porque aunque después de su huida, Clarke actuó cómo si no hubiera pasado nada, ambas sabían que sí había pasado y aquello le quitó tensión de encima considerablemente. Le respondió después de preparar su desayuno para poder mandarle una foto de vuelta y estar en igualdad de condiciones. Cuándo le respondió "Hasta estar recién levantada te sienta bien" volvió a sonreír una vez más y suspiró después, colocando la cabeza entre sus brazos, apoyados sobre la mesa.

No me digas que tienes resaca - Ladeó la cabeza sin levantarla para ver aparecer a su amiga en pijama dirigiéndose hacía la nevera -

No se cómo llamarlo

¿Qué más nombres tiene? - Se sentó frente a ella, dejando la leche y su taza sobre la mesa, antes de estirar la mano a por los cereales -

Clarke -No se lo pensó porque era la forma más eficiente de resumirlo todo y su amiga la miró interesada frunciendo el ceño -

Específica un poco más ¿Qué pasó anoche?

Estuvimos apunto de besarnos y me alejé de ella con la primera excusa que se me ocurrió

Joder Lex, tienes que olvidarte ya de...

No fue por ella - Se apresuró en matizar - Esta vez no tuvo nada que ver con ella, no tenía miedo de no poder hacerlo por eso

Aquel miedo había sido reducido a un uno o dos por cien, lo que sentía por Clarke, cuándo estaba con ella no dejaba lugar a dudas, estaba convencida de que podría besarla, quería hacerlo, sentirla más, sus labios casi habían pasado a ser una obsesión y cada vez que los miraba, con sonrisa o sin ella se preguntaba cómo sería besarlos y quería comprobarlo, no podría sentirse así ni querer aquello con tanta fuerza si no estuviera preparada para hacerlo. Con Clarke se había dado cuenta de que no estaba rota o eso creía, sus latidos acelerados, que se le cortara la respiración, las mariposas en el estómago... todo había vuelto otra vez, con una persona distinta, pero estaba ahí, que fuera con ella solo había sido mala suerte. Estaba deseando que la besara, necesitaba que la besara aquella noche, se sentía cómo si fueran a besarla por primera vez, estaba nerviosa y si hubiera podido respirar, seguro que habría hiperventilado. Intenso, muy intenso, maravillosamente intenso, con el organismo acelerado y expectante ¿Cómo sería sentir sus labios? ¿Qué sentiría exactamente?

Se olvidó del frío porque dejó de sentirlo en el momento que Clarke le acarició la cara y dejó su mano allí, cuándo se acercó más a ella y la distancia entre sus bocas empezó a ser ridícula, solo sentía su calor. Hacía siglos que no tenía tantas ganas de besar a alguien y podía sentir que a Clarke le pasaba lo mismo, el momento era perfecto, ella era perfecta, lo que sentía era perfecto.

¿Entonces?

Deseaba tanto que me besara que me asusté ¿Qué pasa si la beso o nos acostamos y lo que me pasa con ella se vuelve todavía más fuerte?

¿Qué podrás disfrutar de eso? Podrás empezar de cero

¿Cómo sabes que en lugar de acercarla más no la alejaré? No las llama más, Raven

She is SpecialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora