Capítulo 13:Pasado y presente

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A su mente perturbada,venían recuerdos de su adolescencia.


Cuando había comenzado a lo que eventualmente se dedicaría en el futuro. Convertirse en una artista.

Solía viajar mucho.

Joern no perdía oportunidad para llevar consigo a su joven sobrino y a la muchacha a cada evento relacionado con el ámbito artístico al que era invitado.

A ellos, les servía como una introducción y a él como un aliciente,para liberarse del ajetreado ambiente berlinés en el que se encontraba envuelto.

A pesar de poder permitirse el lujo de viajar de manera particular,estos optaban por usar el tren como cualquier otro pasajero. No tenían distinción alguna,en parte porque a Joern no le agradaban las etiquetas.

Charlotte recordaba ese día,cuando volvían de una presentación en Leipzig.

En esa ocasión el joven Lorenz,no los acompañaba,pero si los estaría esperando en la estación para recibirlos.

Era difícil moverse entre la multitud de personas que ingresaban y bajaban del tren. Quizá fue ese el escenario propicio para que sucediera lo que estaba a punto de ocurrir.

¿Porqué su mente traía de vuelta esos recuerdos?

Tal vez era el hecho de encontrarse en un hospital,nuevamente.

Ahora,los médicos estaban luchando por mantenerla viva,tal como lo habían hecho con la vida de Joern en esa ocasión.

En la mente de Charlotte sólo había bosquejos de aquel fatídico momento,como si lo reviviera una vez más.

Recordaba haber bajado del tren,con Joern a sus espaldas siguiendola con tranquilidad y de un momento a otro, el súbito sonido de esa bala fantasma que provocó que todos los presentes se dispersaran por la estación. Entre gritos, confusión y el caos desatado,Charlotte se agachó por inercia,cubriendose la cabeza,temiendo que se tratara de algún atentado.

Lo que no sabía es que esa bala había dado justo en el hombre al que había perdido de vista por culpa de la multitud.

La perdemos! ¡Rápido! ¡desfibrilador!-exigía el médico en medio de esa sala de hospital.

Recordó haber gritado ante la escena que parecía surrealista. Tendido en el suelo,se encontraba Joern Lorenz. El hombre temblaba y de su costado izquierdo,comenzaba a emanar un líquido carmesí que se fundía con el hormigón del pavimento. Charlotte no lo pensó dos veces y corrió hacia él en su ayuda.

Christian,la señora Inés y Helene le habían alabado su acto de valentía.

Pero más que un acto de valentía,fue un acto de amor hacia el hombre moribundo,al cuál sostenía entre sus brazos,tomando entre sus manos,la mano temblorosa de Joern- ...respire. por favor resista...míreme míreme- gruesas lágrimas de dolor corrian por sus mejillas. El señor Lorenz se había convertido en esa figura paterna que tanto necesitaba y ahora lo perdía como a todo aquél que tenía la desventura de cruzarsele- ¡Ayuda! ¡Alguien,ayuda!...

- ¡Está reaccionando!- exclamó el médico lleno de alivio.

Till había ingresado con ella hasta donde el personal se lo había permitido,por tratarse de un caso delicado,la chica fue atendida de manera inmediata.Él esperaba en la sala, mientras ellos intentaban salvarle la vida. Pensó en ella mientras estaban en la ambulancia. Se veía tan vulnerable. Un encuentro así,sonaba tan surrealista.

 𝐏𝐔𝐏𝐏𝐄   𝑻𝒊𝒍𝒍 𝑳𝒊𝒏𝒅𝒆𝒎𝒂𝒏𝒏 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora