Capítulo 24: Dos almas una piel

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-¿puedo ayudarte en algo?- en la madrugada,había muy poca gente en los pasillos de aquel hospital. cuando Charlotte levantó la vista creyó estar viendo un espejismo.

- ¿Elise...? -preguntó torpemente buscando incorporarse en el asiento donde se había quedado dormida. La figura frente a ella se sonrojó y volvió a repetir su pregunta. La joven se frotó los ojos y luego los entornó,quién le hablaba era una niña.- Me llamo Sofía. - se presentó sonriente, extendiendo la mano a modo de saludo y Charlotte la estrechó. qué estaría haciendo una niña a esas horas rondando los pasillos. Debía tener unos 13 o 14 años más o menos, pero era algo alta, casi de su misma estatura.

-Hola Sofía. ¿qué estás haciendo aquí?- la muchacha se encogió de hombros y se sentó junto a Charlotte.

-hmm estoy cuidando a mi padre- dijo apoyando una de sus manos contra su mejilla. Se veía cansada.- lo ingresaron hace dos días. ,tuvieron que extirparle un pedacito de órgano que le estaba causando problemas. Mamá también lo cuida, pero tuvo que salir y me dejó a cargo. Pero dime ¿qué te trajo a ti aquí,Carlota?

-¿Me conoces?

-pff ¡claro,todo el mundo lo hace! ¿o no? ¡Eres Carlota Von Meyer! me encanta tu música.

- Gracias. También tengo un familiar delicado. La ingresaron hoy.

-oh...te escuché llorar-Sofía guardó silencio un segundo y luego volvió a hacer otro comentario- Me encanta tu cabello,por cierto. Si pudiera,lo tendría como tú, pero mamá no me deja teñirlo. Dice que me saldrán canas a los 20.-Charlotte sonrió.

-Tienes un precioso cabello rubio.-Sofía no parecía tan convencida pero aún así,esbozó una pequeña sonrisa.

-Creía que la gente famosa iba a otros hospitales especiales. ¿No te dan tratos especiales?

-Supongo que si, a veces recibes invitaciones de gente importante. pero si por "trato especial" te refieres a recibir distinciones entre la gente "común" no lo creo. No es tan increíble como parece.- Sofía escuchaba cada palabra con atención,parecía confundida y a la vez sorprendida por la confesión de Charlotte.

-Vaya...sabes,estoy estudiando para poder convertirme en actriz algún día. Mamá me apoya. Pero a papá no le entusiasma tanto. ¿Tus padres te apoyaron?

-Supongo que, hicieron todo lo que estaba a su alcance para que yo pudiera desarrollar mis habilidades. Tal vez parezca que a tu papá no le entusiasma tanto, pero, te aseguro que,si es lo que te apasiona y trabajas en ello,él terminará apoyándote porque te ama y quiere que logres ser felíz.- la actitud de Sofía cambió rápidamente. Como si esas simples palabras hubieran sido lo que necesitaba escuchar para sentirse más segura. Entónces,tomó la mano de Charlotte y la apretó suavemente. En la tranquilidad del pasillo se pudo escuchar el taconeo constante de una persona que se acercaba. Ambas giraron la cabeza para encontrarse con una mujer alta y elegante que portaba unas gafas de sol obscuras,seguramente,para ocultar los desvelos. la madre de Sofía. Cuando vió a su hija le hizo una seña con la mano y entró a la habitación de su esposo.

-Bueno- dijo la pequeña rubia poniéndose en pie- lo siento pero ya debo irme. A mamá no le gusta que hable con desconocidos.

 𝐏𝐔𝐏𝐏𝐄   𝑻𝒊𝒍𝒍 𝑳𝒊𝒏𝒅𝒆𝒎𝒂𝒏𝒏 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora