- Sabes, no pienso sermonearte. No soy tu padre para hacerlo, pero si quiero decirte que debes estar consiente del punto de atención en el que te has metido, muchacho.- Emu conducía con el ceño fruncido y sin despegar la vista del frente.
Till iba de copiloto, mientras que el blondo permanecía en el asiento trasero pegado a la ventanilla en un extraño estado de silencio. - ¿No vas a decir nada ?- interrogó el moreno, echando un vistazo por el espejo retrovisor hacia el muchacho que lanzó un cansado suspiro contra el cristal del automóvil, causando que este se empañara con su aliento.
-Lamento... lo lamento. Fue una estupidez lo que hice. En serio, lo siento.
Emu lanzó una carcajada - Tranquilo,hijo. Haz dicho que lo sientes demasiadas veces en la misma oración las suficientes como para dejarme en claro que en verdad estás arrepentido.
En seguida el chico cambió su expresión melancólica y colocándose en el medio de los asientos exclamó: - Pero tampoco tuve toda la culpa, si Till no hubiera tomado mi maldita chaqueta, nada de...
- Maldición- murmuró el moreno- ¡MALDICIÓN! tendré que dar la vuelta. - los tres miraron al frente donde varias camionetas de reporteros se encontraban en la entrada del estudio a la espera de alguna respuesta que pudieran sacar en uno de esos grandes estelares de revistas de entretenimiento. Tan pronto como se acercaban, Emu, maniobró para tomar una calle alterna. Una que los llevara a la parte trasera del estudio. Till echó un vistazo por encima de su hombro-Emu...no quiero sonar aguafiestas pero creo que nos están siguiendo.
-Si ¡nos están siguiendo!- más que preocupado, el chico rubio sonaba emocionado. Algo que obviamente no le agradó en lo absoluto al hombre al volante. Cuando comprendió que iba a ser imposible perderles el rastro, aparcó el automóvil en una calle aledaña.- Bien, vamos a salir rápido. Van a seguirnos así que no contesten sus preguntas. Sólo síganme e ignórenlos ¿de acuerdo? - ambos chicos asistieron sin estar muy convencidos - Till- dijo el hombre señalando el compartimento frente a su asiento - Tengo unas gafas oscuras en el maletero, póntelas.
Cuando estuvieron listos bajaron del auto y comenzaron a caminar sin detenerse. Pronto, una horda de reporteros comenzó a seguirles el paso al grado de comenzar a caminar a la par sólo para intentar sacarles información sea cuál fuera. Desde luego, se centraban más en el pelinegro que en los otros dos hombres, quienes se mantenían cabizbajos mientras avanzaban.
- ¡Hola! Somos de la ARD ¿Eres la nueva pareja de Carlota Von Meyer? - cuestionó una mujer rubia que sostenía un micrófono caminando a la par del pelinegro. Él trataba de ignorarla y bajaba la mirada siempre que podía para evitar el contacto visual. Aún con las gafas, se sentía expuesto y muy incómodo.
- ¡¿Sabes quién atacó a Carlota anoche?! ¿Tienen alguna relación con lo sucedido con los miembros de Feeling B?
- ¡¿Carlota y tú son pareja ?!
Eran demasiadas y pronto comenzaron a aturdirlos con sus interrogantes. A Zven parecía no importarle en lo absoluto e incluso se permitió saludar y sonreír a los reporteros que comenzaban a bombardearlos con las luces de los bombillos de sus cámaras.
- Señor Fialik ¿Estaba usted enterado de lo sucedido la noche de ayer con la cantante?
- ¡Porfavor, responda!
- ¡Sólo una foto más porfavor!
Cuando pudieron llegar a la entrada, el personal de seguridad se encargó de que ninguno de los reporteros pudieran ingresar al edificio. De cualquier forma ya tenían las fotografías suficientes para inventarse una buena historia. Aunque claro, no fuera cierta. En seguida llegaron a la sala donde se encontraba el resto de integrantes quienes al ver a Zven corrieron para recibirlo - ¡Diablos viejo, te ves horrible! - inquirió el chico rapado con cara de espanto.
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𝐏𝐔𝐏𝐏𝐄 𝑻𝒊𝒍𝒍 𝑳𝒊𝒏𝒅𝒆𝒎𝒂𝒏𝒏
FanfictionSinópsis: |En la Alemania dividida por las secuelas de la guerra,la pequeña Charlotte Müller, será criada por su abuela de manera clandestina en un burdel. El padre de Till, es un hombre conocido en el pueblo por ser alcohólico y abusivo. Sin sospec...