- Una vez más señorita Müller,una vez más. - La muchacha de cabello azabache había entrado en labor de parto durante la madrugada. Sin alguien más para auxiliarla que el ama de llaves- le aseguro que esto acabará pronto - Inés alentaba a la joven madre quién se aferraba a las sábanas bajo su espalda,con cada contracción que daba.
Charlotte negó con la cabeza - duele... -gimoteó apretando la mandíbula - estoy cansada - sus piernas temblaban por el esfuerzo.
El dolor en la espalda se volvía cada vez más insoportable.- no resistiré más.- lloriqueo como una niña encaprichada.- Pudiste contactar a Till? - la mujer miró con pena a la muchacha. Con el pasar de los años, había aprendido a perfeccionar sus respuestas, de manera que no sonaran tan crueles para Charlotte. Había llegado a mentirle. Pero viendo el estado en que se encontraba debía serle franca.
- No, señorita. - casi se derrumba en llanto al notar como la expresión de Charlotte se torna amarga. Aún así quiere darle una esperanza- de cualquier forma,le he comunicado la noticia a través del buzón de llamadas. Con suerte,lo verá y llegue para recibir al pequeño, juntos.- tal vez, Inés está siendo muy condescendiente al sugerir tal disparate.
Con esa última frase, a Charlotte le queda claro su postura frente a esta situación. Till la ha abandonado. Tiene que aceptar de una vez por todas que dará a luz a su hijo sola y aquél deseo, sólo se quedará en un hecho ilusorio.
Cerró los ojos y se concentró. Sus labios temblaban bajo una plegaria silenciosa hacia algún dios al cuál se aferraba en medio del dolor. Estrujó con firmeza las mantas de su cama. -Vamos señorita,un último esfuerzo- al cabo de unos segundos,por fin escucha ese agudo llanto y entonces, sabe que todo ha terminado.
Bajó la mirada a sus piernas entumecidas, Inés sostenía al recién nacido cubriéndolo con la frazada.
- Es usted la madre de una preciosa niña- lágrimas de alivio brotaban de sus ojos sin poder contenerlas cuando la mujer colocó entre sus brazos a la pequeña. Una bebé muy rosada,con la cabeza cubierta por delgadas hebras de mechones rubios que formaban remolinos en su cabeza.
- Dios mío- Charlotte la sostuvo contra su pecho y la pequeña pareció calmarse. Aferrada a su pecho buscando calor y seguridad. Era tan indefensa.
-ya pensó en un nombre para ella? - pregunta Inés mientras recoge los utensilios que horas antes había usado.
- Nele.- responde de inmediato una Charlotte que observa embelesada a su primogénita- Su nombre será Nele. - además de ser corto y bonito, también se trata de la abreviatura de Helene.
Ese, fue el primer recuerdo que tuvo de su hija.
El último que tuvo en mente antes de perder la conciencia poco a poco.
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𝐏𝐔𝐏𝐏𝐄 𝑻𝒊𝒍𝒍 𝑳𝒊𝒏𝒅𝒆𝒎𝒂𝒏𝒏
FanfictionSinópsis: |En la Alemania dividida por las secuelas de la guerra,la pequeña Charlotte Müller, será criada por su abuela de manera clandestina en un burdel. El padre de Till, es un hombre conocido en el pueblo por ser alcohólico y abusivo. Sin sospec...