Capítulo 12: Las coincidencias no existen.

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Esa noche,las cosas no iban nada bien para la muchacha de rizos oscuros. La presentación de su vida había terminado hacía media hora y los miembros de "Feeling B" , decidieron celebrarla con una especie de fiesta post-concierto, de la cuál participaban además de ellos,sus teloneros y el resto de los miembros que conformaban el festival.

Fiesta, que la chica no disfrutaba.

Charlotte tomó aire un segundo antes de volver el estómago por tercera vez consecutiva. Las violentas arcadas le provocaban dolor en las costillas y la espalda,pero la habían ayudado a liberarse de esa sensación de pesadez con la que cargaba, luego de doparse con pastillas antiestrés previamente al concierto. Comenzó a hacerlo de forma paulatina y como solución a los ataques de ansiedad que sufría gracias a la presión de los últimos meses.


Finalmente, esperaba que esa práctica no se volviera un hábito del cuál tuviera que arrepentirse.Después de todo,creía que podía controlarlo y abandonarlo cuando quisiera,sin saber que el abuso de esas sustancias le estaba generando una dependencia que se revelaba,lenta y silenciosa.

Ya llevaba 20 minutos en el baño del lugar.

Christian, quién en ese momento se encontraba afuera charlando y disfrutando del ambiente con los demás invitados,había perdido de vista a la muchacha. Cuando se percató de su ausencia se dirigió a uno de los asistentes que contó haberla visto entrar en el baño hacía poco tiempo:

No seas paranoico,Lorenz! ¡Mírate!- el hombre ya estaba un poco bebido y arrastraba las palabras de una manera,que bajo otras circunstancias,le hubiera parecido graciosa,pero no ahora- dale un poco de espacio. Ya no es ninguna niñita.

Para Lorenz,había algo que no cuadraba y mantenía alerta, eso era el hecho de que ya la había descubierto tomando pastillas a escondidas un par de años atrás.

Tenía la mala sensación de que Charlotte hubiera recaído otra vez y el no estuviera ahí para apoyarla.

-Oye Lottie- llamó por encima de aquel ruido que comenzaba a dejarlo sordo- ¿Estás ahí?-eso era obvio. Aunque quería asegurarse de que ella lo escuchara,por lo que siguió insistiendo.

La muchacha en el interior se puso en pie luego de tirar de la cadena,había hecho un desastre ahí dentro- Estoy bien,Flake-carraspeó- ¡Salgo en un momento! - se limpió las comisuras de la boca luego de haber echo gárgaras con el agua del grifo y aprovechó para retocarse un poco el labial que se le había corrido por las mejillas.

-¿En qué te has convertido,Charlotte?-le murmuró a su reflejo que la miraba desde el otro lado de la pared.-Vámonos de aquí.- se colocó la capucha de su sudadera,tomó su pequeño bolso se lo colgó al hombro y salió del cubículo con la mirada gacha.

-Perdón por insistir. Ya me había preocupado. De un momento a otro,te perdí de vista- el joven Lorenz se hizo a un lado para dejarla pasar. Esta no había dejado de ver al suelo desde que salió del baño- oye ¿qué te pasa?

-¡Quiero irme a casa!-exclamó rápidamente la chica abrazándose el torso- Estoy muy cansada y siento que necesito dormir.

-De acuerdo. Sólo,déjame recoger mi chaqueta, ya nos iremos.

-¡No! es decir,puedo irme por mi cuenta.- esa noche quería estar sola.

 𝐏𝐔𝐏𝐏𝐄   𝑻𝒊𝒍𝒍 𝑳𝒊𝒏𝒅𝒆𝒎𝒂𝒏𝒏 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora