capítulo 6.

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Bien ¿Qué rayos sucedió? Empezó leyendo tranquilamente, terminó llorando y después en los brazos de Snape... Ok eso se interpretaba muy raro, finalmente desahogándose con la perra de perras Bellatrix Lestrange, y lo más impactante ¡No se mostró grosera con ella! además de que la tocó en la espalda como señal de apoyo, definitivamente eso no podía estar pasando, no podía creerlo. Sabía que tenía que irse de allí pues el alumnado nuevo llegaría en un ratos; tenía que verse presentable para la cena por lo que se levantó del sofá y salió de aquella biblioteca dejando sus pensamientos atrás e intentar olvidar el frío tacto de la bruja cabello alborotado ya que no le hacía bien tenerla en la cabeza, recién había pasado un día y ya estaba experimentando emociones nuevas ¿Por qué tenía que pasar eso? ¿Por qué a ella? ¿En qué momento olvidó todos los daños que esa mujer hizo y le hizo? No lo entendía, estaba cayendo bajo y sus amigos se decepcionarían de ella si lo supieran.

Cuando menos pensó ya se encontraba frente a su oficina, estaba mirando a la nada y se sobresaltó cuando notó un movimiento como si alguien la estuviera vigilando, lo que le faltaba... No la pensó dos veces y entró, atravesó toda la oficina hasta que llegó a la puerta del fondo que daba a su habitación en la cual se adentró y cerró con llave por si alguna persona entraba a la sala anterior a buscar algo (que lo veía poco probable ya que aún no la necesitaban) y así no la interrumpían. Caminó hacia su respectivo baño y entró, abrió la ducha y dejó correr el agua unos segundos para que saliera tibia, mientras comenzó a desvestirse tranquilamente; se adentró al agua y la dejó correr por su cuerpo. Su cabeza se volvió una constante fuente de pensamientos que jamás creyó tener en su vida, pero bien dicen "nunca digas nunca" lo cual era totalmente cierto; se dejó llevar y cerró los ojos buscando en su cabeza alguna respuesta sobre lo que se cuestionaba de Bellatrix, a pesar de que en cierto punto le comenzaba a agradar que mejorara su actitud, aún temía de que fuera para planear algo siniestro. ¿Estaba siendo egoísta? si estuviera con sus padres ya hubiera recibido un llamado de atención por dudar de las personas que desean cambiar, se sentía mal pero después de todo no Bellatrix no es cualquier persona.

- No puede ser, que enredoso...

Hermione terminó de ducharse, envolvió su cuerpo en una toalla y salió del baño, fue a buscar su ropa en un armario que tenía allí: se percató de que no tenía ropa muy acorde al mundo mágico, tenía decente y formal pero muy a lo muggle. No se complicó la vida y decidió tomar un pantalón de vestir junto con una camisa manga larga y blanca, seguido de eso unos botines color negro ¡Y vualá! su atuendo estaba completo y tenía ganas de presumir lo bien que podían vestir los muggles, estaba muy orgullosa de ello. Se miró al espejo y definitivamente se veía muy bien, su autoestima se elevó demasiado en ese momento, a la vez aprovechó para maquillarse un poco, finalizando con aplicarse labial rojo sobre los labios.

- Muy bien Hermione, luces muy bien.

Hablaba para si misma, elogiándose con una sonrisa amplia, después de esa pequeña sesión de autoestima salió de la habitación y posteriormente de la oficina, caminó hacia el gran comedor evadiendo sus pensamientos que la asechaban cuando menos pensaba y no, no quería seguir pensando en Bellatrix. Llegó a su destino y ya estaban los alumnos de las distintas casas en sus mesas al igual que la mayoría de los profesores sentados en sus respectivos lugares, por lo tanto Hermione se sentó en donde Binns lo hacía, no sin antes saludar a los presentes quienes la elogiaron e hicieron comentarios positivos de su buen atuendo; en aquél momento llegaron Dumbledore y Snape, pues McGonagall llegaría pronto con el nuevo alumnado. La castaña debía admitir que estaba pasando un buen rato, la directora llegó con los nuevos y empezó la selección de casas, la nostalgia volvió a recorrerla e intentó no volver a llorar por su pasado, en ese momento se percató de que Bellatrix no había aparecido, lo cual no le sorprendía porque imaginaba que no le gustaban los eventos sociales, así que se dispuso a seguir viendo a los niños y sus reacciones. Hermione quedó tan concentrada que no notó que en la silla al lado suyo había sido ocupada, estaba completamente enfocada hacia el frente, pero un susurro audible sólo para ella la sacó de sus pensamientos.

𝐆𝐎𝐋𝐃𝐄𝐍 | 𝘉𝘦𝘭𝘭𝘢𝘮𝘪𝘰𝘯𝘦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora