capítulo 9.

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– ¡¿Qué ellas qué?! -exclamó un Ron bastante exaltado.

Tan pronto como había llegado la carta de Hermione al ministerio, Harry y Ron la habían leído sin dudarlo, lo que contenía escrito los asombró bastante y fue inevitable no alterarse.

– ¡Eso mismo me pregunto yo, Ron!

– No puedo creerlo...

– Yo tampoco, amigo, pero ya no puedes reclamarle del todo porque ya no es tu novia. -intentó consolar Harry.

– Eso es lo de menos, Harry, estamos hablando de que Hermione correspondió el beso de una persona la cual le dejó muchos daños. –habló el pelirrojo irritado por aquella situación, aunque no negaba que se sentía un tanto celoso, sin embargo no lo demostraría porque no tenía caso y no quería quedar como tonto.

– Lo sé, aunque me sorprende que ella haya curado la marca que dejó en el brazo de Mione, eso me impresiona, su "empatía" e "interés". –dijo Harry.

– Tienes razón, pero Herms sabrá que hacer y tendremos que respetar su decisión, igual deberíamos hablar con ella al respecto. -sugirió Ron, sujetando de los hombros a Harry.

– Exacto, pero si no funciona recuerda que debemos respetarla y no meternos en su vida si queremos salir vivos, así que abstente de hacer escenas dramáticas.

Ron asintió ante las palabras de Harry, le dolía un poco porque realmente solo habían pasado días desde su ruptura, sin embargo lo último que quería era causar problemas, por lo que prefirió callar y aceptar aunque la tristeza y la impotencia lo consumieran por dentro.

Hogwarts

Dos semanas habían pasado desde aquél incidente entre ambas brujas, no se hablaban y Bellatrix ni siquiera miraba a Hermione. Por su parte, la castaña se sentía rara al no recibir una mirada de la duelista ¿Por qué se sentía así? ¿Estaba empezando a desarrollar sentimientos por Bellatrix? No lo sabía, no tenía idea de como se sentía en esos momentos, de lo único que tenía certeza es que deseaba poder hablar con la bruja, quería empezar desde cero y conocerla sin presiones. Deseaba poder comunicarse, de alguna manera le causaba agobio el hecho de ser ignorada por ella. ¿Qué demonios pasaba? Nunca se había sentido de esa manera, jamás había sentido la necesidad de tener toda la maldita atención de una persona, Bellatrix estaba haciendo de sus sentimientos una revolución.

La duelista ignoraba a Hermione a toda costa, si iban por el mismo pasillo retomaba su camino por otro lado o simplemente se regresaba, en el gran comedor intentaba conversar con los demás profesores aunque le costara, pero hablar con la castaña no podía ¡Que complicado! Muy dentro suyo sentía las ganas inmensas de correr hacia Hermione y hablarle, pero no podía, la vergüenza la consumía.

Y allí estaba de nuevo, contándole sus penas a Severus. Sin duda le hacía falta la compañía de Andrómeda u Rodolphus.

– Bella, cálmate.

– ¡No puedo! Fui muy idiota en hacer eso, Severus. -exclamó una Bellatrix muy alterada.

– Si te correspondió fue por algo, simplemente acércate a ella. A como me contaste todo, considero que ella quizás está en la misma situación que tu respecto a los sentimientos. -habló Snape, apoyando sus brazos en el escritorio.

– Eres malo, Severus. Lo haces sonar tan fácil.

Snape sólo prestó atención a las primeras tres palabras mencionadas por Bellatrix, le recordaron a Lily, por lo que cierta nostalgia lo invadió por completo; sin embargo decidió disimular.

– Eh, bueno Bella estamos a jueves, el sábado puedes aprovechar de visitar a tu hermana o a Rodolphus. -mencionó Severus sin ninguna expresión.

𝐆𝐎𝐋𝐃𝐄𝐍 | 𝘉𝘦𝘭𝘭𝘢𝘮𝘪𝘰𝘯𝘦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora