capítulo 17.

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Un nuevo día había llegado, Bellatrix estaba de buen humor y eso no pasó desapercibido para Severus Snape, sabía que hizo bien cuando metió un poco de cizaña respecto a Draco y Hermione.

– Ahh Bella, que gusto verte, al parecer andas de buenas. -comentó con el mismo tono de voz que lo caracterizaba.

– Por supuesto que sí mi preciado Severus, hoy definitivamente será un día maravilloso. -responde con una sonrisa.-

– Buena vida.

Fue lo único que respondió aquél hombre, mientras reía para sus adentros por el cambio tan grande que había tenido su compañera de un día a otro. Quien lo diría, un día estaban sirviendo al señor oscuro y al otro eran compañeros de trabajo escolar.

– Buenos días.

Inmediatamente Bellatrix levantó el rostro para mirar a la castaña que se sentaba a su lado, mientras le dedicaba una pequeña sonrisa.

– Buenos días, Granger. -respondieron ella y Severus al mismo tiempo.

No volvieron a cruzar palabra durante todo el desayuno, más sin embargo transcurría bien, el silencio era cómodo y no se sentía tedioso como en otras ocasiones cuando la duelista recién había llegado allí; Bellatrix iba mejorando conforme pasaban los días.

– ¿Y Draco? -ese fue Severus quien había decidido romper el silencio.

– Se adelantó a la clase, Narcissa le envió desayuno. -respondió Hermione.- Bueno, me tengo que ir, nos vemos Bella, nos vemos profesor Snape. -se despidió y salió de allí con una pequeña sonrisa.

Bellatrix no podía pensar con claridad en ese momento, ni siquiera escuchaba a su compañero quien le estaba hablando, era inevitable no sentirse diferente cuando tenía a Hermione de cerca, y sobre todo cuando veía aquella hermosa sonrisa, sin duda el amor estaba envolviendo su corazón como debió haber sido desde un inicio en su vida.










Ministerio de Magia.

Esperé de todo menos que Hermione se hiciera amiga de Malfoy. -Ron hablaba con Harry respecto a la carta que les había llegado por parte de su amiga.

– Bueno, es señal de que él está cambiando aunque sea un poco, ya le hacía falta. -mencionó Harry.- Por lo menos será menos irritante ahora.

– Tienes razón, Harry.

Ron se limitó a sonreír y en eso se escuchó el sonido de la puerta de aquella oficina sonar, rápidamente Harry la abrió, era Ginny quien iba a dejarle un poco de comida para él y su hermano, agradeció y volvió a su conversación con el pelirrojo.

– Te noto muy pensativo últimamente. -le dijo Potter a su amigo, mientras se sentaba en la ventana.

– Es sólo que, soy un tonto Harry. -se sostuvo el cabello.- Le causé un grave problema a Hermione y siento que ahora no querrá hablar conmigo.

– Nadie tiene la culpa de lo que pasó, tu no sabías a ciencia cierta que sucedía entre ella y la sádica de Lestrange. -Harry le apretó el hombro.- Actuaste mal porque la querías forzar a hacer algo que no quería, pero después de todo aún nos falta madurar más. No voy a defenderte, pero tampoco defiendo a Bellatrix porque no estuvo bien que golpeara a Hermione por la estupidez que hiciste.

– Yo no quería que eso pasara, créeme que no. -y allí estaba Ronald, comenzando a sollozar por la culpa.-

Harry sólo se dedicó a abrazar a su amigo, sabía que Hermione no lo odiaba ni nada de eso.

– Sólo no vuelvas a hacer algo tonto, ella, tú y yo seguimos siendo amigos y así será hasta el final de los tiempos, se que Mione no te odia Ron.

𝐆𝐎𝐋𝐃𝐄𝐍 | 𝘉𝘦𝘭𝘭𝘢𝘮𝘪𝘰𝘯𝘦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora