capítulo 19.

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– ¿Y cómo te fue con Potter? -preguntó Draco con curiosidad mientras terminaban de limpiar el aula. Hermione había ido a ver a sus amigos al ministerio en un momento libre.

– Bien, pensé que lo vería devastado pero no fue así, si estaba algo triste, sin embargo lo aceptó bien y no se enojó. -respondió.

– Es una persona comprensiva.

– Bastante, se sigue llevando bien con Ginny y Luna, no hay ninguna pizca de rencor.

Ambos sonrieron y siguieron limpiando, hasta que un carraspeo los sacó de sus pensamientos, era Bellatrix.

– Hola chicos, me llegó una carta de Andi pidiendo que vayamos el sábado a comer a su casa. -dijo la duelista.

– ¡Por supuesto! ¿Irán mamá y Rod? -preguntó Draco, Bella asintió.

– Definitivamente hay que ir, las comidas con Andi siempre son lo mejor.

Hermione le dedicó una sonrisa a la duelista, esta hizo lo mismo y sin más se fue del salón con una alegría que no le cabía en el pecho, al fin las cosas salían bien en su vida.

– ¿Será buen momento para empezar a llamarte "tía Hermione"? -bromeó Draco.

– Te voy a patear y te voy a lanzar un avada con mi varita si lo haces, Malfoy. -respondió Hermione entre risas.

– Es broma, es broma.

Siguieron con sus deberes, hasta que la noche llegó, Hermione caminaba agotada por los pasillos hasta que llegó a su oficina, dispuesta a entrar a ella e ir a su habitación a dormir, pero vaya sorpresa que se encontró al entrar.

– ¡Bella! ¿Qué haces aquí?

– Vine a verte, quiero pasar la noche aquí. -dijo con ternura.

– Me alegra saber eso. -se abalanzó a sus brazos, sintiendo una calidez en el corazón por lo maravilloso que era estar al lado de Bella.- A quedarnos así un rato.

Bella no respondió, simplemente asintió y se acomodó, tomó el mentón de su bruja y besó sus labios con delicadeza, se sintió feliz de sentirlos, la calidez que desprendía la castaña hacía su corazón latir con fuerza.

– Quiero estar contigo siempre, Bella.

– Y yo contigo, cariño.

Volvieron a besarse.

– Bellatrix, se que empezamos mal cuando nos conocimos, pero hace un mes y medio me di cuenta que inconscientemente ya estaba atada a ti. -confesó.- cuando nos encontramos en la mansión Malfoy y peleamos, juro que sentí algo en mi corazón, a pesar de lo sucedido, me fue difícil no olvidar tu rostro.

Bella estaba comenzando a sorprenderse ¿A qué venía eso?

– Te odié. -prosiguió.- Te odié tanto, cuando supe que estarías aquí, sentí repulsión, no quería verte. A pesar de todo eso, a pesar de odiarte, en ciertos momentos sentía curiosidad y ganas de verte, nunca lo hablé con alguien; quería estar a tu lado a pesar de sentir coraje al verte.

Esa información le estaba cayendo a Bellatrix como un balde de agua, no fría, congelada. Pero no estaba molesta, Hermione tenía sus razones para decir eso y no la iba a juzgar.

– Entonces ¿Me odiabas, pero me querías? -cuestionó, mirándola fijamente.

– Si, pero ahora sólo te quiero. Ya no te odio Bellatrix, y no volveré a odiarte.

La duelista sólo enmudeció, no planeó responder, sabía que Hermione la quería ahora y no había nada mejor que eso.

– Te quiero.

𝐆𝐎𝐋𝐃𝐄𝐍 | 𝘉𝘦𝘭𝘭𝘢𝘮𝘪𝘰𝘯𝘦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora