capítulo 11.

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"Desde que nos conocimos
Sólo me inyecto tu perfume
Es lo único
Que me hace sentir tan bien como tú
Desde que nos conocimos
Sólo tengo un arrepentimiento que vivir
Y ese único arrepentimiento eres tú"

"Nearly Witches" - Panic! At The Disco

Hermione había correspondido al beso de Bellatrix. Cada segundo que pasaba, aumentaba la intensidad, la duelista pegó a la bruja sobre la pared, el beso se profundizaba y el calor invadía el cuerpo de ambas.

Sin embargo, cierto sentimiento en su pecho se apoderó y no pudo evitar comenzar a pensar mal; se sentía como un juguete para Bellatrix. Agitada, se separó de ella y corrió al otro lado de la habitación, tomó su varita y la alzó amenazadoramente.

- ¡¿Qué rayos te pasa?! -exclamó la más grande de ellas, exaltada.

- No puedo, Bella; no puedo dejar que juegues así conmigo... -respondió agitada.

Bellatrix se golpeó internamente, tenía que dejarle en claro sus sentimientos a Hermione antes de que otra cosa sucediera. Comenzó a caminar hacia su dirección con lentitud, la castaña por su parte iba bajando su varita conforme la duelista avanzaba, hasta que quedaron frente a frente nuevamente.

- No eres un juguete, Granger... -confesó Bellatrix.

- ¿Entonces por qué me besas? Si no sientes nada ¿Qué soy para ti?... No me confundas, por favor.. -Hermione sólo se dignó a agachar la mirada.

- Hermione, déjame explicart...

La ex mortífaga fue interrumpida con el sonido de la puerta que se comenzaba a abrir, rápidamente se separó y divisó a McGonagall entrar con dos cajas en mano de diferentes tamaños, carraspeó y miró a ambas brujas.

- Lo siento si interrumpo...

- ¡No! No hay problema profesora, aquí mi compañera ya se iba. -dijo Hermione con desespero.

- Como sea, hoy es diecinueve de septiembre señorita Granger, por lo que veo olvidó que es su cumpleaños y al verla tan entretenida dando clases, me di a la tarea de venir a su oficina y juntar sus regalos, al igual que esperarla para entregárselos. -la directora se acercó hacia el escritorio y dejó ambas cajas, posteriormente caminó hacia Hermione, envolviéndola en un suave y cariñoso abrazo.- Felicidades, señorita, es toda una adulta.

- Profesora McGonagall...

Hermione estaba al borde del llanto por tan buena acción por parte de quien en algún momento fue su profesora, le correspondió sonriente el abrazo y quedó así unos segundos más. Después de ese pequeño tiempo, la directora de Hogwarts se despidió de la castaña y le hizo un ademán de despedida a Bellatrix, saliendo de aquella oficina.

- No sabía que hoy era tu cumpleaños, Granger. -esa fue Bellatrix, rompiendo el silencio.

- Si, así es, lo olvidé. Ahora, si eres tan amable de irte...

Bellatrix se acercó a Hermione a paso lento, esta sólo la miró extrañada y después.

- Feliz cumpleaños, Hermione.

La duelista sólo colocó su mano sobre el hombro de la bruja menor, apretando ligeramente de este, le dedicó una pequeña sonrisa y suspiró. Sin más, se dió la vuelta, dispuesta a caminar hacia la salida, pero la voz de Hermione la detuvo.

- ¿Quieres quedarte a abrir los regalos conmigo?

Aquello la dejó estática, no sabía si avanzar o retroceder, su cabeza comenzó a confundirse y no sabía que hacer en ese momento, pero la mano cálida de Granger la sacó de sus pensamientos debido a que le estaba sujetando el brazo.

𝐆𝐎𝐋𝐃𝐄𝐍 | 𝘉𝘦𝘭𝘭𝘢𝘮𝘪𝘰𝘯𝘦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora