Capítulo 15

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Nos giramos lentamente para contemplar a un chico con el pelo oscuro y los ojos azules como el mar. Con unos labios rosados y carnosos. Harry. El gemelo de Jace. Sostenía en su mano el libro dorado y tenía una sonrisa maliciosa que dejaba ver sus blancos dientes.

-Hola chicos -dijo con ironía- Jace y... ¿Cómo te llamabas?

Podía sentir el aliento de Jace, cada latido de su corazón. Bombeando sangre inservible. Acerqué la mano lentamente a la suya, procurando que Harry no se enterase. Jace me la sostuvo con fuerza.

-¿Para qué quieres saberlo? -Jace se había envalentonado.

-Tranquilo, hermano. Solo es su nombre, no su biografía.

-No me mandes calmarme. Te conozco, y sé que no le vas a hacer nada bueno.

-Tienes razón. No le voy a hacer nada bueno. Pero tampoco nada malo. -y entonces su sonrisa se ensanchó y rió como un niño pequeño- ¿A que no, nena?

¿Nena? ¿Me había llamado nena? Qué asco.

-Estúpido -murmure- No me llames así

-¿Cómo has dicho? Nena, no te he oído muy bien.

Se acercó un paso hacia nosotros. Saqué de dentro el coraje que pensé que nunca tendría.

-He dicho, que no me llames nena. ¿Te lo repito, guapo?

Lara 1 - Harry 0

Jace se rió encantado.

-¿De dónde has sacado a esta chica, hermanito? No parece una buena influencia. Es maleducada. Me gusta.

-Siento decir que el sentimiento no es mutuo -dije centrando la atención de nuevo en mí.

-Eso es que aún no me conoces. Nena, yo...

-Déjala en paz. Vete.

-Oh, tu novio se pone celoso. Supongo que será mejor que me vaya, después de todo. Nos vemos luego, nena.

-Dame el libro -le corté el paso hacia la puerta, separándome de Jace.

-Esto no funciona así guapa -empezó a caminar hacia mí- Si quieres algo mío, tienes que darme algo a cambio.

Estaba muy cerca mío, demasiado. Me cogió del brazo y tomó un mechón de mi pelo.

-Déjala en paz -gritó Jace, apartándolo de mí de un empujón- Vete y dame ese libro.

-Vale, me voy. Quédate este estúpido libro. No lo necesito.

Harry me entregó el libro, haciendo una reverencia y salió por la puerta, empujándome por el camino. Cuando ya estaba saliendo le oí.

-Adiós nena. Te veo mañana.

Oí como la puerta se cerraba y Jace se acercó a mí y me abrazo.

-Tranquila. No te va a hacer nada -me dijo acariciándome el pelo.

-Tengo miedo -murmuré.

Me besó la frente y me susurró al oído.

-Estoy aquí.

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-¿Estás lista?

Después del incidente de ayer en la tienda me había quedado a dormir en casa de Jace, él había insistido. No quería que me pasase nada. Harry me había dicho ayer que hoy nos veríamos y Jace estaba preocupado por mí. Hoy tenía que ir a trabajar. Pero eso Jace no lo sabía, no quería preocuparle. Al menos teníamos el libro dorado.

No lo dejamos en nuestras casa ya que Harry podría entrar cuando le diese la gana a cogerlo. Y nosotros no nos enteraríamos.

-Sí -contesté

Salimos de casa y nos dirigimos al instituto.

-Lara, ayer, cuando encontramos a Harry y nos dimos la vuelta, ¿estabas bien?

-Sí, ¿por qué no iba a estarlo?

-Parecía que estabas mareada.

-Es que... Verás, de vez en cuando recuerdo cosas. Pero no te preocupes, es normal. A algunas personas le pasa más de vez en cuando que a otras. Pero, cuando los tengo, me siento mareada.

-¿Te pasa muy a menudo?

-Depende. A veces me vienen más que otras. Otras incluso están relacionados con lo que esté haciendo en ese momento.

Noté como su cara de preocupación se esfumaba poco a poco su ceño pasó de estar fruncido a estar liso de nuevo.

-No te preocupes. De verdad -le aseguré

Dejamos el tema. Al menos por el momento y seguimos caminando hacia el instituto. Subimos las escaleras y recorremos los pasillos hasta llegar a mi taquilla. Entonces él se gira y me da un beso en la frente.

-Nos vemos en clase.

Introduzco la combinación de mi taquilla y seguidamente oigo el CLIC al abrirla. Guardo el libro dorado y la mochila y cojo los libros de mi siguiente asignatura. Entro en clase, me pongo los auriculares y me preparo para una aburrida clase.

Cuando el pasado sí importaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora