Que te perdone Dios

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Raphael huyó elegantemente hacia el hotel cuando entró en el antiguo edificio con su velocidad levantó a un par de vampiros, y con sus paseos de un lado a otro de la habitación fue que Lily se canso y bajo las escaleras entre las penumbras del sueño.

Se obligó a arrastrar sus pies y su trasero por las malditas escaleras. No tenía maquillaje, entonces su rostro lucia naturalmente, con toda la grasa de bebé remarcando su edad real. También con un antifaz para dormir sobre la cabeza y lindas pantuflas en sus pies para no sentir la fría madera. Aunque ciertamente la alfombra siempre era un dulce regalo a sus pies. La ropa solo hacía juego con los demás accesorios, lo único que no encontrarías que sintoniza con su ropa de dormir, era su almohada con funda blanca. Así fue como Raphael la vio bajar uno a uno los escalones, podría ser un vampiro. Pero ahora mismo tenía todo el sueño del universo encima suyo.

-¿Qué sucede?-cuestionó la chica, por lo bajo, sin ganas de moverse más que lo necesario-¿no iba ha regresar Simon contigo para jugar con Stan?

Raphael se detuvo, comenzó a hacer movimientos totalmente descordinados con sus manos y brazos. Lily podría dejarlo sufrir solo en el salón, pero necesitaba que se callara para poder dormir. Su suponer oído podía escuchar hasta el sonido más ligero del universo. Y ella no quería tener que pasar mala noche por algo tonto o incómodo.

-Sí, ese él plan inicial-declaró claramente con el nerviosismo creciendo cada vez más por su propia voz teniendo que aceptar las cosas-creo que he caído del lado bueno al lado malo de Magnus.

Lily dejo de parpadear, intentar despejar el sueño y de bostezar cansadamente y se concentró en lo que Raphael estaba diciendo. Su risa se ahogo ante lo que diría, pero se alertó un poco ante lo que parecía nerviosismo en la voz de su líder.

-¿Qué pasó?-estaba curiosa, pero sí no era la gran cosa podría ofrecer a Raphael como tributo para poder dormir de nuevo sin tener que soportar el drama de los dos hombres.

-Alec me descubrió besando a Simon-apartó la mirada demasiado avergonzado de lo que seguiría-y ciertamente amenazó con que ni los acuerdos serían lo suficiente para protegerme.

-¿Besaste a Simon?-tal vez la vampireza se lo hubiera tomado en cuenta sí no fuera demasiado fácil ignorar al resto del mundo cuando mencionaban al polluelo-¿enfrente de uno de sus padres?, no de cualquiera de sus padres, sino de Lightwood, ¿y sigues vivo?-parecía incrédula revisando de arriba hacia abajo al líder del clan.

Ella intentó no reír, usando su cabello oscuro como la tinta china como distracción. Pero sólo consiguió un siseo bajo saliendo de sus labios. No aguanto antes de comenzar a agitarse entre risas frenéticas, tanta emoción consiguió que se inclinara encorvado los brazos hacia adelante, con la almohada descartada en algún lugar del salón. Sus ojos llenos de lágrimas sangrientas por el esfuerzo inhumano de intentar aguantarse la risa.

Pero no aguanto, se inclino fuertemente sujetándose del sillón más cercano y las carcajadas subieron por sus labios en una necesidad sorprendete de expresar las emociones. Miró a Raphael una vez antes de inclinarse más, otra vez antes de que intentará detenerlo, por tercera vez cuando intentó hablar y por última vez antes de desplomarse en el caro sillón sin elegancia alguna pero con todas las ganas de burlarse de esta situación activamente.

-¿No incrustó la estela en tu pecho?-preguntó dando largas respiraciones y con una dificultad sorprendente.

-Lily-susurró sumamente avergonzado de ser la burla de su segundo al mando-esto es serio.

-Lo sé-alzó los brazos en signo de rendición-pero besaste al polluelo, al bebé de Magnus y Alec-se levantó apenas un poco mirando hacia su líder-enfrente de cazadores de sombras y su mejor amiga.

-No le aumentes por favor-casi se encontró rogando al ocultar su rostro entre sus manos.

-Oh, Magnus debe estar enojado.

El gemido que salió de los labios de Raphael fue impropio.
Tortuoso e indigno para un jefe de clan tan increíble y maduro como Raphael Santiago. Claramente no se sentía poderoso cuando el hombre que lo cuido durante su transformación quería su cabeza.

Mientras Lily seguía atormentando a su pobre líder de clan. Simon se movía incómodo mirando como Magnus estaba listo para asaltar el hotel, entonces respiro profundo con las palabras de aliento de Clary de fondo. La risa de Izzy no ayudaba mientras que Jace había conseguido conmids de un lugar misterioso y extraño, esperaba que no fuera la de Izzy.

Simon se levantó de su silla y camino decidido hacia sus dos padres adoptivos. Brinco nervioso en un pie antes de simplemente mirar hacia los ojos de Magnus ignorando la mirada acusadora de Alec.

-Papá, estoy saliendo con Raphael-confesó por lo bajo, intentando no parecer más nervioso de lo que ya se sentía-por eso por favor, no lo mates.

-¿Estás saliendo con tu hermano?-alzó la ceja con algo ente diversión y sorpresa.

-¿Qué?-Simon parpadeó un par de veces aturdido, él sólo había tenido una hermana cuando estaba vivo y Magnus junto a Alec no tenían hijos.

Alec suspiro ante lo que sabía que venía de camino, se preparo para sostener a Magnus cuando fingiera desmayarse.

-Lloro falsamente y alzó su mano hacia su rostro en una mueca dramática-No puedo creer esto... Cometer incesto como un montón de heterosexuales...-retrocedió un par de pasos hacia atrás, para finalmente dejarse caer como sí lastimarse o la gravedad no fueran algo-sabía que Fray era una mala influencia-en su posición miró el rostro de Alec que parecía sinceramente cerrado ante cualquier risa.

-¿Qué?-Simon tropezó intentando alcanzar al brujo, había entrado en pánico, no estaba entendiendo que Magnus sólo jugaba con sus reacciones.

Pero él hombre no se apiado, sólo lloro profundamente con pequeños quejidos y con la mirada más triste y astuta de su repertorio hacia Alec que no encontraba divertido el sufrimiento emocional de su hijo.

-Dime donde me equivoqué, hijos míos-se lamento profundamente con un quejido y un chillido gutural.

Alec se canso, dio un suspiro profundo antes de soltar a Magnus y dejarlo caer. Simon había empezado a llorar sangre al no entender lo que había hecho mal. Bueno, Magnus se merecía ser recibido por el suelo por hacer llorar a su bebé.

-Calma Simon-se acercó hacia él adolescente con un cuidado proporcional a las emociones conflictivas del polluelo-Mags sólo estaba siendo dramático.

-¿Cometí incesto?-miró al azabache con lágrimas sangrientas sin cesar-padre no me quiero ir al infierno-y las lágrimas siguieron bajando.

-No, no, tranquilo-miró suavemente al chico y le dio su mirada mortal a Magnus.

Quién se quejo por lo bajo, esa mirada significaba dormir en el sillón aunque fuera su casa.

Bueno, me encanta Magnus y su drama. Pero seamos sinceros. Haría llorar a Simon sí este no sabe que ama torturar gente.

Simon Lightwood-BaneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora