𝖈𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 24

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HeeChul estuvo a punto de romper su copa de no ser por Momo, quién se la quitó de las manos antes de que el desastre ocurriera. JiSung y Felix se miraron preocupados. No estaban seguros de si lo que acababan de hacer era lo correcto pero por lo menos tenían certeza de que ayudaría a Chan.

– Niños, ¿estáis completamente seguros de lo que nos acabáis de contar? – inquirió la señora con desesperación.

– S-si. – el pecoso se trabó, pero lo dijo con seguridad – De hecho queríamos disculparnos por no haberlo contado antes. No supimos qué hacer. – terminó su frase con un sollozo ahogado. Ninguno de los dos pudo contener más sus lágrimas.

– Cielo santo – acto seguido la mujer se apoyó en los brazos de su amado, despavorida.

HeeChul los miró con una mezcla de seriedad y agracecimineto – Dejadnos un momento por favor.

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"Por favor que no sea nada grave" pensaba Chan mientras se dirigía a la oficina del director. Podrían haberlo llamada por muchas cosas. Por ejemplo por no haber entregado ningún trabajo de mates en todo el curso, por haberse saltado clases de educación física, por haber suspendido cinco exámenes de sociales... Sabía que había muchísimas razones para pedir una tutoría pero una diminuta posibilidad aún rondaba en su cabeza. "¿Y si se enteraron? ¿Y si realmente Felix y JiSung habían avisado a sus padres?" Ese pensamiento no lo dejaba caminar de forma normal siquiera.

Finalmente llegó a dicho sitio y de los nervios que tenía se estuvo cinco minutos de reloj delante de la puerta debatiendo entre si llamar y enfrentar la realidad o lanzarse por la ventana del pasillo. Sí, definitivamente la ventana era una mejor opció-

– ... porqué tarda tanto. Voy a ver dónde- ¡Anda! Chan, por fin llegas. – exclamó el director nada más abrir la puerta.

El pequeño se fue quedandó sin color en el rostro – Buenos días, director. Perdone por llegar tarde, estaba acabando de copiar la pizarra y se me ha ido la hora.

Entró lentamente y se dirigió a su silla. Sin embargo, se detuvo a medio camino al ver a sus padres sentados en sendas sillas. Verlos siempre le transmitía felicidad, excepto cuando estaban en el instituto. Entonces supo que algo extremadamente serio estaba pasando.

Oh no.

– Cariño siéntate. No te vamos a regañar. – lo tranquilizó su madre. Él le hizo caso.

El director se acomodó en su silla y lo miró con calidez – Bien, seré claro. Tus amigos nos han contando que estás recibiendo abusos por parte del profesor Seo. Si eso es cierto se abrirá una investigación y él recibirá lo debido. Si no lo es, no os ocurrirá absolutamente nada, ni siquiera a tus amigos. Han hecho lo que tenían que hacer al sospechar algo como esto. Solamente queremos saber la verdad para actuar lo antes posible y evitar más daño. A tí no te ocurrirá nada y nadie tiene que saber lo que te ha hecho más que la gente necesaria. ¿Sí? — le otorgó una sonrisa sincera. — Se sincero por favor. ¿Es verdad?

No se lo esperaba tan directo. Tardó en procesar lo que había pasado. Sintió la mano de su madre sobre la suya. Entonces se sintió protegido por primera vez en meses. Reunió fuerzas y luchó contra el nudo en su garganta para hablar. — Sí, director. Es verdad. — rompió a llorar. Con la mirada borrosa sintió a su madre abrazarlo, notando su hombro mojándose bajo su rostro.

- Felix Moon C. 🥀

❏𝕐𝕠𝕦 𝕞𝕦𝕤𝕥 𝕓𝕖 𝕒 𝔾𝕒𝕞𝕞𝕒❏ℂ𝕙𝕒𝕟𝕃𝕚𝕩❏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora