Capítulo 5

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Connor Blake :

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Connor Blake :

—¿Por que no sale? —cuestionó a Ethan removiendo mi cabello frustrado.

—No sé —responde simplemente —quizá la chica no coopera —dice.

—Seguramente está muy asustada —comentó caminando de un lugar a otro bajo la atenta mirada de Ethan —debiste ver su expresión, me tiene miedo y eso me duele tanto, la esperé por tanto tiempo para que ahora no me quiera —digo dolido.

—La tienes retenida aquí ¿Qué esperabas? ¿Qué se lanzara a ti y te llenará de besos? Es humana Connor debiste tener más cuidado —dice sirviéndose más jugo de naranja.

¿Qué se supone que deba hacer? ¿Dejarla ir? No, eso nunca. Seguramente se enamoraría de alguien más y no podría soportar que eso pasara, primero muerto.

—¿Entonces? ¿Qué hago? —cuestionó afligido —no puedo perderla, pero tampoco quiero que me odie.

—Primero calmarte —dice calmado
¿Cómo puede estar calmado?

Me siento junto a él frustrado, no pensé que tener una mate fuera tan difícil.

—¿Qué le hiciste a esa pobre chica para que te tenga tanto miedo? —cuestiona Camily entrenado en la cocina.

—Camily ¿Cómo está? ¿Te dijo algo? ¿Me odia mucho? —pregunto rápido sin darle tiempo para responder cada una.

—Es muy bonita —comenta obviando mis preguntas. Eso yo lo sé es totalmente hermosa.

—¿Y? ¿Cómo está? —pregunto molesto.

—¡Bien, Connor, bien! —responde frustrada sentándose sobre las piernas de Ethan, quien gustos la rodea por la cintura.

—Ethancito —dice Camily tomándolo de las mejillas, el achica los ojos —necesito que prepares algo de comida —pide besando su frente.

En estos momentos me da tanta envidia verlos así, quisiera esos fuéramos Melody y yo, quisiera poder besarla sin que me abofeteé como la noche anterior. Daría todo lo que tengo por una de sus sonrisas.

—Pero si acabas de comer —dice confuso, yo sacudo la cabeza para alejar eso pensamientos.

—No es para mí —sonríe —es para Melody —comenta —porque aquí el señorito no se ha dignado a llevarle comida —dice observándome molesta.

Es verdad, soy un idiota, no le lleve comida, pero es que intente varias veces ir a la habitación y preguntarle si necesitaba algo, pero no lo hice por miedo a discutir nuevamente con ella.

—Lo lamento —susurro cabizbajo — no quise molestarla.

—No te preocupes —dice —todo va ha estar bien —me abraza Camily y revuelve mi cabello, yo asiento forzando una sonrisa.

La melodia del betaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora