Capítulo 21

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Connor Blake:

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Connor Blake:

Observo a Melody moverse al compás de la música junto a otro hombre, apretó los puños, debería ser yo quien ocupe ese lugar, no él; ella es mi mate, por lo tanto soy el único que puede tocarla.

Juro que si se le ocurre bajar más las manos voy a cortárselas y luego voy a arrancarle la cabeza.

—Deja de ver a ese pobre chico como un psicópata —advierte Ashton.

—Esta tocando a MI mate ¡¿Cómo quieres que lo mire?! —apretó la mandíbula tratando de no levantar la voz.

Me concentro en terminar la comida tratando de no ver a Melody; no debí haber venido, esto ha sido una tortura para mí, ver como Melody pasa tanto tiempo y es tan cariñosa con alguien más me da mucho coraje.

Intento no ponerme celoso, pero me es inevitable ¿Por que confía tanto en él y le demuestra cariño? ¿Será su pareja?
¡No! Su pareja soy yo.

Yo soy su hombre, nadie más.

Amó estar cerca de Melody, pero a la misma vez lo odio, pues hace que la peor parte mí salga a la luz, siempre trato que mis amigos y otras personas se sientan cómodos con mi compañía, pero con Melody no puedo actuar normal, con ella me vuelvo posesivo, celoso y tóxico, aunque siempre trato de controlarme muchas veces no puedo y no quiero ella tenga esa versión mía. Muchas veces me odio por eso.

Volteo de nuevo hacia su dirección para comprobar que él chico no se esté pasando de listo con ella, pero al hacerlo me llevó la sorpresa que ya no baila con él, si no que con el que supongo es su hermano, pues sus rasgos son muy parecidos. Y también es el Beta de la manada del norte.

Eso me alivia de gran manera, prefiero que baile con su hermano y no con el otro idiota.

Ella levanta la cabeza de su pecho y le sonríe, luego de un momento caminan de nuevo hacia su mesa.

—Deberías invitarla a bailar —dice Camily por lo bajo.

—No creo que quiera —murmuró —vez lo feliz que bailaba con el otro chico —digo rencoroso.

—¡Vamos! Inténtalo —dice dándome ánimos —No tienes nada que perder.

—¿La dignidad? —pregunto levantando una ceja

—No, esa ya la perdiste hace tiempo —bromea y comienza a reír llamando la atención de varias personas.

Dudó un momento, pero me animo al ver que esta sola en la mesa, me levanto y camino hacia ella.

¿Y si me dice que no? Paró en seco al pensarlo.

—¿Y si nos dice que sí? —cuestiona mi lobo a través del enlace —¿Qué hacemos?

—¿Bailar con ella?—cuestionó con ironía. Sonrió al imaginar su cuerpo junto al mío mientras la música nos envuelve.

Tal vez tengo suerte y me abracé como lo hizo con su hermano o quizá más.

La melodia del betaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora