¡Melody!
Melody, suena como una persona armoniosa, alegre y llena de amor, lo cual la define, pero no en su totalidad, ella es un poco más compleja.
Melody, es una chica universitaria de 18 años, quien es feliz con su vida, tiene lo que necesita y...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Es increíble como la vida puede cambiar en un parpadear, puede cambiar con solo hacer o dejar de hacer algo cotidiano.—leo en voz alta la frase que viene en la caja de cereales.
Por eso estoy aprovechando a ver todas las series que puedo, porque en una de esas me resbalo en la ducha y muero, entonces tengo que hacer lo que me gusta y eso es ver series comiendo comida chatarra, bueno, al menos mientras puedo, como ahora que tengo algunas semanas libres por el cambió de período en la universidad, porque tampoco soy tan irresponsables como para dejar de hacer los deberes.
Me frotó los ojos por quinta vez consecutiva, pero solo falta poco para terminar el último capitulo de mi serie.
No he dormido mucho durante los dos últimos días, pues quería aprovechar todo el tiempo libre que tengo, quería aprovechar tanto que vi dos series seguidas.
Veo los últimos minutos del episodio y me dispongo a dormir un poco, pues solo he parado para comer y hacer mis necesidades; luego de eso ordenare todo el desastre que tengo en mi apartamento, pues hay algunas latas de refresco y bolsas de frituras esparcidas por todo el lugar.
Como algunas frutas tras despertar luego de unas horas durmiendo y veo que ya son las tres de la tarde; voy a morir rápido si sigo con este estilo de vida, así que mejor me dedicaré a limpiar mi departamento, pongo en aleatoria mi playlist y comienzo a limpiar todo.
Observó la hora y veo que aún es temprano así que decido ir a comprar un libro, trataré de tomar un nuevo hábito de lectura; es el único que me convenció, pues pensé en hacer ejercicio por la mañana, pero como me conozco se que no sería capaz de levantarme temprano para hacer ejercicio.
Me ducho y me visto, salgo de mi departamento y me dirijo a la librería más cercana, cuando entro, me atiende una mujer mayor como unos 45 años, con una sonrisa amable
—Buenos días señorita ¿Cómo puedo ayúdala? —pregunta con amabilidad
—¡Buenos días! Quiero un libro —digo y le sonrió
¡Si Melody, claro que quieres libró! ¿Eres estúpida o que? me regaño mentalmente.
—Claro —dice sonriendo —puedes ir a elegir ¿o tienes uno en especifico? —yo solo niego.
Me adentro en los pasillos llenos de libros, de diferentes colores, tamaños, texturas, cada uno diferente al anterior, veo una infinidad de libros ¿Cómo se supone que elija sólo uno? ¿Y si no elijo el correcto?
Tomó algunos de los que más resultan atractivos y me decido por el tercero, porque tiene una portada bonita, solo por eso, me dirijo a pagarlo y luego salgo.
Una de las cosas que más me gusta de caminar es en la variedad de cosas en las que se puede pensar y recordar, yo no puedo evitar pensar en lo difícil que se vuelve la vida luego de la primaria, pues sigue la adolescencia y luego la vida adulta, yo estaría justo en medio de ambos, porque no soy lo suficientemente independiente para contar como adulto, pero tampoco tengo la edad como para contar como adolescente.
Soy una chica universitaria que aún no puede valerse por si misma, pues mis gastos universitarios los cubre mi beca y de mis gastos personales se encargan mis padres
Camino a paso lento, pues no tengo prisa por llegar, en estos momentos agradecería que mi mejor amigo estuviera aquí, todo sería diferente, o al menos seria todo mas divertido. Él es con la única persona con la que puedo hablar de cualquier tema sin miedo a que juzgue o me regañe.
Me dirijo a un parque cercano para poder comenzar a leer mi nuevo y único libro.
Al llegar al parque observó a mi alrededor, es un parque pequeño, bonito, pero un poco aterrador puesto que luego del parque esta el bosque, no se si es que soy muy paranoica o es que he visto muchas películas de terror, quizá sea por ambas razones.
Dudo un momento antes de sentarme en el suelo, ya que no me agrada la sensación de la tierra y pequeñas piedras en mi piel, pues tuve la gran idea de vestir un short, volteo a hacia varias direcciones tratando de encontrar una banca vacía pero no, las únicas dos que hay están ocupadas; ya resignada recuesto mi espalda sobre el tronco de un árbol, abro el libro y comienzo a los primeros capítulos, al no entender que sucede, volteo el libro y leo la sinopsis nuevamente con mucho atención tratando de no saltarme nada hasta que encuentro la frase "segundo libro de la trilogía"
Me golpeó la frente con la palma de mi mano, en este momento no se si reír o llorar; seguramente es una señal del destino, me rio al pensar eso.
¡Vaya tengo tanta suerte!
Me levanto y dirijo nuevamente hacia el departamento.
Escucho mi celular vibrar, lo tomo y veo el mensaje Natalia avisando que habrá una fiesta y preguntándome si quiero ir con ellas.
Lo pienso varias veces, Natalia es una buena chica o al menos lo poco que la conozco me cae bien, así que por que no, me caería bien salir.
¿Qué podría salir mal?
Me ducho y arreglo lo mas rápido posible, me visto con una camiseta corta, un short y una chaqueta, es lo más rápido que pude armar.
Cepillo rápido mi cabello, es una suerte que sea lacio y corto.
Antes de salir del departamento solo recuerdo lo que me dijo mi hermano mayor cuando estaba por mudarme aquí. Pero no importa ya estoy en el segundo año de la carrera y nunca me he emborrachado, ni siquiera novio tengo, así que no le haré caso.
Salgo feliz, busco a la pelinegra con la mirada, la encuentro en su auto y camino hacia ellas.
—¿Lista? —cuestiona sonriendo
—Lista para crear nuevos recuerdos —bromeó riendo y subiendo al auto.
Quizá hoy conozca al amor de mi vida, trato de ser positiva.
O quizá termine desnuda tirada en un callejón de lo borracha que esté.
Muevo la cabeza tratando de no pensar en cosas negativas, no creo que sea tan malo, es la primera vez que salgo a una fiesta sin la compañía de Adam, mi hermano mayor.
