Solo una empleada | Chris Evans

Capítulo 37 (Últimos capítulos)

POV Chris

Habíamos pasado gran parte del día en el centro comercial, había sido una tarde grandiosa junto a mi hermosa chica, cuando terminamos de hacer nuestras compras, compramos un helado y charlamos un poco. Llegamos al auto y dejamos nuestras cosas en la cajuela, íbamos a entrar pero recordé algo.

–Linda, olvidé comprar algo que papá me pidió, ¿Me podrías esperar en lo que voy por eso?-

-Claro cielo, aquí te espero-

-Vuelvo enseguida cariño, no tardo- Besé sus labios cortamente y corrí de regreso al centro comercial. Necesitaba una excusa para regresar y comprar un hermoso collar que había visto y quería obsequiarle por el día de gracias.

Fui lo más rápido que pude hasta la tienda en la que lo había visto, entré y lo pedí. Era una pequeña cadena de oro con un dije redondo donde podía grabar algo. Pedí que de un lado grabaran nuestras iniciales y del otro la fecha en la que nos hicimos novios. Lo metieron en una caja de terciopelo. Me ofrecieron hacer una pequeña tarjeta de regalo.

-¿Qué le gustaría que dijera la tarjeta?- Me pregunta la señorita que me atendía, lo pensé durante unos segundos.

Le pedí que pusiera "Llegaste sin buscarte y te convertiste en lo más importante para mí" recuerdo que eso me lo dijo ella en algún momento, llevo tatuada esa frase en mi corazón y la recuerdo con mucho cariño. Aún recuerdo el hermoso brillo de sus ojos al decirlo, me sentí el ser más afortunado y dichoso del mundo.

Salí del lugar con una gran sonrisa en mi rostro. A unos metros de llegar a la salida pude escuchar un fuerte estruendo, algo así como un... ¿Disparo? Posterior a eso se escucharon las llantas de un auto arrancando a toda velocidad. Me alarmé al instante y corrí hasta la salida a buscar a mi novia y asegurarme que estuviera bien.

Cuando salí, no podía creer lo que estaba viendo, palidecí al instante, sentí como mi vida se derrumbaba en ese segundo. Ahí estaba ella, estaba mi chica tirada en suelo con un gran charco de sangre a su alrededor, corrí al instante a su lado y la tomé entre mis brazos, esto no podía ser cierto, tenía que ser una jodida pesadilla.

-¡¡¿¿____??!! Por Dios, ¡¡____!!- La tenía entre mis brazos, no respondía nada–____, cariño, responde mi amor- La llamaba con desesperación mientras presionaba la herida que tenía en su abdomen para evitar que perdiera aún más sangre.

Parecía reaccionar un poco –Ch...Chris- Dijo en un hilo de voz.

-Estoy aquí mi vida, resiste. PIDAN UNA AMBULANCIA- Grité, al instante unos señores que estaban ahí llamaron a emergencias –Aguanta amor, la ayuda ya viene- Dije con mis ojos completamente cristalizados.

-Tengo frío- Comentó ____ en un susurro, sus ojos amenazaban con cerrarse.

-Lo sé amor, pero ya viene la ayuda. No te duermas nena, mantente despierta, estoy aquí- Pedía desesperado, a este momento las lágrimas caían por mis mejillas y mi voz se quebraba un poco.

Sentía un profundo miedo de perder a mi hermosa chica, ella era la luz de mi vida, no podía irse, no podía permitirlo. Tienes que estar bien mi niña, y cuando lo estés me asegurare de destrozar a la persona que te hizo esto, lo prometo.

-Chris...- Pudo decir con la voz aún más débil, y con el brazo tembloroso puso su mano en mi mejilla, mi mano libre la coloqué encima de esta –Fuiste... lo mejor... que le pudo suceder... a mi vida- Su hermoso rostro estaba cubierto de lágrimas, con eso que me dijo yo lloré aún más, no te despidas cariño, saldremos de esta.

-Y tú a la mía, princesa. Por eso tienes que luchar y resistir un poco más. Tengo miles de planes contigo- No respondió nada más – ¿Escuchas las sirenas? Ya viene la ayuda- ____ comenzó a cerrar los ojos -¡¿____?! AMOR, NO TE DUERMAS, ¡DESPIERTA!, quédate conmigo cariño-