Querido Daniel
El verano está llegando a su fin, se vuelve a hacer presente el potente frío en el día y la noche, durante el día las nubes lo único que hacen es estar grises y llorar. Dejé de escribir durante un tiempo, simplemente no tenía el tiempo suficiente, inicié la universidad y fue difícil el comienzo, ahora he logrado acomodar toda mi vida entre la casa, la universidad y el hospital, aunque ya nadie te cuida, tu madre tuvo que regresar a trabajar y yo tuve que iniciar mis estudios porque de lo contrario tendría que haber buscado un empleo. De ti se sabe poco, los médicos no dan buenas noticias, no hay mejoría, pero tampoco empeoras, simplemente estás en un limbo del que no se sabe si saldrás.
Tu madre ha cambiado bastante, siempre viste de negro como si fuera a un funeral, rara vez se le nota una sonrisa y tu hermano ha dejado de ir a jugar fútbol cada quince días como solía hacerlo cuando todo estaba bien. Tu abuela decidió quedarse a cuidar a Mateo mientras Laurie está dando clases.
Y yo ya no sé qué más hacer, Carla me dice que estoy dejando ir mi vida en algo que seguro no tendrá un futuro y que debemos estar preparados para cualquier cosa, ella tampoco es la misma desde que se hizo novia de su profesor, salen juntos cada fin de semana y ha mejorado bastante sus notas escolares. Definitivamente, le hacía falta una relación madura en su vida.
Algunos compañeros me han invitado a salir, pero me he negado porque un rumor de pasillo llegó a mis oídos y ellos no tenían buenos planes para mí.
Con cariño, Michael
ESTÁS LEYENDO
Cartas A Daniel
Teen FictionHabíamos pasado la noche juntos, otra vez me había entregado en cuerpo y alma a él, a sus deseos, a sus pasiones, a sus besos desenfrenados. Daniel se había quedado en el balcón de mi casa apreciando la vista del hermoso azul que se pintaba en el fi...