War of hormone

Capítulo 3~Muñeca me vuelves loco

~CAPÍTULO 3~

-Eh ¡Princesa!—Una voz que retumbó en mis oídos… ¡Maldito Park! Giré furiosa, encontrándome con él justo a mi lado, en una moto vieja y con una sonrisa pícara que parecía devorarme de pies a cabeza…

-¡Eh Jimin!—Llamó alguien. Observé al rededor y me encontré con cinco motos más, su grupo buenos para nada… grupo que me hizo escalofriar a mi cuerpo— ¿Te vienes?—Preguntó uno de ellos, cuyo nombre no recordaba—

-Luego—Habló Park—Vayan, luego los alcanzo--Ellos asintieron y se marcharon, haciendo que me tranquilizara— No tengas miedo princesa—sonrió Park relamiéndose el labio—Que entre ellos el único que quiere comerte soy yo—

-En tus sueños maldito hijo de perra—Dije grosera y soltando un vocabulario que nadie había oído, para alguien popular no era conveniente tener un vocabulario y tan sucio, pero Park me había arruinado el día.

-Joder, la princesita tiene la lengua sucia—Sonrió expresando sorpresa—Vaya, eso no conocía de ti—

-Y no conocerás más—Empecé a caminar—Piérdete Park— Caminé de prisa para alejarme—

-¿Por qué tan sola?—Preguntó mientras conducía por mi costado-- ¿Dónde está ese novio tuyo que tanto adoras?—Preguntó convirtiéndose en una molestia—

-Eso no te importa. Deja de joderme Park—

-mmmm—Gimió ronco—Mi apellido se oye tan jodidamente sexy en esa boquita sucia—Me detuve y lo observé furiosa—

-Escúchame Park—Llevé mi índice hasta su rostro—Me has jodido el día y no estoy de humor para seguir aguantándote. Si estás con alteración de hormonas anda por alguna perra de algún prostíbulo y deja de fregarme la maldita paciencia—Sus ojos me observaban como si dijeron “¿Quién es ella y donde estaba la chica que había visto durante todo ese tiempo?” ciertamente, yo… soy alguien oculta bajo una careta—

-Ahora si princesa—Me sujetó de las caderas—Ahora sé lo que busco—Jaló de mí y me montó en su pierna para presionar sus labios contra los míos al mismo tiempo que sentí que me propició una nalgada fuerte en mi trasero, empezando a apachurrarlo con su mano. Su beso era tan fogoso que mi cuerpo empezó a arder por mil, mis pechos presionaban en ese pecho que solo ocasionaba que se erectaran por una excitación que me provocaba en el primer contacto de mi cuerpo al suyo, su pierna estaba entre las mías, y mi entrepiernas rosaba esta, sintiendo que me estaba mojando—

Me aparté de él en una acto de desesperación al sentirme tan sofocada, rápidamente giré a todos lados para observar a quienes nos rodeaban… habían muchas personas observando estupefactos lo que había ocurrido, pero por suerte nadie de la escuela, nadie que me conozca---

-¡Es un maldito infeliz!—Grité—No me vuelvas a tocar—Él sonrió de costado y me guiñó el ojo—

-Deja de fingir princesa, sé muy bien que te ha gustado—Mordisqueó su labio—

-En tus sueños Park—

-Ok—sonrió—¿Quieres que te lleve a casa? No quiero que esos lindos pies tuyos se maltraten—Empezó a recorrer su vista desde mis pies a lo largo de mis piernas, haciendo que apretara las piernas y tratara de bajar más mí falda corta—

-No gracias. Prefiero morir que volver acercarme a ti—

-Ok—Arqueó las cejas—Entonces me voy. Nos vemos luego princesa—Arrancó la moto lo vi marcharse sin mirar atrás.

Me quedé estática… me había dejado… ni siquiera había intentado insistir… ¡¿Y a ti qué te importa?! ¡Piérdete maldito Park!

Caminé despacio, nuevamente con la cabeza gacha… por alguna razón necesitaba que alguien me abrazara y me apretujara contra su cuerpo… estar sola… estar sola me duele…