Capítulo~ La primera novia de Park

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 -Sí, nos hemos acostado muchas veces—Me contestó la rubia con una sonrisa desafiante—Es magnífico en la cama y no tardará mucho en buscarme. Hombres como él no pueden vivir de una sola mujer. Solo busca sexo. Él es así. Lo conozco bien… siempre buscando nuevas con quien pasarla bien, hasta que se aburra y busque otra que despierte su interés—

Sentí como un baldazo con agua fría me cayera sobre el cuerpo. ¿Cómo me había podido decir algo tan grosero como eso? ¡Maldita sea! Después de todo, Park era un estúpido pero que solo buscaba acostarse conmigo y yo como una estúpida lo caí.

-Seguramente—Le respondí a la rubia-- ¿Y a ti te gusta ser su agarre de algunas noches?—Arqueé la ceja—

-Me gusta ser el agarre de Jimin. Es muy bueno en la cama y no creo que algún otro idiota pueda ocupar su lugar—sonrió de costado—Él y yo tenemos algo especial juntos—

¿Algo especial? ¿A qué diablos se refiere?

-¿Qué es ese algo especial?—

-Soy su primera novia, su primer beso, su primer acostón, su primer todo—Me giñó-- ¿Sabes lo que significa?—

-No—arqueé las cejas—

-El hecho que hayas sido su primer agarre no significa que te quiera en este momento.--  Ella me miró en silencio con una expresión de enfado y desagrado—

-¡Maldita sea!—Gritó la voz del hombre que conocí en la mañana: Kim Taehyung-- ¡Es una trampa!—

Giré de inmediato y me empañaron lucen, y el sonido de sirenas de camionetas de policías. ¡Mierda!

Todas las personas en el lugar empezaron a alborotarse y a correr por todas partes para evitar ser atrapados. La luz me empañaba los ojos y mi cuerpo temblaba. ¡Me iban a coger y meter a la cárcel por ser tomada parte de esta banda!—

-¿Qué coños haces?—Sujetaron mi mano y enseguida me sujetó de los hombros. Miré hacia el frente y vio los ojos desesperados de Jimin—Corre—tomó mi mano y empezó a jalarme. Lo seguí corriendo de prisa mientras la sirena y ladridos de perros nos seguían—

-¡Deténganse! ¡Es la policía! ¡Deténganse!—Hablaban por un altavoz. Vi la la moto de Jimin muy cerca de JungKook correr por delante nuestro, con una maleta mientras que otra sujetaba Jimin. Lleguemos a la moto y dimos un salto para montarla, y hacerla encender en solo segundos, después de tomar mi mano y hacerme sujetar la maleta con el contenido ilícito, dentro.

El ruido de la moto encendiéndose y el viento empezando a chocar mi rostro.

-Sujétate bien, muñeca—Habló Jimin con un timbre de voz agitada que a mis oídos sonaba sexy.

Lo apreté con fuerza los brazos contra su cuerpo y apreté los ojos aun sintiendo mi corazón latir—

-¡Mierda! ¡Nos siguen!—la voz del amigo de Jimin. Levanté la cabeza y miré hacia un lado, encontrándome con JungKook conduciendo a nuestro lado, con una expresión de preocupación. Giré la cabeza hacia atrás y vi una de los serenazgos, siguiéndonos a toda prisa—

-Detentase ¡Es la policía! ¡Están detenidos!—Repetía el altavoz-

-Maldición—Lo pi a Jimin hablar entre dientes— Muñeca cógete bien— Hizo una pausa y miró a JungKook—¡En el cruce nos separamos, tu a la derecha y yo a la izquierda. Nos vemos en ya sabes dónde ¡No dejes que te sigan!--- Gritó—

Miré a JungKook, quien no dejaba de conducir tampoco. Enseguida miré hacia adelante y vi pronto un cruce, en donde la unión de tres caminos distintos en una. Jimin giró a la izquierda y JungKook a la derecha, por lo que aquella camioneta debía decidir a quién seguir. Si a JungKook o a nosotros. Por favor, que sea a JungKook.

¡Mierda! Habían tomado como decisión seguirnos a nosotros—

-Deténganse—Mi corazón se aceleraba más al ver que la distancia entre ambos de acortaba. ¡Nos iba a coger!—

-¡Mas rápido! ¡Jimin!—Grité a apretando mis manos en su torso—Nos alcanzan Jimin, más rápido—

-Me duele el brazo—Se quejó, mi mano derecha apenas puede sujetar el timón--¡Maldita sea! Lo golpeo solo con una tasa y se pone como nena—

Me sujeté de sus hombros y sin dejar la maleta, piré el asiento, sin importarme que mi vestido se levantara más de lo debido. Era mantenerme quieta y dejar que me atraparan o arriesgar todo porque evitar que eso sucediera.

-¿Qué haces? Te vas a caer—Habló Jimin sin detenerse, pero podía sentir que cada vez disminuía más la velocidad de la moto, y posiblemente su brazo le dolía aún más.

-No lo haré—sonreí—Era muy buena en equilibrio en mi academia de Ballet cuando era niña—Sonreí y de inmediato incliné mi cuerpo hacia adelante—Cuando te diga que retrocedas, hazlo—

-Pero qué cojones. Olvídalo—

-¡Ahora!—Grité dejando mi cuerpo inclinarse más hacia adelante y sujetándome en los hombros de Jimin pequé un brinco por sobre d él—

-¡Mierda!—Gritó echándose para atrás, y dejándome caer sentada en parte de sus piernas. Coloqué su maleta en sus manos y tomé el timón y en solo segundos presioné el acelerador y la velocidad aumentó. ¡Eso es! ¡Coman polvo idiota! ¡No me atraparán!—

-¿Los perdemos?—Pregunté con la mirada hacia adelante—

-Falta poco, acelera más—Respondió Jimin. Moví las manijas y aceleré aún más, haciendo chocar el ciento contra mi rostro con fuerza, helándome el cuerpo pero haciéndome sentí una gran adrenalina.

¡Joder! Esto se siente bien.

-Más rápido—Exigió Jimin-- -ya casi los perdemos, muñeca. Entra al bosque—

Conduje más a prisa hasta perderme en el bosque, y pudiendo oír apenas la bocina que nos exigía detenernos.

Seguí conduciendo hasta que consideré prudente. Ya no nos hallarían. Me detuve tras un árbol.

Me zafé del cuerpo de Jimin echando a reír a carcajadas. ¡Me había salvado! ¿Y creí que me atraparían!—

-¿Los has visto?—Pregunté entre carcajadas y después de haber bajado por completo de la moto—Los he dejado comiendo polvo. ¿Lo viste?—

No oí respuesta de él, pero eso no evitó que siguiera riendo. ¡Por Dios! ¡Me sentía tan bien1 Tal llena de vida—

-No lo vi—Habló por fin haciéndome detener un poco mi risa—

-¿Estas ciego? Los dejé comiendo polvo—

-Sí, pero estaba más ocupado mirando a alguien—Se acercó a mí y en solo segundos me tomó de la cintura y me apegó contra su cuerpo, haciendo parar por completo mi risa, al mismo tiempo que se me erizaba la piel—

-¿Pues si?—Curvé las cejas—No vi a esa rubia escuálida por allí—Intenté apartarme de él pero solo conseguí que subiera la manos a mis mejilla y me jalara para terminar presionado sus labios contra los míos.

Intente detenerlo, puesto que quería oír una explicación respecto a lo de aquella rabia insípida, pero a Jimin pareció olvidarle el dolor de hombro y que casi nos atrapaban, que de prisa bajó sus manos hasta mis muslos, haciéndome gemir—

-Jimin—jadeé—Detente, Detente Jimin—

Nuevamente presionó los labios contra los míos, moviendo su lengua y pidiendo entrada en mi cavidad bucal— Jimin—Volví a jadear—

-No me pidas que me detenga—Habló con la voz ronca—Porque no puedo hacerlo—Me sujetó de la caderas y me apretó, haciéndome retroceder hasta el gran tronco del árbol—Quiero hacerte mía, aquí y ahora—

War of hormoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora