~CAPÍTULO 43~Habitación 203

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-Buenas tardes señorita—me saludó la nana de Jimin, sonriéndome en sorpresa y luego acercándose hasta llegar al sofá y saludarme con el beso en la mejilla.

-Buenas noches, señora—Le respondí mirando de reojo a Luna, quien se había quedado estática en la entrada de la sala. No lo entendía. Era más que obvio que Jimin no la había presentado como su novia y no creo que tampoco la haya traído a casa o citado... o eso era lo que pensaba.

-Es un gusto volver a verte. Gracias por cuidar del joven Jimin ¿Te quedará s a cenar? Prepararé una lasaña deliciosa. JungKook no demora en llegar a casa—Sonrió mirando de reojo a Jimin, quien también, le sonrió sin quejarse o decir algo por las palabras cariñosas que usaba al referirse a él. "Ridículo" pensaba yo. Jimin no es de aceptar que alguien cuida de él.

-Claro que me quedaré. De ninguna manera me pienso ir—Respondí con cierto sarcasmo, girando la mirada a Luna—

-Genial. Entonces me voy a la cocina. Creo este no es momento para estar aquí—comentó alejándose. De inmediato noté a lo que refería... ciertamente no quería estar en la discusión que se allegaba.

Lo primero que hice, fulminar a Jimin quien sacudió la cabeza en señal de que él no tenía la culpa y no sabía que mierda hacia Luna allí.

-¿La novia de Jimin?—arqueé las cejas mirando a Luna, quien, sin vergüenza, caminó hasta nosotros e intentó besar a Jimin. ¿Esto es un maldito Arem o algo así?

-¿Qué coños crees que haces?—Escupí casi furiosa.

-Puedo besar a mi novio. ¿Tú qué crees que haces aquí?—Preguntó dejando que sintiera cierto tartamudeo en sus palabras.

-Mierda—se quejó Jimin poniéndose de pie y resoplando—Lo siento, Luna. Pero nadie se auto invita en mi casa. Nadie viene a joderme en mi propia casa y como ya viste, estoy ocupado—arqueó las cejas, teniendo el rostro ceñudo— ¿Sales o te invito a salir?—

Luna se había quedado muda. Tal vez no esperaba que Jimin la votara de su casa. ¿Querer controlarlo? Se ve que la muy zorra no conocía a mi hombre.

-Genial—musitó casi en un llanto ahogado—me voy, Jimin. Pero llámame cuando me necesites.

Apreté los puños sintiéndome más que furiosa. ¡Está loca si creía que me iba a quitar a Jimin! Él era solo mío. Luna nos dio la espalda y se escoltó sola hasta salir de la casa. Crucé los brazos y dediqué una mirada enfadada a Jimin—

-Muñeca. Te juro que no tengo nada que ver en esto—Tomó asiento a mi lado en intentó abrazarme; sin embargo, yo moví mi cuerpo intentado zafarme, pero no lo suficientemente fuerte para lograrlo—

-¿La trajiste aquí? De qué otra manera pudo haber sabido dónde vivías ¿Qué más? ¿Te revolcaste en tu cama con ella? ¿La presentarse a tu banda?—

-Claro que no—Me apretó más contra su cuerpo haciéndome sentir los músculos de su pecho. Se sentía tan bien estar pegada a su cuerpo. ¡Eso era trampa! De ese modo no tardaría menos de un minuto en perdonarlo—No sé cómo pudo dar con mi casa (TN), y eso no es lo que me importa. (TN), por favor. ¿Confías en mí? Si vamos a empezar una relación tienes que confiar en mí... ninguno de los dos ha tenido experiencias buenas en esto. Pero quiero que funcione. Es lo que más quiero en estos momentos ¿Puedes confiar en mí?—

-¿No te acostarás con ninguna otra mujer ni verás a nadie más que a mí?—

-Claro que no. Ya te lo dije. Hagamos que esto funcione ¿quieres?—Sus ojos negros me observaron con cierta ternura. Era raro decir que de verdad tenía pareja, que tenía novio y no solo era parte de un trato que había formado mi madre. Yo también quería que funcione. Quería de verdad, sentirme querida por primera vez en mi vida.

War of hormoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora