Capítulo 4~Guerra de hormonas

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Me había quedado en silencio durante el resto de recorrido, observando cómo era que cada vez nos alejábamos más de la cuidad ¿Por qué estoy permitiendo esto? ¿Por qué no simplemente detengo esto y me alejo de él?

-Park—Hablé fuerte para tratar que me oyera debido al ruido que su escandalosa moto generaba—Detente. Si no te detienes te juro que te demandaré—

-Guarda silencio muñeca y aterriza tu sexy trasero sobre el siento, junto al mío—Habló sin ni siquiera tratar de disminuir la velocidad de la moto en que íbamos.

En realidad era increíble que esta chatarra pudiera llegar hasta tan lejos y a esta velocidad. No. Lo sorprendente era que yo permitiera que Park me trajera hasta tan lejos ¿Desde cuándo me acerco a vagos como él?-

-Llegamos—Se detuvo en medio del bosque, arboles enormes y un silencio realmente incómodo— baja muñeca—Sonrió bajando de la moto. Apenas lo hizo salté de la moto y me apresuré a levantar el asiento para tomar mis zapatos—

-¡Ja!—canté vitoria—Los tengo. Idiota— Sonreí de costado. Él arqueó las cejas y con una sonrisa pícara avanzó unos pasos hasta acorralarme contra al moto, haciéndome sentar en ella y meter una de sus piernas entre las mías—

-Pero—Habló muy cerca de mi rostro—Las llaves de la moto las tengo yo—Las pasó justo en frente de mis ojos y se apresuró a meterlas a su bolsillo de los jeans ajustados que llevaba. Ni siquiera había intentado quitárselas; ya que, estaba más ocupada en intentar respirar al sentirlo tan apretado en mí.

-¿Estás nerviosa?—Habló muy despacio rodeando mis labios con los suyos, teniendo fija la vista en mis labios—

-En tus sueños Park—Hablé despertando del trance, pero sin poder evitar el dolor en mi intimidad apareciera e hiciera que sintiera mojar mis bragas.

-Tengo que ser sincero—Habló jadeando y manteniéndose cerca de mi boca, dejando entra su aliento —He soñado con ese trasero caliente tuyo—Sentí sus manos presionar mis glúteos al desprevenido, haciendo que me arquera hacia su cuerpo y pudiera sentir un placer indescriptible, que por alguna razón, hoy ya lo estaba sentido muy a menudo.

-¡Basta!—Lo empujé para recuperar mi aliento-- ¡No me vuelvas a tocar Park! Quedas advertido—

Jimin sonrió mordiéndose el labio y dándome la espalda, ignorando mi advertencia—

-Sígueme muñeca—Habló. ¿Qué? ¿Qué lo siga? Este loco si cree que logrará meterme más adentro del bosque—

-Jódete Park—Escupí—Caminaré hasta salir de este maldito bosque y conseguiré a alguien que me regrese a la ciudad.

Jimin se giró y luego me observó curvando los labios y arqueño las cejas.

-Bien. Lárgate—Abrí los ojos de asombro. ¿Me había botado?—Lárgate. Gasta tus hermosas piernas y lastímate con alguna cosa que encuentres… no sé, tal vez y halles un oso que te pueda guiar hasta cinco quilómetros de aquí para que puedas conseguir a alguien que te regrese—Sonrió girando y continuando su camino.

¿Cinco kilómetros? ¿Tal lejos? Observé hacia el frente y empecé a ver la pista, apenas era un camino corto que se había apartado de la carretera… ¡Maldita sea! Me había dejado secuestrar por el imbécil de Park.

-Joder—Regañé caminando en dirección hacia donde se había marchado Jimin. Al cruzar un pequeño monte, me di con la sorpresa que una enorme casa, hermosa estaba en frente… ¡Era perfecta! Como un cuento—

-Wow—Abrí la boca-- ¿Quién vive allí?—

-Un ser humano—Contestó Jimin chocando su aliento en mi hombro y sujetándome de la cintura para pegarse a mi cuerpo—

War of hormoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora