War of hormone

Capítulo 9~Secretos

Me desperté sintiendo un peso sobre mi cuerpo. Estaba desnuda y con unos brazos rodeando mi cintura y un cuerpo levemente tendido levemente sobre mí: Jimin. Lo recordaba muy bien. Me había acostado con Park ¡Maldición! ¡Al final el maldito había conseguid o que quería!... en realidad, ambos habíamos conseguido lo que queríamos.

Me moví un poco para tratar de zafarme de sus brazos pero enseguida me volví a apretar—

-Despertaste—Habló somnoliento en mi oído-- ¿Cómo durmió mi chica?—Sujeté su mano y enseguida la aparté de mi cintura—

-No soy tu Chica Park. Tú y yo solo tuvimos sexo—

-Nadie dice lo contrario—Habló girándose y empezando a estirarse—Pero lo de no ser mi chica—

-No lo soy—interrumpí—

-Ya verás luego muñeca—Me guiñó sentándose en la cama—Ya verás que después no dirás lo mismo—Afirmó con seguridad ¿Qué se cree? ¿Qué solo por haberme acostado con él ya soy su chica? Maldito imbécil—

-No lo seré Jampas Park. Tengo novio ¿Recuerdas?—

-Lo recuerdo—Hablo con tranquilidad—Y es por eso que en este momento estás en mi cama, bajo mis sábanas, en mi casa, desnuda, a mi lado y después de haberte follado como lo hice anoche—Sonrió con vacilación. Eso no me parecía broma. ¡Maldito hijo de puta! Jamás debí de quedarme en su casa—

-Jódete Park—Me volví a recostar en su cama para cubrirme por completo con las sábanas. Escuché sus pasos que poco a poco se fueron marchando y luego el sonido de la puerta cerrándose. Quizás ha de haberse ido a bañarse—

Me quedé en la cama cerrando los ojos y pudiendo captar un olor de la combinación de sexo con su perfume que llenaba toda la habitación. Decidí descubrirme y observar a mi alrededor. Era una habitación común, pero estaba un tanto desordenada, casacas de cuero en el prendedor y algunas que otras cosas. Eso significaba que esta si era su habitación, pero ¿Cómo alguien como él vivía en una casa bonita como esta? Dijo que era huérfano por lo que es imposible que sea una herencia—

Me levanté de la cama y busqué algo que colocarme. Tomé una sudadera colgada en su prendedor y enseguida me la puse, me quedaba bastante grande, pero me gustaba el olor que este desprendía. Olía a él.

-¿Por qué olfatear una sudadera mía si bien lo puedes hacer con el dueño?—La voz de Jimin haciendo que mi buen humor de segundos se esfumara—

-Cállate. Prefiero a la polera antes que a ti—Dije entre dientes. Lo vi sonreír. Él estaba solo son una toalla puesta desde la cadera para abajo, dejándome ver su perfecto torso y bien formado cuerpo. Algunas gotas de agua aun corrían por su pecho, cayendo como cascada por la parte de sus bíceps. ¡Oh mierda! Ese cuerpo me ha tenido apretada bajo la cama. Mordí mi labio sin poder evitar que mi intimidad me volviera a doler por la excitación que me estaba provocando verlo—

-Si deseas vete a darte una ducha—Me habló interrumpiendo mis pensamientos—El cuarto de baño está enfrente de mi habitación. Lo observé un poco seca… pensé que me pediría para que me duchase con él… Maldito idiota, no sé lo que quieres. O tal vez ya conseguiste lo que quería que ya no te intereso. Todos los putos hombres son iguales—

-Ok—hable molesta y saliendo de la habitación para cerrar la puesta de golpe—Púdrete Park—

Ingresé al cuarto de baño y me deshice de la polera, quedando desnuda nuevamente. Ingresé hasta quedar debajo de la regadera y segundos después abrí la llave, dejando las gotas de agua caer por mi cuerpo. Subí las manos hasta mi rostro y eché mi cabello hacia atrás, dejando que el agua tuviera contacto directo con mi rostro. Me dolían un poquito las piernas por o de anoche, Sin embargo creo que lo de anoche había sido el mejor sexo que haya tenido jamás ¿Cuántas veces lo he dicho?. De verdad no me arrepiento de haber venido con Park… aunque… no puedo evitar pensara en que me gustaría repetirlo. Lástima que el muy perro ya consiguió lo que quería   ahora ya no creo que me busque más. Tal vez y sea lo mejor para volver con mi antigua vida.