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Estaba vuelto un loco... Un maldito caos se formaba en mis hombros.
Ese fin de semana con Tayuya en Utah había sido una mierda, pues mi adolescente hija de 13 años no dejaba de complicar me la existencia.

Después de regresar a California, no dejo de interrogar me. Sea como sea quería obtener respuesta y yo no sabia que inventar, gracias a dios Mei no se encontraba esa tarde y no, nos escuchó discutir. Si no quizá las cosas habrían empeorado, logre convence a Tayuya de que dramatizaba de que todo estaba bien, que lo último que quería era un problema entre su madre y yo. Solo así logre convencer la. Pero ahora necesitaba estar mas preparado para lo que venía, tenía nuevos planes y por un descuido se vendrían a bajo.

—Aquí, están los planos y documentos, que me pediste para este fin de semana...

—Gracias, pero yo no los necesitare...—respondi al ver a la cara—. No iré a Utah este fin de semana, te dejare a cargo Itachi.

—Esta bien...—respondió mi primo y se dejo caer a la silla frente a mi—. ¿Todo bien?.

—si. No te preocupes, sólo decidí pasar el fin de semana con Mei y Tayuya. Mei quiere ir a una obra de teatro...

—te entiendo amigo... Suerte.

Dijo al levantar se y caminar a la salida, su celular vibro y una sonrisa tonta se dibujo en su rostro.

—¿Alguna novedad? —pregunte al ver esa faceta de él —.

—Nah!, tranquilo... Yo me encargo de todo este fin de semana...

Sin mas salio de mi oficina.

Había decidido no ir a Utah este fin de semana para no levantar mas sospechas innecesarias en Tayuya. Por eso, y solo por eso, asumirá mi rol de padre y esposo amorosa. Pues al llegar el momento todo caería pero todo bajo la ley.

No sabia que le diría a Sakura, sólo sabia que la extrañaría demasiado...

La semana paso rápido, y sin añorar lo. Como ya hace barios años era fin de semana.

—¿Están listas?.

—Si, muero por ver esta obra...—dice Mei emociona quien se pone un arete que hace juego con las demás joya que lleva encima—.

—Si... Como sea.—dice Tayuya al bajar las escaleras—.

Dios... Dame paciencia!.

...

.
.
.
.

{...

Después de esa horrible experiencia, Madara me llevo a casa. No se por que confiaba tanto en él, ni siquiera le conocía y aun así me sentía segura y protegida a su lado.

—puedo ofrecer le. ¿Algo de tomar?.

Pregunte al entrara a mi pequeño apartamento.

—Un vaso de agua, esta bien.—respondió y camine a la pequeña cocina integral—. ¿Vives sola?.

Pregunto al ver por todos lados de la habitación, no era muy grande, ni mucho. Era pequeño pero acogedor. Con el dinero que me sobraba lo había logrado amueblar un poco y pagar el alquiler.

—Si... No es mucho, pero es mio. Necesito mi propio espacio y con lo que me pagan me he sabido a administrar y pagarlo si descuidar los gastos de la universidad.

🔥¡Rosa Pasión!🔥 [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora