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Horas antes...
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--Dios... Itachi, este lugar es hermosos!.
¿Aquí, es donde vives?.-pregunto la chica de cabello azul, mientras sus ojos viajaban por cada rincón del lujoso y gran departamento-.

--Solo cuando quiero alejarme del estrés familiar. ¿Te gusta?.-la abrazo por la espalda y dejo un beso en su mejilla-.

--por su puesto...

Dijo y camino al balcón, observando la vista que daba hacia el gran océano y la puesta de sol.

-- a Sakura le encantaría esto ...-dijo la chica recordando a su amiga-. Solo de pensar en el idiota de tu primo me dan una ganas de... AGH!

Dijo mientras apretaba los puños al pensar en Madara. Itachi se acerca ella y acarició su cabello.

--Deberías olvidar lo... Es algo que no, nos incumbe, es problema de dos y no deberíamos meternos.

Fue lo único que pudo decir el azabache, pues él sabía todos y cada uno de los secretos de Madara.

--lo se Ita...-lo abrazo y recostó su cabeza en el hombro del chico-. Es solo que... Sakura es como mi hermana y ya ha sufrido mucho, y saber que Madara la hecho sufrir asi me hace querer matar le...

Eso había echo sentir peor a Itachi, pues si más él, no tenia culpa alguna de lo que Madara había echo, si se sentía culpable por ocultar le todo a ambas chicas.

--ya, tranquila... -dijo al verla de frente-. Ven, te llevaré de compras y eligirás algo muy lindo, pues hoy conocerás a mis padres. Y mañana será la fiesta de la compañía.

--esta bien, Itachi...-dijo con las mejillas sonrojadas y una sonrisa en los labios-.

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Ciudad de Aspen, Colorado...

Tayuya estaba muy molesta, hace unos minutos hablaba muy tranquila al fuego de la chimenea con sus abuelos, mientras bebían tazas de chocolate caliente.
Pues su madre había salido y la había dejado al pendiente de ellos.

Pero toda la paz y tranquilidad que reinaba, se abría ido al diablo al ver, lo que había llegado unos momentos por paquetería.

Un sobre amarillo con fotos. Con la evidencia de que su padre no solo había desobedecido, lo que le dijo. Si no, que también había viajado hasta Utah para ver a esa mujer.

Tayuya al saber todo sobre la infidelidad de Madara habría contratado a un detective privado, del cuál su amiga Nicole le había echo llegar el número, mismo detective que habría pagado la madre de la amiga de Tayuya para descubrir que su ex esposo le era infiel.
Tayuya era hija única y mimada desde su nacimiento por su madre y abuelos, tenía una gran suma de dinero solo a base de mesadas cumpleaños y navidades. Así que contratar lo y pagarle para que siguiera a su padre no sería nada.

Y así fue... Su padre había sido seguido hasta Utah, solo minutos después de que ella y su madre viajarán, pensó al ver el pie de la primera foto, la hora en la cuál Madara subía a su auto.

Su padre se había equivocado... Había echo todo lo contrario de lo que prometió y ella se lo haría pagar.

--Tayuya... Hija!.-escucho, desde el pasillo, la chica la voz de su madre mientras entre sus manos ese sobre se arrugaba-. Tú abuela me dijo que habías subido a tu habitación...-dijo Mei al entrar por la puerta-. ¿Todo bien?.

🔥¡Rosa Pasión!🔥 [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora