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Abrí los ojos, el reloj marcaba las 7:10 de la mañana. Era temprano.
Madara aún dormía pasificamente a mi lado, salí de la cama lentamente pues no tenía la intención de levantar le. Era domingo y podía seguír descansando. Salí al pasillo y mire nuestra ropa tirada que estaba esparcida en un camino de la alcoba a la cocina.
Mientras la levantaba, no dejaba de recordar la noche que habíamos tenido. Llena de pasión, nuestros cuerpos sudados, sus jadeos en mi oído.

Puse la ropa en el cesto del baño, más tarde la lavaría.
Al llegar a la cocina encendí la cafetera y metí un par de panes a la tostadora.
Note que él saco y su corbata están tirados en el piso. Tome la corbata y el saco, al tomar el saco, un pañuelo salió del bolsillos interior cayendo al suelo. Me agache y junte este, había algo envuelto en el, era pequeño y circular, comencé a desenbolverlo pero mi teléfono celular comenzó a sonar.

Deje las cosas en la barra y fui a la sala a buscar mi bolso, pues ahí era donde se encontraban mi celular, era Konan.

Me saludo y dijimos algunas palabras después nos despedimos y regrese a la cocina. Las cosas ya no estaba sobre la barra. Madara estaba de espaldas sirviendo el café en las tazas. Quizá el mismo había llevado las cosas al cesto del baño...

—Buen día! Mada...

—Buen día preciosa...

Puso la taza frente a mi, beso mi frente. Bebí el delicioso sabor de café, mientras él endulzaba las tostadas con miel y mantequilla.
Se sentó junto mi y me dio las tostadas en la boca. Mientas depositaba uno que otro beso en mi labios. Al terminar, levanté los tratos y lleve al fregadero. Madara no dejaba de observar me, y he de decir que eso me encantaba.
Escuché el rechinido del banquillo y sabía que venía hacia mi. Me abrazo por la espalda y beso mi nuca, después me volteo de frente y beso mis labios mientras sus manos acariciaban mi espalda y trasero.

—Eres tan bella...—dijo al separar se de mis labios —. ¿Que te gustaría hacer hoy? Saku...

—no lo se. Tú qué dices... ,¿Tienes algo en mente?.—pregunte aún abrazada de él—.

—¿Que te parece... Ir de compras, al cine y después a comer?.

...

.
.
.
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Una sonrisa enorme se dibujo en su rostro y antes de que yo pudiera decir otra cosa, beso mis labios una vez más.

—Si, si... Me encanta la idea.
Podemos ir a comprar y a una película de comedia que muero por ver, después ir a comer comida japonesa.—dijo totalmente feliz—.

—Entonces si...

—si... Ira a cambiar me.

Dijo y corrió totalmente eufórica y emocionada a la habitación. Cuando se fue, saqué el pañuelo que estaba en mi saco. Lo desenbolvi dejando ver ese aro de oro que adornaba mi dedo, al no estar con ella.
¡Que idiota!... Tenía que tener más cuidado.

Fuimos al centro comercial y Sakura compro algunas prendas y yo le compré otras más. Pues no era muy de su agrado que yo pagara sus compras. Y era lo que me gustaba de ella. Que era independiente a su manera.
Después fuimos al cine a ver una película de comedia. Al no ser más que ella y yo, y solo unas cuantas personas más por el horario. No pude resistir comenzar a tocar la a media película.
Pues ese vestido de flores color amarillo de escote pronunciado y espalda a la mitad. La hacían ver tan sensual.
La forma en que mordía sus labios para retener sus gemidos me volvía loco. Su pecho subiendo y bajando. Él leve sonido de mis dedos al entrar y salir de ella. Penetrando la y acariciando su bello clítoris fue como llego al orgasmo mientras besaba y mordía mis labios con deseo y pasión. Lastima que estábamos en la sala pues estaba más duro que una roca. Pero yo fui quien comenzó así que no dije nada.

🔥¡Rosa Pasión!🔥 [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora