VI. Ataque🥀

263 23 0
                                    

El sonido estruendoso de la puerta abrirse y cerrarse de golpe logra despertar a la rubia quien inmediatamente se pone alerta.

—Lo siento, señorita Bella —Se disculpa Rosa al ver sus ojos cargados de temor. —No fue mi intención asustarla.

—Está bien, no pasa nada —Responde sencillamente mientras trata de controlar su agitada respiración. Los recuerdos del día anterior vuelven a repetirse en su cabeza como si de una película se tratara hasta recordar sus ojos cerrarse bajo la atenta mirada de aquellos ojos profundos y analíticos. —¿Dónde está Edan? —<<¿A caso lo llamé Edan? ¿Desde cuándo existe tanta confianza entre nosotros? ¿Desde cuándo tengo permitido llamarlo por su nombre? ¿Qué está sucediendo conmigo?>>.

—El señor Edan se encuentra ocupado. ¿Quiere que la ayude a lavar y peinar su cabello?

—No, puedes retirarte.

—Está bien —Deja la bandeja que había estado sosteniendo sobre la mesa de noche. —Permiso, señorita... —Sale de la habitación dejándola sola.

Los toques de Rafael, su perfume, su asquerosa erección chocando contra su pelvis, sus dientes cerrándose sobre su piel, su sudor cayendo sobre su frente... Los flashes de la situación que vivió el día anterior la obligan a levantarse y mirarse al espejo. En su cuello y hombros hay marcas que provocó ese animal, y en sus muñecas hay marcas provocadas por la Bestia, Edan. Su largo cabello va recogido en un moño alto aunque algunos mechones caen sobre su rostro. Durante la mayor parte de su adolescencia pensó en cortar aquel arbusto de cabello, pero mientras más crecía, más se enamoraba de él.

Tras pensar en cómo estará su hermano pequeño, en cómo estará su padre y su amiga Lucy, decide darse una ducha.

—¿Cómo fuiste capaz de traicionarme de esa manera? Lastimar a una persona que estaba bajo mi techo, bajo tu protección —Reprende a Rafael mientras Anderson busca una de sus herramientas de tortura favoritas-

Rafael, quien logró ver el amanecer posiblemente por última vez, se encuentra atado a una silla de hierro clavada al piso. Su rostro demacrado y ensangrentado demuestra la difícil noche que tuvo que pasar recibiendo los golpes de los hombres que anteriormente recibían sus órdenes.

—¿Es esa la traición o haberme interesado en la misma mujer que usted? —Al escuchar su pregunta, Edan se gira a verlo a los ojos mostrando el fuego que se acaba de encender en su interior. —¿Por qué se empeña en engañarnos? Diga la verdad, no le dolió que estuve a punto de violar a una mujer sino que estuve a punto de cogerme a la mujer que usted nunca podría... —El puño del castaño se impacta con fuerza en su mejilla logrando que el castaño atado a la silla escupa un poco de sangre en compañía de uno de sus dientes. —Puede golpearme toda la vida, pero sabe que esa es su verdad. La mujer que más ha deseado en su vida es prohibida para usted...

—¡Cállate, bastardo! —Clava el cuchillo en su muslo. —No tienes derecho a hablar ni siquiera a respirar. Me traicionaste, traicionaste a tu jefe, a tu señor... Traicionaste al hombre que te convirtió en lo que hoy eres y no te importó —Saca el cuchillo de su cuerpo y comienza a deslizarlo con agilidad sobre sus brazos hasta que lo entierra en su hombro izquierdo. —Eres un animal que mordió la mano del hombre que le da de comer —Saca nuevamente el cuchillo y se lo entrega a Anderson. —Tú me has visto por años practicar mis torturas con diferentes personas. Ya sean porque me robaron, me mintieron o me traicionaron, y hoy te convertiste en una de ella —Le hace una señal a uno de sus hombres quien le tira un balde de agua. —Y te juro que haré que me ruegues que te mate porque de otra forma, te torturaré hasta cansarme y tú mejor que nadie sabes lo mucho que me divierto con mis juguetes —Uno de sus hombres le pega un cable de corriente enviando corrientes eléctricas en todo su cuerpo. —¡Pagarás, maldito! —De repente, la puerta se abre dejando ver a Justin, uno de sus más antiguos empleados.

—¡Señor, nos atacan! —Grita haciendo que todos se pongan alerta.

—¿Qué? ¿Qué carajo está sucediendo?

—No sabemos cómo, pero lograron dar con nosotros y atacan la casa.

—Saquen a Rafael de aquí y llévenlo con vosotros, aún no termino —Les ordena a sus empleados mientras sale del sótano. Comienza a subir las escaleras escuchando el sonido de los disparos de diferentes armas, llega al primer piso de la mansión y ve a todos sus hombres tratando de contener a aquellos hombres. —¿Ya sacaron a todos? —Le pregunta al rubio junto a él, Justin.

—La... —Sus palabras se ven interrumpidas por el sonido de una explosión en el tercer piso de la mansión.

—¿Sacaron a Bella?

—No —Sin pensarlo dos veces, se levanta con su arma glock en manos y comienza a subir las escaleras.

Al estar frente a la habitación asignada a la rubia, entra sin llamar ya que está no lo escucharía debido al escándalo que ocurre en la mansión. Su mirada estudia todo el lugar hasta que la encuentra en el piso con un gorila de algunos dos metros sobre ella. La rubia intenta moverse mientras las lágrimas descienden por sus mejillas, pero el hombre la tiene inmóvil.

Sin dudarlo, quita el seguro de su arma y dispara en la nuca de aquel hombre arrebatándole la vida. Su oscura mirada se encuentra con los ojos de Bella quien lo mira con miedo y desagrado. En otro momento cuestionaría por qué lo mira de esa manera, pero en medio de una balacera no es lo mejor. La toma del brazo y la saca a rastras de la habitación sin importarle que está solo va vestida con un kimono.

—¿Señor, está bien? —Le pregunta Anderson llegando a la escalera con una escopeta listo para cubrir a su jefe.

—Sí. ¿Está todo listo?

—Sí, señor. Venga conmigo —Lo dirige a la salida secreta de la mansión que da al bosque junto a la vivienda.

Las lágrimas descienden por las mejillas de Bella sin cuidado. En menos de veinticuatro horas estuvo a punto de ser violada por dos hombres diferentes, Edan asesinó a uno de aquellos hombres sobre ella y ahora está huyendo por el bosque con su pie herido y sin bragas. ¿Qué más podría pasar?

—¿Quiénes puñeta eran esos hombres? —Cuestiona Edan al llegar a la carretera donde ya lo esperan seis camionetas último modelo, blindadas hasta las gomas.

—No lo sé, señor, pero me encargaré de averiguarlo —Responde Anderson mientras abre la puerta del cuarto auto. El castaño empuja a la rubia antes de ingresar en el auto. —Yo iré en la camioneta de delante.

—Ok —Anderson cierra la puerta antes de alejarse y subir a la camioneta de enfrente. Los oscuros ojos de Edan se detienen en la pequeña mujer junto a él quién parece estar fuera de sí. Sus ojos están fijos en sus manos que tiemblan ligeramente, sus mejillas están húmedas debido a las lágrimas que ha estado derramando y sus labios están entre abiertos dejando salir leves sollozos. —Bella... —Llama su atención, pero está lo ignora. —Bella... Bella, le estoy hablando —Silencio. —¡Carajo! —El grito logra espantar a la rubia quien lo mira con temor.

—¿Qué desea, señor Edan? —Cuestiona viéndolo directamente a los ojos.

—¿Cómo está?

—¿Qué cómo estoy? —Pasa sus delgados dedos por su cabello quitando algunos mechones de su rostro. —Ayer uno de sus asquerosos empleados estuvo a punto de violarme y hoy otro hombre entró en mi habitación con la misma intención. Ayer le disparó en la pierna a un hombre frente a mí y hoy le arrebató la vida a otro ¿y usted se atreve a preguntarme cómo estoy? ¡Me robó la vida, me quitó lo que más amaba que era mi libertad, me lo quitó todo en cuestión de segundos y no le importó! ¿¡¿Y todo por qué?!? ¡Por una asquerosa deuda que mi padre tiene hacia usted! —Grita sintiendo el dolor salir en cada palabra. —Anoche me prometió que nadie más que usted me tocaría, pero hoy otro hombre puso sus sucias manos en mí —Se gira hacia la ventana.

—Lamento lo que sucedió —Sin saber por qué, aquellas palabras salen solas de sus labios haciéndolo sentir como eliminó un peso de sus hombros.

—¿Por qué? —Se vuelve a girar hacia él. —¿Por convertirme en su prisionera, por qué su empleado estuvo a punto de violarme, por qué un hombre desconocido ingresó en la habitación donde duermo y estuvo a punto de violarme o por todo en conjunto?

La Bella y la Bestia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora