IVX. Rebelde🥀

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¡Hola! Les informo que tuve que volver a subir el capitulo porque Wattpad me eliminó una gran parte y se pueden imaginar el resto...

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—¿Y me quedaré aquí a vivir contigo, hermana? —Pregunta el pequeño Javier mientras su hermana mayor lo mete a la cama.

—No, te quedarás con papá mientras yo pago la deuda con el señor Edan. Luego nos iremos muy lejos donde nadie pueda hacernos daño.

—¿Lo prometes?

—Lo prometo. Ahora es hora de dormir, hasta mañana.

—Hasta mañana, hermana —La rubia se levanta de la cama y sale de la habitación de invitados encontrándose a Edan recostado del marco de la puerta.

—Te quiero en mi habitación, ahora —Ordena con los ojos llenos de lascivia.

—¿Qué? No.

—Bella, te acabo de dar una orden, no fue una petición —Ruge con voz fría.

—Y yo acabo de decir que no. No puedes pensar que iré como una mansa ovejita a tu habitación para coger mientras mi padre y hermanos están bajo mi mismo techo.

—No me interesa si está el Papa Francisco. Quiero cogerte justo ahora y romperte en mi cama —Al escuchar sus palabras siente encenderse aquel fuego en su interior. —Vamos.

—No —Responde con fuerza. —Hoy no —Cruza por su lado y va a la cocina donde encuentra a la esposa de su hermano.

—Bella... —Esta intenta hablar, pero la rubia no tiene ánimos para ello.

—Oye, Kristal, no es momento de una de esas conversaciones de cuñadas, ni siquiera tenemos que tenerla... —Habla abriendo la puerta del frigorífico y tomando un envase de Nutella junto con una cuchara de plata.

—No intentaba tener esa conversación solo quería preguntarte que hiciste para tener a un hombre como Edan a tus pies. No es un secreto que nos conocemos del pasado y él no es así.

—¿Quién te dijo que tengo a Edan a mis pies? ¿A caso no has visto a tu alrededor? Estoy, literalmente, en una jaula de oro donde no soy más que una prisionera —Lleva una pequeña porción de la manteca de cacao a sus labios.

—Lo eres porque quieres. Si desearas irte del cobijo de Edan te disculparías con Josué y de esta manera él pagaría tu deuda. Tú saldrías de la vida de Edan dejando una vacante que pronto yo ocuparé.

—¿Disculparme? ¿Te estás volviendo loca? —Gruñe. —La deuda que tú acabas de llamar mía es la deuda del bastardo de mi padre quien no le interesó que un mafioso me llevara solo para huir de sus responsabilidades —Escupe con rabia. —Si quieres meterte en la cama de Edan e intentar complacerlo, adelante, tienes el camino libre, pero cierra la maldita boca —Deja el envase sobre la isla antes de caminar hacia la salida aunque la delgada mano de Kristal se cierra en su brazo inmovilizándola.

—Bella, eres inteligente, sabes que es lo correcto y...

—No vengas a querer manipularme porque no lo conseguirás.

—Señorita Bella —Escucha la voz de Anderson a sus espaldas. Se gira y ve al mano derecha de su carcelero en la puerta que da de la cocina al comedor. —¿Todo bien?

—Sí —Se libra del agarre de su ''cuñada''.

—El señor Edan la espera en su habitación.

—Pues, seguirá esperando. Buenas noches —Se despide antes de irse a su habitación.

La puerta de roble de la gran habitación de Edan se abre y aunque deseaba toparse con aquellos zafiros curiosos, se encuentra con unos ojos avellana que destilan deseo.

La Bella y la Bestia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora