La vida de Bella no había sido fácil desde el momento en el que su madre falleció en compañía de su amante, destruyendo la vida de su esposo e hijos.
Años después, viviendo al otro lado del país, las deudas de su padre habían arrastrado a Bella a un...
Hola, antes que todo quería informarles que cada vez que haya una escena +18 habrá un apartado en negrita que les informará donde inicia y dónde termina ya que hay algunos lectores que no les gusta leer ese tipo de contenido. ________________________________
Una semana después...
<<Mi vida se ha vuelto monótona desde que llegué a esta jaula de oro.
En las mañana, aproximadamente las nueve y treinta de la mañana, Rosa, mi doncella como el señor Edan me obliga a llamarla, me trae mi desayuno tras yo haberme duchado, cambiado de ropa y cepillado el pelo. A las doce en punto, vuelve con una bandeja solo que esta vez es con mi almuerzo. Y, a las siete y cuarenta me sube la cena y no regresa hasta el día siguiente.
Estar en esta mansión, a pesar de ser gigantesca, es lo más aburrido que he podido vivir ya que la bestia dueño de todo no me deja salir de mi habitación>>.
Escucha cuando alguien quita el cerrojo de la puerta obligándola a salir de sus pensamientos. Se reincorpora en la cama y ve a Rosa ingresar con una bandeja en sus manos.
—Buenas tardes, señorita Bella.
—¿Qué tienen de buenas? He estado una semana encerrada en esta habitación sin ver el sol —Escupe con fastidio. Se levanta de la cama y se acerca al gran ventanal desde donde ve el hermoso jardín.
—Traje su almuerzo...
—No tengo apetito, lo puedes llevar contigo —Le ordena.
—Señorita Bella, el señor Edan ordenó que...
—No me interesa lo que ordenó tu jefe. No tengo apetito —Responde con rabia.
—Rosa, te puedes retirar. Deja la bandeja —Escucha la voz grave del hombre que la ha convertido en su prisionera. Se mantiene en la misma posición ya que lo último que desea es verlo a la cara. —¿Se puede saber por qué no desea comer? Bella, me estoy cansando de tener que venir aquí cada vez que desee hacer uno de sus berrinches —Escupe con fastidio provocando que la rubia se gire para verlo. Va vestido de una forma elegante, como si terminará de cerrar un importante negocio. Un traje oscuro hecho a la medida a juego con una camisa blanca sin corbata.
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—No le pido que venga —Se gira nuevamente dándole la espalda. —No le pedí que me mantuviera cautiva —Los oscuros ojos de Edan la estudian detenimiento.
—Estoy perdiendo la paciencia —Aprieta el puente de su nariz mientras se acerca a ella. La toma del brazo fundiendo sus dedos en su piel y la obliga a girarse para verla a los ojos. —¿Por qué es usted tan terca? Debe alimentarse.
—No quiero nada de usted solo mi libertad —En sus ojos está presente el miedo y la desesperación como si un monstruo estuviera frente a ella. La mirada de la rubia logran lastimar al castaño sin saber el porqué.
