crónicas ficticias

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¿Será hoy el fin?

O un nuevo comienzo.

Hay relojes, no hay relojes,

Que fraccionen nuestros tiempos.

corría el año 1976. FADEA y la CONAE cajoneaban un experimento ultrasecreto que hubo tenido incontrolables resultados. por lo impredecible de los mismos se decidió no continuar.

las tabletas de circuitos quedaron guardadas al fondo de un subsuelo pero. ¿Estaban completas esas cajas?

por el pabellón 90 de FADEA pasaron decenas de aviones en los últimos meses. desde Mirages hasta el hijo cordobés Pampa. pasando por A4B, C, Q. de todos ellos, algunos quedaron benditos, iluminados, accidentalmente mejorados. porque el proyecto cancelado no quedó del todo sin efecto. porque las órdenes trabadas dieron pie a que profesionales mecánicos instalaran aquellas tabletas sagradas y dotaran a las máquinas de inteligencia artificial 100% argenta.

La junta militar no podía enterarse de aquello. por lo que el grupo de investigación a cargo, en un arranque de desesperación depositó todas sus esperanzas en la clemencia del comando de la séptima brigada aérea.

No desentonaban los arrolladores motores rugiendo sobre la base militar. Pero por alguna razón aquella mañana de Agostosu presencia se impuso sobre la habitual composición de aquel particular cuadro.

En su oficina, el Mayor Allende desautomatizaba con un café recontraquemado las actividades del día, sin imaginar que la calma se le acabaría más rápido que su asquerosa infusión. Porque golpearon la puerta y, como quien no quiere la cosa, autorizó la entrada al Cabo Primero Mecánico De Aeronave Constantino Lombardo.

-Mi Mayor. Por favor déjeme hablar. ¿Recuerda el Proyecto Bravío? Bueno. Lo cancelaron. Pero una parte se llevó adelante y tenemos en la pista principal 20 aviones con Inteligencia Artificial que, si los encuentra la Junta, los manda a desmantelar, vende a Estados Unidos, o una cosa y después la otra-

-Cabo primero. ¿Otra vez con las sandeces? Ningún discurso estrafalario me convencerá de seguirlo. Ya me curé de espanto con las bromitas de Usted- Recordó la ocasión en que, con el pretexto de haber pinchado las 4 gomas del auto, otro mecánico lo hizo bajar para que lo ayudara. Antes de poder decir: "Esta goma está bien", Lombardo y el otro le vaciaron un balde de agua helada por la espalda. aquel argumento estrafalario, sumamente intrigante y tremendamente pmprobable le parecía el detonante perfecto para otra de esas hechuras.

-¡Le juro que esta vez no son sandeces!-

-si. Como la vez que "Venía piedra" y cuando volví de ver una noche límpida me habían puesto sal en el Don Pedro doble medida-

-¡Pero en serio!-

-En serio. Vuelva a trabajar-

-No me iré hasta que no me acompañe-

-Haga lo que quiera. La sanción correspondiente será sólo para Usted- Y volvió su vista al escritorio. Pero le fue imposible ignorar la mirada particularmente inquisitiva del mecánico en el entrecejo. Finalmente, de mala gana y amenazándolo de todo castigo existente si a caso era una tomada de pelo, se enfiló a la pista principal. Allí lo esperaban 20 aeronaves de 4 sistemas de armas distintos, los pilotos que guiaron su vuelo, y un buen número de mecánicos.

|-¿Qué necesitan?- Preguntó listo para una soberana gastada.

-De verdad necesitamos esconder estos aviones en algún lugar. Por el impecable expediente conductual de esta Brigada, calidad profesional, y oficialidad de renombre como Usted creemos que tiene la idoneidad para acoger el más grande avance de nuestra aviación- El piloto de un A4B.