Anna's Pov
Todavía no puedo creer que no está aquí conmigo. El tendría que haber vuelto con Mattheo, el tendría que estar aquí conmigo. Me prometió que iba a volver a estar conmigo, pero hoy comprendo que no todas las promesas se pueden cumplir.
Recuerdo la primera vez que lo conocí. Tenía once años y el doce años recién cumplidos, era mi primer año en hogwarts y no tenía amigos, ese día entre al gran comedor sola hasta que me choque con el. Le pedí disculpas miles de veces y el me sonrió con ternura, recuerdo que el fue mi primer amor platónico, antes de conocer a Tom. Desde ese día no me había nunca dejado sola, hasta hoy.
Lágrimas desbordan de mis ojos fluidamente. Me duele tanto haberlo perdido. Dorcas se detiene al escucharme sollozando, se voltea y me abraza fuertemente. Tom me mira con ojos tristes yo cierro los ojos y me sumerjo en los recuerdos.
Nuestro primer beso que fue hace unas semanas. Cuando hicimos el amor por primera vez. Cuando me dijo que me amaba por primera vez. Las tardes que pasabamos juntos después de clase leyendo libros. Sus abrazos. Su aroma. Su sentido del humor. Su risa. Sus besos. Su presencia. Ya no está aquí conmigo.
Siento que mi corazón está prendido fuego, me duele el pecho y no puedo dejar de llorar. Quiero que vuelva.
—Ya Anna, tranquila— Dorcas susurra y me abraza aún más fuerte. Lloro desconsoladamente con mi amiga mientras ella intenta calmarme.
Me separó de ella y me limpio las lágrimas, pero fallo y vuelven a caer. Me duele tanto que no esté aquí conmigo.
—Vamos...vamos tenemos que salir de aquí— hablo como puedo, las lágrimas siguen desbordando de mis ojos. Dorcas asiente con los ojos cristalizados y ahora soy yo quien la abraza.— Siento que Mattheo no pueda venir— lloro junto a ella.
Nos separamos y seguimos caminado hasta que me jalan hacia atrás.
—No me gusta verte llorar, Black— Tom me abraza con fuerza. Me aferró a su pecho y explotó. Lágrimas caen de mis ojos y me dejó caer aún abrazándolo. En ningún momento me suelta, me acaricia el cabello tranquilamente intentando calmarme.
Tom toma a Dorcas de la mano y jala hasta que quede sentada en el piso con nosotros, el nos abraza fuerte a las dos y nos súplica que no lloremos, que tenemos que ser fuertes.
—Vamos, tenemos que seguir chicas— Se separa de nosotras y se levanta, nos levantamos seguido de el.— Conozco un lugar donde nos podemos quedar.
Seguimos a Tom hasta que llegamos a una cabaña que estaba abandonada. Entramos y Tom nos dijo que subamos unas escaleras, Dorcas y yo subimos y escuchamos los pasos de Tom detrás nuestro.
Había dos puertas una al lado de la otra. Tom se fue por la izquierda y nosotras por la derecha. Dorcas abrió la puerta y nos dejó ver una cama donde entran dos personas y un gran armario. Entramos y yo fui directo a la cama.
—Oigan,— Tom entra a la habitación— Descansen, mañana partiremos hacia otro lugar.
—¿A dónde iremos Tom?— Dorcas le pregunta.
—A un lugar donde estaremos a salvó.— finaliza y cierra la puerta. Dorcas se recuesta a mi lado y yo sin poder evitarlo me largo a llorar.
Me duele tanto el hecho de que Ced ya no esté conmigo, que ya no volveré a verlo. Me duele saber que no podré verlo jugar quiddich nunca más. Que jamás leeremos un libro juntos otra vez. Que nunca va a volver a darme uno de sus abrazos que me alegraban los días. Que jamás volveremos a vernos. Que jamás volverá a besarme. Que nunca más podré volver a ser feliz con otra persona que no sea el.
¿Porqué el? Esa es una de las tantas preguntas sin respuesta que tengo, el jamás hizo nada malo ¿Porqué a el? ¿Porqué no a otro? ¿Porqué tenía que ser el? ¿Porqué lo quitaron de mi vida? ¿Porqué?.
Algo tengo muy claro, me vengare de quién sea que le allá quitado la vida. Me vengare de quién sea que allá dado órdenes de matarlo, y yo misma mataré a toda su familia.
Te vengare, Ced.