Llegue a la casa de Kusuke y Haru se encontrada tomando una siesta. Kurumi me sirvió el almuerzo y junto a su esposo se sentaron a comer conmigo.
— Espero que te guste.
— Gracias por todo.
— No hay que agradecer, eres familia para nosotros.
— Kusuke nos hablo de su deseo de casarse contigo. Pero aunque no te cases con él, sigamos siendo cercanos ¿Si?
— ¿Como dicen?
— Si, tomate tu tiempo si lo necesitas. Eres joven y tienes dos hijas, no sientas que solo por eso debes casarte. Eres libre de hacer lo que quieras.
— ¿No quiere que me case con su hijo Sr. Saiki?
— No, todo lo contrario. Pensar en que te cases con mi hijo Kusuke me hace llorar de felicidad.
La Sra. Saiki de verdad lloraba.
— Solo decimos que entendemos las inseguridades que puedas sentir. Creemos que te costó algún tiempo acercarte a nosotros. Y que nuestro encuentro paso muy de prisa por las circunstancias. Pero a nosotros nos alegra haberte conocido y a tus hijas.
— Pueden casarse hoy o en 50 años pero siempre vas a tener una familia en esta casa sin importar lo que decidas con respecto a Kusuke.
— Tus hijas son encantadoras. Y se que Kusuke es muy feliz con ustedes. Me has dado esa alegría así que estoy tan agradecida que es lo mínimo que puedo hacer por ti. Yo prometo cuidarte como una hija a ti también.
Me hicieron llorar. ¿Por que ellos son así? Extrañaba tanto tener un hogar donde otros fuesen los que se preocupen por mi pero acabo de darme cuenta.
Nunca imagine que iba a poder volverme a sentir así. Me alejaron de mis padres desde que era tan pequeña que olvide lo que se sentía que una madre quiera cuidar de ti.
Cuide de muchos niños cuando apenas aprendía a leer. Me quitaron tanta inocencia en todos esos años. Tuve que crecer sin importar el tiempo y ser fuerte. Tenía que poder todo.
Y ya no puedo.
¿Este es el momento de derrumbarse?
¿Es el momento para llorar?
Vino la Sra. Saiki a abrazarme, me puso en sus hombros y me permitió seguir llorando. Me abrazo con fuerza.
Jamás extrañe tanto a mamá como este dia.
No puedo con todo.
No puedo cuidar de mis hijas correctamente.
No puedo mantener la compostura.
No puedo olvidarme de mi pasado.
No puedo amarme.
No puedo casarme con Kusuke.
Ya lo pensé. Y todo indica que lo mejor es acabar con esta relación. Kiyomi es mi prioridad y si estar junto a Saiki es lo que quiere, voy a tener que romper su corazón por su seguridad.
Pero no puedo quitarle su alegría y quedarme con la mia. No puedo verla llorar sin entender su sufrimiento.
Se que una madre toma esas decisiones por su hija. Pero realmente quisiera no ser la madre. Quisiera no tener que hacerlo.
Sin darme cuenta dormí en medio de mi llanto y cuando desperté estaba en la cama de Kusuke otra vez. Él me entrego una rosa de papel que acababa de hacer.
— Se que no te gusta que arranque flores así que aquí tienes una flor hecha de una hoja de caña de azúcar.
— ¿Que dia es hoy?
— Solo dormiste algunas de horas. Son como las 16 de la tarde.
— ¿Donde esta mi hija? ¿Como esta?
— ¿No dirás nada de mi rosa de papel?
— Es hermosa.
— Gracias. Y Kiyomi esta bien, solo algo triste porque no entiende que pasa con su salud. Le daré un parte medico. ¿Que debo decirle?
— Ella reacciono así por el contacto con el gen psk, es porque tiene contacto con tu hermano. Pero no puedo decirle eso. Solo digámosle que debe alejarse de él. Y que siga tomando su medicación.
— ¿Como vamos a justificar que se aleje de un amigo y futuro tio? De eso ultimo soy responsable. Yo de verdad no crei que esto pasaria.
— Nadie lo creia, Kiyomi nunca a estado enamorada de alguien. A evitado a cada chico que se le cruce. Solo Nendo era su amigo y solo por los recuerdos. Pero ella esta enamorada de él.
— Y él de ella. Aunque no se lo admita. Él parece sentirse confundido.
— ¿De verdad? Entonces tiene que rechazarla. Habla con él para que lo haga. Yo hablaré con Kiyomi para que se confiese.
— Voy a insistirle, aunque el no suele obedecerme.
— ¿Crees que si tu madre se lo pide él lo haria?
— Mamá no haria algo como eso.
— ¿Si le explicamos? Ella sabe de Saiki. Aunque deberiamos decirle de Kiyomi tambien y eso seria complicado. ¿Tu padre no se lo dirá?
— Debo decirte algo.
— ¿Que hiciste?
— Hable con mi hermano y le conte parte de la historia.
— ¡¿Que?! ¡No!
— Fue para persuadirlo de que se aleje.
— ¿Lo hara?
— Hablar con mamá para que se lo pida funcionaria mejor que el que yo se lo diga.
— Kusuke debemos cuidarla.
— Lo se mi amor, lo haremos.
Me abrazo y se recosto a mi lado.
Esta situación es muy compleja. Amo a mi hija de verdad, no quiero que sufra ni mentirle. Pero debemos utilizar con cuidado nuestras palabras.
— No te preocupes más. Que este dia termine lo más relajado posible.
— ¿Cuando le darán el alta?
— En unas horas.
— ¿Aun descansa?
— Si.
— ¿Y tu hermano?
— Bueno él me trajo y luego volvio con ella.
— ¿Que dices?
Kusuke me giro y me abrazo más fuerte.
— Tranquila, por hoy no hay peligro. Deje que se despida de ella. Ya sabes para un hombre es difícil separarse de la chica que le gusta y más cuando eres tan joven. Yo se lo que se siente.
— ¿Estará bien?
— Si, le inyecte un calmante.
De acuerdo, solo debo confiar en él.
— ¿Haru?
— Mi mamá la llevo a jugar con Yuuta y su madre. Están alado. Papá fue con ellos. Estamos solos.
— No va a pasar aquí.
— Lo se, solo te lo decía por si quieres llorar o gritar. Aquí puedes desahogarte.
— Gracias.
— Claro que tambien puedes pedirme lo que quieras, yo te puedo complacer.
Esa voz seductora. Gracias por amarme.
— Gracias por quedarte en mi vida Fleur. Prometo que esto funcionara. Seremos una familia que cuide de Kiyomi y de Haru. Seremos felices.
Tantas promesas. Yo te amo y quiero creerte. Agradezco cada parte de tu existencia. Y aun así pronto te dire que no.
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Florecer: La desastrosa vida de Saiki Kusuo [Editandose]
FanfictionConocerte fue tener un corte profundo que llega hasta los huesos. [♡]