Florecer: La desastrosa vida de Saiki Kusuo [Editandose]

Capitulo 43: El cazador

Kusuke llegó a la habitación donde Kiyomi yacía inmóvil. Su corazón se desgarraba al verla en ese estado. Saiki, sentado junto a la cama, lo miró con una expresión seria.

— ¿Cómo seguirá todo esto?

Preguntó Saiki con voz baja.

— ¿Que le sucedió?

— Colapsó. Dijo que "él viene" y se desmayó.

Kusuke se acercó a Kiyomi y acarició su cabello.

— Ella anhela detenerse.

Susurró.

— ¿Quieres irte, Kiyomi? ¿Después de quererme, quieres irte igual?

Kiyomi abrió los ojos, pero su mirada estaba vacía. Kusuke se sintió desgarrado. Saiki tomó de la mano de su amada.

— No puedo creer que deba verte llorar, Saiki.

Dijo Kusuke, con su voz quebrada.

— Tengo que hacer algo. Solucionar algo.

Dijo el psíquico desesperadamente.

Fleur entró en la habitación, interrumpiendo el momento.

— Kusuke, tengo que mostrarte algo.

Kusuke se levantó y siguió a Fleur. En el pasillo, ella le mostró un libro con una mancha de sangre. Así es como funcionaba, una gota de sangre y la memoria de una persona bastaban para que Kiyomi usará su poder de resurrección.

— Es él.

Dijo Fleur, con su voz temblorosa.

— Está vivo.

Kusuke y Fleur se miraron, aterrados.

— Yo iré tras él.

Dijo Kusuke, determinado.

— Sabes que no puedes hacer eso.

Las miradas de ambos reflejaban una angustia latente. También un cariño inevitable. Sin dudarlo Kusuke la tomó en sus brazos para consolarla.

— Por ahora solo debemos cuidar de ella.

Saiki acariciaba con suavidad el cabello de Kiyomi. Deseaba hacer algo por ella cuanto antes. Consciente de que debían actuar pronto, Kusuke y Fleur se soltaron y volvieron con Kiyomi.

— Saiki llevamos a mi laboratorio, ella necesita ir a un lugar seguro.

— Primero dime quien es "él"

— Es James, el científico obsesionado con Blaz y con la aniquilación de todos lo psíquicos en el mundo. Lo cual la incluyen a ella.

— ¿El mismo James que la secuestro?

— No deseaba que supieras tanto, veo que se pusieron al día.

— Ya no podía esconderlo más Kusuke.

— Lo se mi amor, lo se.

Kusuke tomó de la mano de Fleur y la beso suavemente. Saiki hizo lo mismo con Kiyomi.

— Ya no están en peligro, porque yo puedo encargarme de James.

Kusuke y Fleur se miraron.

— Si eso fuese cierto, no tendríamos tanto miedo. No les hubiésemos pedido que se alejaran. No sabes lo peligroso que es James. No pudiste hacer nada tan solo contra Oliver. ¿Crees en verdad que James es alguien a quien puedas vencer fácilmente?

— Sabes que no uso el 100% de mi capacidad comúnmente. Y que no soy el mismo que hace unos meses, mis poderes crecieron desde aquel meteorito y aún más desde la presencia de Kiyomi en mi vida.