Florecer: La desastrosa vida de Saiki Kusuo [Editandose]

Capitulo 42: Verdad dolorosa

El ambiente en Belle Fleur era tenso, cargado de emociones no expresadas. Saiki Kusuo, dejaba de lado su característico aire de indiferencia, observaba a Fleur mientras sus pensamientos repetian sus preguntas una tras otra, necesitaba saber la verdad.

Su habilidad psíquica le permitía percibir cada emoción, cada temor, y ahora más que nunca, sabía que era el momento de descubrir lo que realmente estaba en juego.

Fleur, inquieta, rompió el silencio.

- Saiki, hay algo que debes saber sobre Kiyomi.

Sus ojos brillaban con una mezcla de determinación y miedo, reflejando las sombras de un pasado que ambos temían afrontar.

- ¿Qué es? Por favor, cuéntame lo todo.

Saiki preguntó, aunque ya tenía una idea de lo que iba a escuchar. No quería siquiera aceptar la posibilidad de un pasado tan triste para su amada. Pero hace tiempo había empezado a desentrañar la verdad que rodeaba a Kiyomi, una chica atrapada en un laberinto de recuerdos perdidos y secretos oscuros.

- Nanjiro Oishi se hacia llamar su ultimo padre, aquel con el que vivimos en Francia durante muchos años.

Fleur vaciló, luchando por encontrar las palabras.

- Pero él no era el padre que ella recuerda, su nombre era James, es la secuestro.

El viento soplaba suavemente hasta aquel momento, pero la noche poco a poco se volvia más fria.

- Ella perdió la memoria antes de poder escapar de su control. Ella creyó que el era su padre y que yo era su madre.

Saiki sintió un escalofrío recorrerle la espalda. Había confirmado sus sospechas: Kiyomi no solo había sido una víctima, sino que había sido manipulada, privada de su identidad y su vida. Pero, a medida que Fleur hablaba, una nueva revelación se formó en su mente.

- Y Nanjiro Sakura... Él fue quien la adoptó, ¿verdad?

Saiki interrumpió, su voz fue suave pero firme.

- Él murió. Cuando Kiyomi nació su madre intento que escapara de el cautiverio donde los niños como ella eran criados. Nanjiro Sakura era un buen hombre. Pero lo encontraron y se la llevaron de vuelta, matando a aquel buen hombre y a todos los niños que cuidaba.

- Por eso Kiyomi está atrapada entre dos mundos, sin saber quién es realmente su padre.

Fleur asintió, con sus ojos llenos de lágrimas.

- Y ahora entiendo por qué Kusuke le ocultó esto. Hay más en la conexión entre Oliver y Kiyomi de lo que pensaba. Él también es parte de su historia.

- Oliver creció con nosotros en cautiverio. Un día todo se desvaneció y Kiyomi nos rescato. Nos trajo de vuelta a Japón y reviviendo a Nanjiro Sakura y a su horfanato nos brindo un hogar. Pero solo unos años después James nos encontró, él había sobrevivido pues no se encontraba en la isla en aquel momento.

- Se quien fue James.

- No, no lo sabes. Ese hombre arruino nuestras vidas. Me llevo consigo y a Kiyomi, nos torturó de formas que no te imaginas.

- Fleur ¿Tuviste un hijo con James?

Ella rompió en un llanto desgarrador que repercutió tanto en Saiki que este comenzó a llorar también. No dudo en abrazarla.

- Creo que Kiyomi revivió a mi bebé. Pero no soy lo suficientemente fuerte como para volver a verlo. Y además Kusuke dice que no es mío.

- Eres realmente fuerte.

Ella se aferro a él con más fuerza y dejó salir todo su dolor en sus lágrimas. Saiki sabía que aquel bebé era de Fleur, pero no tuvo el valor de decírselo. Confío en que Kusuke lo haría muy pronto.

- Fleur, dime la verdad sobre quien es la madre de Haru.

- No soy yo.

El peso de la verdad se hizo más pesado. Saiki respiró hondo, sintiendo la lucha interna en su pecho. Una lucha en contra de la desesperación de su corazón. Se aferro a Fleur con toda la fuerza que pudo pero sintió que sus brazos se caían. El dolor que experimentaba era difícil de poner en palabras. Tardaron varios minutos en tomar un suspiro y continuar.

- Su limitador es por mí, desperté sus poderes. No puedo seguir con esto, Fleur. No puedo ser la causa de su sufrimiento.

La tristeza en la voz de Saiki resonó en el aire.

La conversación con Fleur había abierto un abismo entre lo que deseaba y lo que era necesario.

De repente, una presencia familiar se sintió cerca. Kiyomi, atraída por el aroma de Saiki, subia las escaleras. Su mirada, distante y perdida, cambió al instante.

- ¿Qué está pasando aquí?

Preguntó, pero su voz parecía venir de otro lugar.

De repente, se detuvo, con los ojos fijos en la ventana.

- Despierta... yo soy la voz de tu interior...

Murmulló, como si alguien más hablara a través de ella.

- Él viene... ya viene.

Saiki y Fleur se intercambiaron miradas llenas de preocupación. Antes de que pudieran reaccionar, Kiyomi se desmayó, cayendo al suelo con un golpe sordo.

- ¡Kiyomi!

Saiki corrió hacia ella, mientras Fleur llamaba a Kusuke rapidamente, sabiendo que solo él podría ayudar en ese momento.

Las palabras de Kiyomi resonaban en la mente de Saiki, como un eco de advertencia. Había mucho más en juego de lo que habían imaginado.

Mientras la situación se complicaba, Saiki comprendió que las verdades ocultas solo eran el principio de un camino que debían recorrer, enfrentando los fantasmas del pasado y el poder latente de Kiyomi.

Las luces de Belle Fleur parpadeaban, reflejando la incertidumbre de un futuro incierto.

En ese instante, Saiki supo que la verdad no siempre liberaba, a veces, solo la ataba más a un destino que aún no podían comprender.