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597 palabras

- Capítulo 17 -

— ¿Quién eres tú? — una chica fue quien habló.

El rizado planeó muchos escenarios en su mente, pero definitivamente que una mujer abriera la puerta no era uno de ellos.

— Yo...umm...¿Benji? — el rizado respondió sin saber que decir.

— No — la mujer rió —. Benji es mi hermano ¿Quién eres tú?

En ese momento el rizado volvió a pensar con claridad. Su hermana ¿Cómo no lo había pensado?

— Oh, claro. Busco a Benji, soy Jorge.

— ¿Jorge? No te he visto por aquí. ¿De dónde conoces a mi hermano?

— Somos compañeros, sólo quería hablar con él. Proyectos y esas cosas.

— Claro. Pero Benji no está aquí, limpió el desorden por la mañana y salió a comprar unas cosas — una pizca de desilusión se posó en la mirada del menor —. Pero seguro puedes esperar en su habitación, ya no debe tardar.

— No sé si yo...

— Tonterías, pasa — la chica le invitó con una sonrisa.

Jorge imitó el gesto y se adentró al lugar, realmente el lugar era muy diferente si lo veías con aquella calma totalmente puesta al alboroto de anoche.

Los muebles parecían estar completamente ordenados, y no había rastro alguno de basura o destrozos.

— Como si nada hubiera pasado ¿eh? — la chica pareció leerle la mente —. Pero que maleducada soy, mi nombre es Amy, no me he presentado.

— Un gusto — respondió con sencillez.

— ¿Quieres tomar algo?

El rizado negó con rapidez, deteniéndose al sentir el palpitar de su cabeza ante la resaca presente en su cuerpo, y las leves náuseas causadas por el mismo consecuente de su ebriedad la noche anterior.

— Bien, pues puedes esperarlo en su habitación — la chica le indicó, y el rizado le miró esperando que siguiera hablando —. Oh, subes las escaleras y es la última puerta del pasillo.

— Gracias.

El rizado caminaba con lentitud a través de aquel ajeno hogar, como si con su sola presencia fuese a arruinar algo.

Subió las escaleras con delicadeza, apenas rozando el barandal con una de sus manos.

Cuando terminó de subir los escalones miró a lo largo del pasillo y caminó con precaución, mirando los marcos de fotografía que decoraban las paredes.

Sonrió sin pensarlo cuando miró una foto del castaño, quizá unos 14 años, llevaba el flequillo que le caracterizó durante aquellos años. Benji sonreía junto a su familia, sus dos hermanas, su padre y su madre.

Una serie de fotografías similares se repetían, a lo largo del pasillo, y Jorge analizó la mayoría durante su trayecto.

Al encontrarse frente a la última puerta del lugar, se detuvo y con cautela tomó la perilla.

La giró lentamente y al abrir la puerta se encontró con la habitación que realmente imaginaba.

Paredes azul marino y algunas fotografías en un par de repisas blancas.

Algunas prendas estaban apiladas sobre la silla de un escritorio, su uniforme del equipo era una de esas prendas.

El menor observó la cama y dudo sobre si debía sentarse o no. Finalmente lo hizo, aún con cuidado.

Tamborileo sus dedos nerviosamente sobre sus piernas mientras miraba todo a su alrededor, y podría jurar que su piel entera estaba cubierta de una fina capa de sudor debido al nerviosismo.

El menor no sabía si lo perdonaría, y eso le aterraba aún más.

Cuando finalmente comenzaba a relajarse, su cuerpo nuevamente se tensó al escuchar la voz del castaño en el pasillo y sus pasos acercándose.

Suspiró intentando calmarse, y cuando la puerta fue abierta, ambas de sus miradas se encontraron, cierto terror y preocupación presente en sus orbes, pero también cierta calma a la vez.

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Idk hace mucho no actualizo.

Innocent boy (nueva versión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora