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816 palabras

- Capítulo 6 -

— Entonces, Benji — Claire habló — ¿Por qué nunca había oído acerca de ti?

— La verdad es que Jorge y yo no éramos muy cercanos antes...

— Ya veo ¿Y tienes novia?

— ¡Mamá! — el rizado reprendió avergonzado.

— ¿Qué? Sólo quiero saber — su madre se defendió antes de dirigirse al castaño — Pero si no quieres responder la pregunta, está bien.

— No hay problema en lo absoluto — el castaño respondió — Y no, no tengo novia.

— ¿Novio?

— No, no estoy en una relación en estos momentos.

— Seguro que debes tener a muchas personas a tu pies.

— Mamá puedes...Benji, sólo ignórala — el rizado interrumpió nuevamente.

— Tranquilo, Garay, no es para tanto — rió — Pero solamente quiero a una persona a mi lado — habló el castaño antes de mirar al menor con una sonrisa.

— Esa persona sería afortunada de tenerte — Claire habló, claramente entendiendo la situación.

— Ojalá fuera así — el mayor suspiró — Yo sería el afortunado.

Luego de una larga cena que principalmente consistió de la madre del rizado interrogando al castaño, éste último terminó por despedirse y volver a su casa.

— Te doy mi bendición — la madre del menor habló apenas cerró la puerta.

— ¿Perdona? — Jorge preguntó confundido.

— Puedes casarte con él.

— ¡Mamá! — se sonrojó — Ni siquiera lo conozco.

El menor tenía razón en cierto aspecto. Es decir conocía desde su horario de clases hasta la talla de sus zapatos y el nombre de su abuela. Pero realmente no lo conocía demasiado, no conocía su personalidad o como era su trato hacía los demás con exactitud, conocía sus gustos, pero no su vida.

— ¿Y? Te he dicho que puedes casarte con él, no que lo hagas — su madre afirmó.

— ¿Entonces no quieres que lo haga? — se burló.

— ¿Quieres hacerlo tú?

— Odio que me conozcas tan bien — bufó.

— A él también le gustas.

— Si, claro — bufó incrédulo.

— Lo digo en serio, lo noté en su mirada.

— ¿Lo conoces hace cuanto? ¿Tres días?

— Dos en realidad.

— ¿Y qué te hace creer que "le gusto" a Benji?

— Créeme, lo sé.

— Tal vez me conozcas a mi, pero no lo conoces a él.

— No digas que no te lo dije cuando ambos estén sentados en algún parque mientras seguramente se comen la cara entre ustedes.

— Eso fue aterradoramente descriptivo e incómodo, además de inapropiado, Claire, no es un tema de conversación apropiado para alguien de tu edad.

— ¿De mi edad? Apenas tengo 44 años, no me hagas golpearte en la cabeza.

El menor solamente rió y subió a su habitación, se asomó por la ventana, y se percató de que el auto del castaño seguía aparcado fuera de su casa.

El menor se quedó observando un rato, sin embargo éste seguía estático. El menor miró con confusión a su alrededor tratando de divisar al castaño, buscándolo entre la penumbra de la noche.

— Hola, Jorge — el menor observó repentinamente al castaño aparecer en su ventana, lo que le hizo chillar y pegar un brinco hacia atrás debido al susto — ¿Me ayudas a subir?

— ¿Qué mierda?

— No lo sé, solamente me dieron ganas de trepar a tu habitación.

— Oh claro, lo normal — habló sarcástico.

— Por más que me gustaría conversar mientras estoy a unos 8 metros del suelo, preferiría si me ayudases a subir.

El rizado asintió y se acercó nuevamente al castaño tendiéndole una de sus manos para poder halarlo hacía arriba y ayudarlo a entrar a su habitación.

— ¿Qué haces aquí?

— No lo sé.

— Necesitaré una mejor respuesta que "no lo sé".

— Es que realmente no lo sé. Mi cuerpo comenzó a moverse por si solo.

— ¿Y por qué no le dices a tu cuerpo que se mueva fuera de mi habitación?

— Mmm...depende.

— ¿Depende de qué?

— Depende de si mañana te sientas con nosotros nuevamente.

— ¿En serio?

— Claro, fue agradable tenerte con nosotros.

— Si digo que si ¿Te irás?

— Promesa.

— Entonces, si. Me sentaré con ustedes mañana.

— Entonces me despido, Garay. Te veo mañana.

El castaño se acercó al menor y besó su mejilla rápidamente antes de salir nuevamente por la ventana, dejando a un Jorge confundido y sonrojado.

El castaño bajó con agilidad, y apenas tocó el suelo la realidad lo golpeó. Lo había besado. Había salido con tanta naturalidad que ni siquiera lo había notado.

¿Qué pensaría Jorge ahora? Seguro había arruinado todo con aquella sencilla acción. Tal vez el menor estaba asomado desde su ventana mientras lo miraba con odio y le sacaba el dedo medio. Quizá podría estar pensando en cómo asesinar al castaño. Un poco dramático aquel escenario, pero el pánico del mayor le provocaba aquellos pensamientos.

Con demasiada vergüenza como para descubrir si alguna de sus suposiciones serían ciertas, bajó la mirada mientras cruzaba el pórtico con rapidez, sin ánimos de subir la mirada y mirar nuevamente al rizado.

El día de mañana sería demasiado incómodo.

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Quería hacer este capítulo más largo, pero hace mucho tiempo que no actualizo so...es algo corto.

25/04/21

Innocent boy (nueva versión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora