Innocent boy (nueva versión)

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931 palabras

- Capítulo 5 -

Esa misma tarde, el rizado se encontraba solo en su casa, ya que su madre había ido a visitar a una de sus amigas y había llevado a Natalia consigo, por lo que la inmensidad de su hogar ahora se encontraba vacío.

Se dedicó a hacer principalmente sus labores diarias y cumplir con sus asignaturas de la escuela.

Se encontraba resolviendo unas ecuaciones de la clase de cálculo cuando escuchó que una notificación llegó a su celular. La ignoró creyendo que serían mensajes promocionales, sin embargo cuando otras dos notificaciones le llegaron enseguida, se dispuso a revisar su celular.

Desconocido:

Hola Jorge
Podemos hablar?
Soy Benji

¿Cómo había conseguido su número?

Benji :)

Quieres hablar conmigo?
Como conseguiste mi número?

Bueno
Tenemos que cumplir con lo
que nos ha dicho el director
Debemos ponernos de acuerdo
Y además tengo mis contactos
Fue sencillo conseguir tu número

Desde cuando tan responsable?

Sólo ábreme, estoy afuera
Sabes que?
Creo que puedo entrar por mi cuenta

¿Qué?

El menor se acercó a su ventana, efectivamente encontrando al castaño fuera de su casa, y observó como se dirigía al patio de atrás

— ¡Mierda! — el rizado se exaltó al recordar que la puerta del patio estaba abierta.

Inmediatamente se dirigió a su cómoda y tomó una pequeña toalla y comenzó a quitar el maquillaje de su rostro, mientras que con movimientos torpes intentaba quitar sus medias y la falda que llevaba.

Cuando la puerta se abrió, el rizado apenas había tenido tiempo de abrochar el pantalón que rápidamente se había colocado, mientras que continuaba limpiando su rostro con la toalla.

— ¡No puedes sólo entrar a mi casa sin avisar!

— Te he avisado, hace dos minutos

— ¿Qué haces aquí?

— Te lo he dicho, el director nos ha asignado la venta benéfica.

— ¿Y has venido hasta mi casa para hablar de eso?

— Si, es que no tenía tu número.

— Me acabas de mandar mensaje.

— Lo conseguí después de llegar aquí.

— ¿Y de qué quieres hablar exactamente?

— Bueno, pues debemos...organizarnos.

— Yo me encargó de la venta, tú de la fiesta. Fin.

—Podemos hacer las cosas juntos

— Te seré sincero. Aún no me acostumbro a que estés tan...cercano conmigo, así que no puedes sólo aparecer como si nada.

— Bueno, pero lo estoy intentando.

— ¿Pero por qué lo intentas? ¿Por qué yo?

— Sólo-

— No le veo sentido.

— Tiene mucho sentido, créeme.

— ¿Por qué lo dices?

— Lo sabrás después.

El menor sólo asintió, y la habitación quedó en silencio. Jorge sólo jugaba con sus manos mientras el castaño miraba a su alrededor intentando buscar algo para crear una conversación.

— Entonces quieres que nos organicemos... — el rizado fue el primero en romper el hielo.

— Claro.

Ahora el castaño odiaba la excusa que había usado para visitar al menor, pero si aquello ya lograba poner incómodo al menor, no se imaginaba que sucedería si le invitaba a salir.

— Bien, pues yo puedo hornear algunos pastelillos y preparar unos postres — el menor sugirió — tú puedes encargarte de reunir personas, y podríamos vender los boletos para la fiesta ahí mismo.

— Mi madre prepara una tarta de manzana deliciosa, algún día deberías probarla. Podría pedirle que prepare una para la venta.

Ambos chicos se quedaron conversando e intercambiando ideas, al punto que la tensión e incomodidad en la habitación era inexistente, y hablaban con naturalidad, tal como si hubieran sido amigos de toda la vida.

En este momento ambos se encontraban en la cocina del menor mientras compartían un plato de frituras, conversaban acerca de la escuela y se quejaban de algunos profesores, hacían bromas sobre ello y realmente estaban teniendo un buen rato.

— Jorge, hemos llegado — la madre del rizado anunció.

— Oh...umm — el menor se puso nervioso.

— Estamos en la cocina — el castaño anunció.

— Jorge. No sabia que tenias visita — su madre se sorprendió.

— Ha sido mi culpa, Claire, he llegado sin avisar — Benji se disculpó.

— No te preocupes, está bien ¿Te quedas a cenar? — Claire sugirió.

Benji miró al rizado con un gesto de duda, para lo que el menor sólo alzó sus hombros lentamente y con una sonrisa en su rostro agitó su cabeza rápidamente con simpatía.

— Debo preguntarle a mi madre, pero seguramente me dejará quedarme — el castaño respondió.

Benji inmediatamente sacó su celular y se apartó de la familia Garay para hablar con su madre.

— ¿Están usando protección? — Claire soltó, haciendo que el rizado soltará un respingo y se girase en dirección a su madre.

— ¿Qué mierda?

— ¡Mamá, Jorge dijo una mala palabra! — Natalia recalcó

— Natalia, ve a cambiar tu ropa — su madre ordenó antes de dirigirse nuevamente a su hijo — Sólo digo, que por lo menos puede-

— Ni siquiera somos tan cercanos.

— Pero te gusta — Claire afirmó.

— No — mintió.

— Cariño, no era una pregunta. Te conozco — su madre sonrió.

— Ha dicho que si — el castaño anunció regresando a la cocina.

— ¡Excelente! ¿Te gusta la lasaña?

— Claire, si me das lasaña te haré un altar en mi habitación — el castaño bromeó.

— Pues deberás ir comprando velas — fue lo último que dijo Claire antes de alejarse de los chicos.

— Gracias — el castaño se dirigió a Jorge.

— ¿Por qué?

— Por darme una oportunidad, por perdonarme.

— Oh...supongo que realmente vi que estabas cambiando. No suelo guardar rencor.

Jorge le regaló al mayor una tímida sonrisa, que fue imitada por el castaño, y tal vez si las cosas seguían saliendo bien pronto el castaño se sentiría lo suficientemente cómodo como para expresar sus sentimientos, o tal vez sería el rizado quien lo hiciera.

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Tengo un presentimiento de que hoy va a ser un mal día idk

20/04/21