- Iniciemos tu entrenamiento a no ser que quieras morir.- te estremeciste por el tono rancio.
- Kiki, le diré a Ray que eres un bordeee~- este se giró hacia la princesa con una expresión ofendida.
- ¡Álex!- exclamó con el ceño fruncido.
- Keenan podrá hacerte burla cuando tengas que entrenarlo tu, Álex...- musitó el rey.
- Papá, no lo incites...- se quejó ella.
Salisteis de la sala del trono por un pasillo a la derecha de la entrada por la que te llevaron arrastrando. El pasillo era angosto pero con grandes techos de los cuales colgaban lámparas de araña algo más pequeñas y tenían grandes ventanales a la derecha por los que se despejaba y se ampliaba un poco más el pasillo. A la izquierda había diferentes retratos de personas que parecían ser reyes antiguos de la dinastía, no eran fotografías, eran cuadros pintados a mano con una delicadeza y un detalle exquisitos, pudiste reconocer un retrato del ser andrógino, lo cual te extrañó porque todos los anteriores eran retratos de reyes, pero no había ninguno del hombre que los adolescentes denominaban como padre. Aunque llamaban "padre" a los dos hombres... ¿Cómo una pareja homosexual había tenido hijos? ¿Habían sido creados con magia? ¿O acaso el ser andrógino era una mujer que se denominaba como hombre? ¿Un hombre transexual? ¿Había tenido hijos? ¿No se supone que sufren disforia al ser tratados como mujeres para tener hijos? No, no había ninguna manera de que un hombre transexual se ganara fama de enfermo por tener hijos siendo un hombre transexual.
Habrían creado a los adolescentes con magia... Tal vez... O tal vez había tenido a los hijos antes de ser hombre trans.
Agistaste la cabeza para sacarte esas ideas de la cabeza y no seguir pensando y divagando en ese tema tan descabellado. Seguiste mirando los retratos que venían de forma intermitente con retratos de cabezas de marfil, cuadros en familia, más cuadros de reyes, y finalmente, al llegar al final de pasillo pudiste ver un retrato familiar de los cuatro, la primera aparición del que habías considerado como rey desde que lo viste en un cuadro. Dirigiste tus ojos hacia los rostros de la pareja, después dirigiste los ojos hacia los hijos, encontrándote con la sorpresa de que ambos eran varones.
Justo al lado de aquel cuadro había otro de una hermosa mujer, la princesa, sentaba en el trono con poste elegante, un vestido rosado renacentista con miles de detalles, sus ojos maquillados con una delicadeza extrema y sus cabellos recogidos en un peinado de época verdaderamente hermoso que reposaba parte de sus lisos cabellos en sus hombros, donde la gran mayoría yacía atado en un recogido entrelazado con lo que pudiste distinguir... eran flores silvestres. Posaba mirando al exterior del cuadro, con su mirada puesta sobre la zona derecha, donde estaba el cuadro familiar, viendo lo que había sido y en lo que se había convertido: Una hermosa mujer.
- ¿Seguirás mirando a mi hermana mucho más tiempo o seguimos avanzando hasta la zona de entrenamiento?- el sarcasmo en la voz del príncipe resonó en el pasillo despertándote de tus pensamientos.
- Lo siento... Es un cuadro hermoso...- confesaste avanzando los pocos pasos que te separaban de la puerta que llevaba a una enorme sala de techos altos con una gigantesca lámpara de araña que pesaba tanto que estaba conectada al techo por aproximadamente diez puntos diferentes y totalmente simétricos.
- ¿Debería ponerme celoso?- alzó una ceja cerrando la puerta a su espalda.
- Para nada, para nada...- negaste con la cabeza rápidamente.
- En tal caso me siento aliviado de que la belleza de mi hermana sea meramente visual y no sentimental...- desenvainó su espada con un sonido metálico, te apuntó.- Está comprometida.
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17.- Forasterx (Unisex!Reader)
FantasíaAlguien que siempre ha amado los juegos de rol, obviamente desearía con toda su alma poder reencarnar como ese gran héroe o heroína protagonista de las aventuras en aquellos grandes juegos que siempre estaba jugando, disfrutando y elogiando... Pues...