Y... Junto a esto... Los gritos de los infantes llamando a su padre al ver tal tragedia sin haberla podido detener al estar demasiado lejos.
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Aun en shock, sin saber como reaccionar pero sin lugar a dudas con una cascada de lágrimas cayendo por sus mejillas de forma descontrolada y de forma automática, junto a los "No, no, no puede ser, no" mentales que no dejaba de repetirse para sentirse más miserable de lo que ya se estaba sintiendo al no haber podido impedir aquello; depositó el cuerpo de su amado lentamente en el suelo mientras este todavía tenía estímulos débiles y un latido que se reducía de forma inminente pero al mismo tiempo siendo una tortura al hacerlo tan lentamente.
Pudieron escuchar perfectamente los gritos de ambos menores simultáneamente aunque estuvieran a casi un kilómetro de distancia.
La sangre se esparció tan rápido por el suelo y el césped que le dieron taquicardias, ansiedad y unas náuseas terribles que se combinaban por la culpabilidad y el olor de la sangre que no se despegaba de su nariz y que cada vez que tomaba una rápida respiración llena de angustia solo olía a ese tan odiado olor metálico que ahora empezaba a tenerle miedo.
Todos a su alrededor, todos los guerreros que habían resistido el ataque de la cobra gigante estaban en shock, sus ojos abiertos como nunca antes, la gran mayoría se echó a llorar al ver que incluso el propio cónyuge estaba en shock y sin saber cómo reaccionar, y, desde luego, el más afectado no era nadie más y nadie menos que el propio rubio oro que todavía no era capaz de procesar lo que sus ojos estaban viendo. Pero no podía hacer otra cosa que poner sus manos sobre la herida y hacer lo imposible por regenerar y curar la zona y salvarlo.
Aunque fuera lo último que hiciera en aquella miserable vida sin duda lo salvaría.
Daría su vida si fuera necesario.
Haría lo que sea por tal de impedir su partida, porque se negaba a aceptar que tal vez le había llegado el momento.
- Kelverly... ¿R-Recuerdas a la pequeña K-Kelver...?
Kenai tembló de pies a cabeza al escuchar aquellas agónicas y casi finales palabras, sonaban tan débiles, tan pobres, con tan poca vida que se le encogió el corazón y no fue capaz de hacer otra cosa que asentir con la cabeza lentamente.
- ¿R-Recuerdas lo hermosa que era...?
Era la criatura más hermosa de la tierra. Sí. Lo era.
- ______ se parece tanto a ella...
Lloró amargamente, su voz sonaba cada vez más débil, se negaba a que aquello fuese una despedida...
- Cuídalos... No dejes que nadie les haga daño...
- No te vayas...- rogó.
- No voy a ir a ningún lado...- sonrió de forma débil, amarga, apenas tenía fuerza para hacerlo, apenas podía aguantar más...
Tenía que seguir usando su curación.
No podía permitir que aquellas fueran sus últimas palabras... "No voy a ir a ningún lado" no serían sus últimas palabras...
Su piel empezó a sentirse fría, su mirada empezaba a perderse. Lo estaba perdiendo...
Su pulso aumentó y las miles de lágrimas que empezaron a caer de sus ojos aumentaron aún más cuando los guardias alertaban de que venía una carga de enemigos sobre los caballos. El shock le impidió hablar, decir nada, reaccionar, los guardias suplicaban saber que hacer, todo a su alrededor era un caos. Lo único que su cuerpo era capaz de procesar era seguir usando su magia para salvar a la persona que más había amado en su vida y el resto de su cuerpo estaba tan entumecido y confundido que se sentía como en una nube eléctrica que le descargaba violentamente una electricidad totalmente desagradable por el cuerpo.
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17.- Forasterx (Unisex!Reader)
FantasyAlguien que siempre ha amado los juegos de rol, obviamente desearía con toda su alma poder reencarnar como ese gran héroe o heroína protagonista de las aventuras en aquellos grandes juegos que siempre estaba jugando, disfrutando y elogiando... Pues...