Mazapán
KALEISHA NADAI
Estrecho mi mirada en el reflejo como por cuarta vez en la mañana. Imito un rostro sonriente y luego me rio de forma sincera. ¿Debo verme descansada? Me pregunto.
Estoy a tres horas de ir a la cita médica del mes y mis piernas tiemblan, tengo miedo de haber aumentado unas libras. Aunque sé que, por mi cuerpo equilibrado y simétrico, unas cuantas libras pasan desapercibido en la ropa, lamentablemente no en la báscula. Y es eso lo que esta atormentando mis mañaneros pensamientos.
La última canción de mi lista de reproducción acabó hace tres minutos, eso quiere decir que llevo ese tiempo buscando como verme más animada.
Esto realmente cuesta cuando no es real, pienso y decepcionada de no lograr mi cometido salgo del baño.
Corro hasta mi cama y me tiro de espaldas en ella sintiendo como el fresco olor de las sábanas me abraza al instante. Por alguna extraña razón mi estomago urgie comida de forma estruendosa.
¿Tengo hambre? No quiero comer si eso incita a subir de peso.
Mi mirada viaja al techo raso de mi espacio personal, muchas veces me imaginé huyendo de aquí o simplemente dándome unas merecidas vacaciones de todo esto del modelaje.
¿Tendré más talentos? Sin una respuesta certera, me siento al borde de mi cama. Algo que tengo por defecto es que no puedo estar quieta algo que me atormenta cuando no puedo controlarlo ni yo misma. Es mi cuerpo, me digo, sin embargo, este parece tener más control de mí que yo de él.
Aplaudo emocionada cuando la hora que tengo permitida para poder bajar a comer se marca en el reloj de mi laptop y al instante los apurados toques a mi puerta me alertan de la llegada de Tira a mi habitación. Dios, empiezo a saltar emocionada justo antes de abrirle entonces la escucho bufar.
— Oye, no celebres sin mí — grita desde afuera a lo que yo solo puedo reír negando constantemente con mi cabeza.
— Hola, hola, hola — saludo emocionada de verla. Pasamos doce horas separadas y, aunque odie aceptarlo, me cuesta acostumbrarme a la soledad que ella deja al salir de mi espacio. Exagerado, no lo sé, pero no me arrepiento de sentirme incómoda al no tenerla cerca — ¿lista?
— Dicen que el menú de hoy es más pobre que el de ayer — se queja —, pero tengo buenas noticias... — aplaude llamando mi atención al instante.
— ¿qué?
— vamos a estar libres lo que resta del día — se tira a mi cama y comienza a patear el aire emocionada festejando por el tiempo libre que tendríamos —. Pasaron la sesión de hoy para mañana, ya sabes... no alcanzará el tiempo para lograr fotografiar a todas.
— Perfecto — ¿pero qué haré con mis pensamientos? —, tengo que hablar con Dan sobre mi cabello. Así que puedo utilizar ese tiempo para darle mi idea.
— espero que la acepte, Kale. En serio que injusto que no puedas quedarte con tus colochitos — la veo desde el borde de la cama y asiento dos veces, ella se apoya en sus codos para lograr verme —. Te mirarás hermosa.
Me veré Hermosa.
Trato de convencerme de eso mientras doy una vuelta y camino hasta donde está mi escritorio y mi laptop.
Dos fuertes golpes a mi puerta llaman nuestra atención, subo mis hombros para luego caminar hacia la puerta en donde al abrir la figura de Annie se miestra ante nosotras.
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Beso de Medianoche
Romance"Déjame sosegar tu día a día con una caricia azúcarada y un toque de chocolate para recordarte que me vuelves, literalmente, loco" •Historia totalmente de mi propiedad •Prohibida la adaptación o cualquier tipo de plagio.