Crema de naranja
KALEISHA NADAI
Decir que no me preocupaba que el chico no haya contestado sería una total mentira. Así que, sí, me preocupaba que no haya tomado el teléfono para responder cortante. Aunque no debía darle tantas vueltas al asunto, pues como bien es sabido, apenas y sabia su nombre.
Me han avisado hace unos minutos que la directora se encuentra merodeando por los pasillos del edificio desde muy temprano en la mañana; pero no es hasta que escucho sus tacones parar al centro de la cafetería que la veo. Con su distinguido traje de lino fino y una carpeta negra bajo su brazo, saluda directo a mi dirección, provocando que una capa de denso sudor se coloque en mi frente.
— ¿Qué haces? — pregunta tomando asiento en la silla que está vacía frente a mí.
— Almuerzo... — digo señalando el plato con ensalada y aderezo el cual estoy degustando tranquilamente. Veo como su ceja se levanta y asustada alejo mi comida — ¿ne...necesitaba algo?
— A ti — responde sincera moviendo sus manos sobre la mesa —, tienes una sesión de fotos dentro de tres horas. Justo para el atardecer.
— pero hoy es mi día libre...
— era. Tenemos que reponer la sesión del día miércoles — me dice señalando un reloj que tiene en su muñeca izquierda y, luego de asegurarse de que lo he visto, suspira —, tres horas, Kale, iré contigo.
¿Irá conmigo? Dios.
— Solo debo ir a cambiarme — le hago saber levantándome de la silla procurando no hacer mucho ruido.
— Claro, yo te espero... — avisa levantándose — debo ir a hablar con unas chicas, nos encontramos dentro de medía hora afuera — y, a pesar de que yo he sido la primera en ponerme de pie, es ella quien deja el lugar antes.
Volteo mi mirada y manteniéndola fija sobre un punto exacto soy consciente de los muchos pares de ojos sobre mí juzgando con ellos todo lo que había pasado con la directora.
No me vean, por favor.
Pido dentro de mis pensamientos mientras hago de mis pasos hasta llegar a la salida de la cafetería. No me hace gracia ser el centro de atención, aunque siempre estoy en medio de todo. Un frío recorre todo mi cuerpo logrando que mis vellos se ericen en el instante en que doy el primer paso dentro del ascensor.
— ¿Tira? — pregunto saliendo del elevador cuando ya he llegado a mi nivel, notando la silueta de mi mejor amiga frente a la puerta de mi espacio. Un poco preocupada me acerco a ella hasta tomar su mano y darle un leve apretón — ¿todo bien?
— Hola, hola, hola — saluda emocionada dando la vuelta —, ya que hoy es tu día libre, o bueno el de todas... Vanessa pidió unas horas para que salgamos a hacer un picnic al parque que está aquí a la vuelta — comenta apurada mientras mueve nuestras manos unidas de adelante hacia atrás — nos dieron permiso solo si van los guardaespaldas y... me preguntaba si tú querías ir... será un almuerzo es por eso que no bajamos a la cafetería hoy y...
— No — niego rápido —, no puedo ir, lo siento — sus ojos sorprendidos caen en mí sintiéndose como agua helada —. Tengo... la sesión del otro día, la pasaron para hoy.
— ¿te avisaron hace poco? — asiento como respuesta y bajo mi rostro en decepción — que lo siento, pero eres la mejor de esta empresa, supongo que es tu deber.
Es mi deber.
— nos vemos después, Tira, disfruta tu comida — digo para luego, tomar el pomo de la puerta y adentrarme en mi habitación.
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Beso de Medianoche
Romance"Déjame sosegar tu día a día con una caricia azúcarada y un toque de chocolate para recordarte que me vuelves, literalmente, loco" •Historia totalmente de mi propiedad •Prohibida la adaptación o cualquier tipo de plagio.