0 1 0

1 2 0
                                        

Picarones

KALEISHA NADAI

El viernes apunta como el mejor día de la semana, por lo menos para nosotras.

Un pequeño descanso de dos días solo se resume a estar dentro de tu espacio por horas, comer y luego subir a hacer ejercicio. Una rutina más. No obstante, es relajado ir y venir sin estar apuradas, y todas parecíamos disfrutar de esto.

Llego hasta la entrada de la cafetería para recibir la primera comida del día. Todas las chicas hacen fila con una bandeja mientras platican animadas. Diviso a Tira entre todas ellas y con la decisión tomada me acerco a ella.

Lo siento, Tira, lo siento.

— Ho... hola Tira — saludo colocándome detrás de ella —, que...

— Kaleidoscopio, hola, hola, hola — saluda dando la vuelta y atrapándome en un fuerte abrazo ¿no estás molesta? — ¿Cómo te fue ayer? Me comentaron que tardaron mucho e hicieron varias pruebas — comenta entrelazando su brazo en el mío — ya quiero verlas en la propaganda.

— Tira, vamos... ah, hola cara bonita — aún aturdida, dirijo mi mirada hacia la chica quien se acercaba con pasos pesados y resonantes a nosotras —, íbamos a comer ¿quieres venir o tienes que irte? — pregunta luego de revisarme de arriba hasta abajo.

— voy con ustedes, solo debo ir por mi comida — respondo tratando de parecer segura. ¿Me veía mal? No debí escoger este vestido. Sin esperar a que dijeran algo más, camino hasta donde comienza la fila de modelos y espero a que me atiendan.

Desde esa distancia logro ver como la chica toma a Tira para abrazarla y darle halagos, ¿Tira me olvidó? Agradezco por la comida y me dirijo hasta la mesa que han tomado ellas dos.

— mejoraron la comida — escucho el comentario de mi amiga —, ayer para el almuerzo nos sorprendió no ver una ensalada — hasta ese momento soy consciente de los panecillos con aguacate y salsa, además del jugo de naranja natural que esta sobre la bandeja. Ahora ¿comeremos mejor? —. Kale, toma asiento. Vanessa me comentaba de los cambios que estaríamos viendo con el pasar de los días.

— lo escuché de una conversación privada, así que será mejor que no se lo comentes a todos — me advierte la chica, de quien ahora recordaba su nombre —, el desayuno será como esto, panes integrales y bajos de calorías, pero están mejor a manzanas y café.

— si mucho mejor, créeme.

Tengo a mi amiga y a Vanessa frente a mí charlando sobre las nuevas normas, las cuales la chica de piel acanelada se había enterado por casualidades, mismas que les emocionaba por ser un poco más liberales.

Evito la perspicaz mirada de Tira, al parecer ha sido consciente de mi descontento hacía Vanessa y el hecho de tenerla tan cerca.

¿Estoy siendo muy cruel?

— Sí, nos vemos luego... — mi amiga dice luego de sentarse — Vane se despidió y no hiciste caso ¿sucede algo?

— ¿ah? — indago luego de no haber escuchado del todo lo que Tira había dicho — disculpa...

Mi amiga rodea la mesa y toma asiento a mi lado.

— ¿estás bien Kale?

— No, Tira me siento mal por lo que te hice... — ella levanta su mirada a mis ojos inquieta por lo que he confesado — No debí prometer que vendría a almorzar contigo sin estar segura de que podría... y estuviste sola por mi culpa, de nuevo.

— Kale, no — calma mis pensamientos —, no estuve sola, Vane estuvo conmigo, además, tenemos todo el día de hoy para estar juntas... ¿tienes pensado hacer algo especial? — expulso todo el aire que tenia retenido luego de escucharla. Todo está bien, ¿no? Asiento para luego estrechar su cuerpo entre mis brazos, a un ritmo necesitado.

Beso de MedianocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora