We 2: Be my Baby ✔

XV

Sentí sus brazos envolverme dulcemente. Esta era la despedida. Y aunque no debía hacerlo, dolía. Siempre he sido mala para las despedidas.

— Nos veremos pronto princesa. Ahora debemos volver a Londres, pero pasaremos las navidades aquí, lo prometo –me dijo Zayn acariciando mi cabello.

— Será un hasta pronto –susurró Liam.

Asentí y sonreí cuando ellos se separaron de mí. Zayn tomó las maletas y las hizo a un lado.

— ¿Me mandarás fotos sexy, ahora que no estaré? –propuso Zayn con una mueca pervertida.

— Seguro –acepté pensando en él y Liam abrazados como pareja. Definitivamente esas fotos se las enviaría luego.

— ¡Por eso te amo Arianita! –gritó Zayn haciendo que los que estaban en la sala VIP nos miraran raro.

— Bueno, gracias por la ayuda. Me avisan cuando lleguen allá. Los quiero babosos –les dije sonriendo.

— También nosotros. Hasta pronto –se despidió Liam.

— Hasta pronto –concordé.

Ellos caminaron y desaparecieron por la puerta de Aduana. Giré mis talones, y empecé a caminar a la salida, cuando mi mano fue tomada por otra.

— Así que... ¿Qué haremos princesa? –susurró la voz grave de un chico.

Volteé topándome con unos ojos de un azul profundo. Tanto así que le hizo parecer que estaba viendo el mismísimo aceano.

— ¿Disculpa? –dije sin saber que decir.

El chico se puso colorado rápidamente, y me soltó la mano.

— Lo siento, creí que eras mi prima –susurró avergonzado.

Reí levemente para no hacerlo sentir mal.

— No te preocupes. Suele pasar –le dije sonriendo.

— Soy Matthew Rivera, mucho gusto –se presentó.

— Ariana Grande –le dije esperando que no fuera fan, o me conociera.

— Harry Styles, su novio –dijo una voz a mis espaldas–. ¿Nos vamos cariño?

Sentí mi sangre helarse, haciendo mi sonrisa desaparecer. ¡¿Por qué ahora?!

— Disculpa, gusto de haber hablado contigo Ariana –dijo el chico incómodo.

— ¡Matthew! ¿Me das tu número? –le pedí ignorando a Harry.

No sé si eso lo hice por venganza o porque de verdad me gustó el chico.

— ¡Ariana! –gruñó Harry apretando los dientes.

Matthew no sabía que hacer. Lo supe por su clara mueca de miedo hacia Harry, y su nerviosismo mientras chocaba el pie contra las baldosas.

— ¿Mañana en Rock Café? Ese tipo da miedo –dijo en un susurro sólo para mi.

— A las 4 –acordé alejándome de él.

Harry me siguió cuando empecé a caminar a la salida.

— ¿Por qué le pides números a chicos, cuando estás conmigo? –me preguntó grotescamente.

— ¿Por qué me acosas cuando hace más de un año me tiraste lejos de ti? –contraataqué.

— Respóndeme –exigió.

— Aquí no todo se trata de ti, Harry. Entiéndelo de una vez por todas –le dije exasperada.

Bajé las gradas de la salida, y caminé fijamente hacia mi auto para irme lejos de él de una vez por todas.

— ¡Ariana! –gritó corriendo hacia mí.

— ¡Déjame en paz! Estoy cansada de ti. ¿No vez que ya no tengo fuerzas para luchar? Me desarmaste el día que me sacaste fuera de tu vida como si de una plaga se tratase. No lo soporto más, estoy cansada de ti y todas tus mierdas. Déjame tranquila por favor... Ya no te quiero más. Sólo... déjame.

Abrí la puerta de mi auto y arranqué sin ser detenida por él. Sentí el frío de mis lágrimas correr cerca de mis labios.

Había prometido no llorar por él, y ésta es la segunda vez que lo hago desde que lo ví.