XI

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— Tú tranquila, él es fantástico. Te vas a divertir –me sonrió.

No sabía si creerle o qué. Ya me había jugado chueco una vez, pero sin embargo aquí estoy, alistándome para participar en la bendita cita a ciegas que me organizaron Liam y Zayn.

Al parecer ambos han hablado con Lexie, y han decidido presentarme a algunos colegas suyos. Ellos al ser mis únicos mejores amigos, sienten que tienen el deber de ayudarme a recomenzar. Sé que lo hacen porque se sienten mal por el daño que causó Harry en mí, pero sin embargo no voy a quejarme. Quizás haga un nuevo amigo esta noche. O quizás sea la persona que me ayude a sacar de una vez a Harry Styles de mi sistema.

— Espero que no estén engañándome, o juro que los mataré –les advertí.

— Sí cariño, entendemos lo de «pequeñita pero matona», así que no es necesario que nos amenaces –dijo Liam riendo.

— Sólo les advierto. No aceptaré que me tomen del pelo nuevamente. Y esa va para ti Malik –le señalé.

— Entendido capitana. Ya llegó el chofer, puedes partir cuando desees –me dijo.

Tomé mi bolso de mano, y me di una última mirada en el espejo. El vestido largo de color negro se ceñía a mi cuerpo como una segunda piel, sin embargo al no tener escote lo hacía recatado y muy apropiado para una cena de lujo en un buen restaurant. Mi cabello lo había recogido en una trenza de lado, quedando en su mayoría en mi hombro izquierdo, haciendo así que se viera mi espalda al descubierto por el corazón transparente que trae el vestido en la parte trasera. Suspiré, y dándole un beso en la mejilla a los dos, partí hacía la entrada dejándoles sólos en mi casa.

Había un hombre vestido con traje de sirviente apoyado en el auto. Tenía incluso una gorra de servicios, así que supuse que todo sería serio y de lujo. Aclaré mi garganta haciendo que él se volteara.

— Buenas noches señorita Grande, soy Jake, y esta noche seré su chofer. Estoy a su disposición a cualquier hora que lo desee –me dijo con un acento extraño.

Hablaba el inglés muy bien, pero sin embargo su acento no era para nada de algún lugar.

— Gracias Jake –le dije cuando entré a los asientos traseros. Él cerró la puerta suavemente y se sentó en el conductor–. ¿Puedo saber de dónde eres? -le pregunté.

— Soy nacido en España, pero llevo ya un año en California, señorita –me contestó.

— No es necesario que me llames ‘señorita’. Dime Ariana, por favor –le dije.

Él asintió y me dio una sonrisita amistosa.

Durante el camino al dichoso restaurant, él me contó sobre su vida en España y lo lindo que es, lo que me hizo aumentar mis ganas de ir a un lugar así.

El restaurant se llama “La Fourtain, y al parecer muchos famosos van con frecuencia, ya que sólo estoy en la entrada y he visto al menos a 5 cantantes siendo fotografiados por paparazzis.

El maître me ubica en la mesa que le indica su jefe. No puedo oír el nombre de mi acompañante, y eso me está carcomiendo aún más.

La mesa está prácticamente en medio del lugar, y eso me hace sentí incómoda. Van a pensar de que esto es más que una cita.

— Su acompañante está aquí, señorita Grande, en breve lo tendrá con usted –me dije el amable hombre.

Asiento. Giro mi vista a la entrada cuando noto que muchos lo hacen, llevándome una gran sorpresa.

¿Qué está haciendo él aquí?

We 2: Be my Baby ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora