Miré a Harry en la entrada con una chica colgando del brazo. No es que no estuviera hirviendo de furia, o esté dolida por dentro, pero me sentía bien por él.
Ví a una figura delgada posarse frente a mí, haciéndome apartar la vista de la feliz pareja de la entrada.
— Ariana –me saludó con una reverencia.
— ¡Adam! –le sonreí amablemente.
Adam Levine vocalista de Maroon 5. Hemos coincidido en varios eventos, y siempre ha sido una buena persona. A pesar de ser al menos 14 años mayor que yo, está guapísimo, y no aparenta su edad.
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— Estás preciosa –me alagó.
— Tú también –le devolví el alago.
Y sí que estaba divino. Llevaba traje completo, incluido un corbatín. Estaba más que bien.
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Él se sentó frente a mí, y le hizo seña al maître.
— Buenas noches señores. Aquí está el menú –dijo el hombre con acento francés, dejándonos el menú en la mesa–. En segundos volveré por su orden.
Adam me sonrió antes de tomar su menú. Mentiría si digo que no me sonrojé con eso. Gracias chicos, se merecen un premio.
Ojeé el menú, decidiéndome al final por pollo a la plancha con papas y ensalada de lechuga con tomate.
— ¿Te importa si pedimos vino, Ari? –me prepuso Adam.
— Para nada. Eso sí, lo eliges tú –le dije riendo.
Adam se rió conmigo y le hizo seña al maître.
— Vamos a pedir el plato 6 y 22. Con el mejor vino blanco que tengan –ordenó.
El hombre asintió apuntando la orden, y desapareció entre las mesas.
— ¿Hasta ahora he pasado la prueba? –pregunta luego de un leve silencio.
— Tienes un 30% ganado. Aún no hemos conversado casi nada –me encojo de hombros con una sonrisa.
— Bueno, espero poder ganarme el 100% al final de la noche –me dice con una sonrisita–. Pero al menos tú sí tienes mi 100%. Puedes hacer conmigo lo que quieras.
No puedo evitar agachar la cabeza al sentir los colores subirse a mis mejillas. Nunca nadie me había dicho cosas como esas, incluido Harry.
Cuando mis pensamientos destilan hacía él, no puedo evitar buscarlo con la mirada. Lo localizo varias mesas a un costado de nosotros, mirándome, fijamente.
Volteo mi vista a Adam.
— Bueno, es posible que me aproveche de ti entonces –le digo en un intento de coqueteo.
— No sería aprovechar si yo también lo deseo –dice en un susurro grave.
Siento como mis tripas se apretan en mi interior, ante su claro comentario sobre sexo.
¿Estaré haciéndolo bien? ¿Será lo correcto?
No me atrevo a decir nada más, sólo puedo mirarle a los ojos.
¿Algún día podré estar con alguien más? Adam no es para nada feo, y sé que tiene millones de chicas tras de él. Y al parecer ha estado funcionando todo con él, porque Harry, a pesar de que está a unos cuantos metros de mí, no se ha colado en mi cabeza en la mayoría del tiempo que he estado con Adam.
El maître interrumpe nuestro juego de miradas, cuando viene con nuestra orden. Deja el plato apetitoso de pollo frente a mí, y una especie de chuleta con ensalada frente a Adam. El vino blanco en la canasta de hielo me hace la boca agua.
Rápidamente Adam lo abre con el sacacorchos, y nos sirve en una copa.
— ¿Qué tal con la música? Escuché que todo salió bien con Yours Truly –dice mientras bebe un poco de vino.
— Estoy escribiendo por ahora. Sacaré una canción navideña, y supongo que haré un nuevo álbum para el 2014 –le respondo–. ¿Y tú, qué tal?
— Vamos bastante bien. Ayer estuve en Republic Records con Harry Styles. Co-escribimos una canción para Adeline –comenta con una sonrisa.
No puedo evitar voltear la cabeza para mirarlo. Está hablando con la chica que cena, pero sus ojos siguen en mí. Noto a Adam voltearse para mirar lo que yo observo, y cuando ve que es a Harry, sonríe haciéndole una seña. Harry aparta sus ojos de mí y le sonríe a mi acompañante. Lo observó mientras se pone de pie, y diciéndole algo a la chica rubia, empieza a caminar hacía nosotros.
