XIV

1.3K 102 11
                                    

Entré a la casa con algo de frío, pero aún así confundida. Se suponía que ella era su cita. Entonces, ¿por qué me besó? No voy a negar que sentí que subía al mismísimo cielo cuando sus labios se juntaron con los míos, pero no soy una chica fácil. Ya me había hecho sentir mal con esa frase, cuando me dijo que se había acercado a mí sólo para tener relaciones sexuales. Eso simplemente me destruyó. Pero ahora el hecho de que él vuelva pretendiendo ser mi dueño, me ha alborotado la progesterona que había perdido la última vez que besé a alguien.

Cada día está mejor. Tanto así que me hace querer pegarme un tiro por no ser su novia. Pero no voy a rebajarme a arrastrasme a sus pies nuevamente.

Esta vez si él de verdad lo quiere, va a tener que amarme con el corazón. No voy a soportar que otra vez me deje, así que será mejor estar segura.

Zayn y Liam estaban acurrucados en mi cama cuando entré a mi habitación. La tenue luz de la TV era la única iluminación, así que toqué el interruptor para encender las luces del techo.

Liam estaba boca a bajo, con su cara desparramada por una de mis almohadas, mientras Zayn tenía su pierna peluda alrededor.

Tapé mi boca para no reírme fuerte al imaginármelos de pareja

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tapé mi boca para no reírme fuerte al imaginármelos de pareja. ¿Ziam? Seria épico. Saqué mi teléfono del bolsito de mano, y les tomé una foto. Me serviría para molestarlos luego.

Me quité los tacos, sintiendo un profundo alivio. Por mucho que los amara, siempre terminan doliéndote los pies.

Caminé hasta la mesita de noche, donde estaba el control de la TV, y la apagué. Al parecer estaban viendo Los Simpson. Dejé el mando en la mesita, y luego caminé hasta el armario. De allí saqué una de mis pijamas cómodas, y entré al baño a cambiarme. Una vez que me desmaquillara también, volví a mi cama.

Había un espacio lo suficientemente grande al lado de Zayn, así que me tumbé allí, y me arropé con la colcha.

Adiós mundo cruel.

— ¿Estará muerta? –dijo una voz distorsionada en medio de la oscuridad.

— Yo opino que hay que echarle más agua –saltó otra.

— No, no creo que le guste eso. Mejor intentamos hablarle como propuse al principio –susurró la misma del principio.

Abrí mis ojos adaptándome a la claridad que se colaba en mi habitación, cuando sentí un peso cayendo sobre mi.

— ¡Despierta! ¡Despierta! –gritaron en mi oído.

Al ser de imprevisto, mis manos se aferraron a lo primero que encontraron y jalé con fuerza. La persona que estaba sobre mí, chilló de dolor apartándose.

— ¡Pero que bruta eres, sólo quería despertarte! –se quejó la voz que distinguí como Zayn.

— Te lo dije –conturreó Liam riendo.

Zayn se estaba frotando la oreja, ya que al parecer eso fue lo que jalé.

— Ahora voy a parecer dumbo a un lado –continuó quejándose.

Me quité la sábana, y caminé hasta el baño, para así lavarme la cara y los dientes. Liam me siguió.

— ¿Cómo estuvo la cita con Adam? –preguntó.

— Al principio estuvo bien, y cuando creí que estaría mejor, llegó tu querido amigo a interrumpir –gruñí recordándolo.

— ¿Cuál? –dijo Liam confundido.

— Resulta que daba la casualidad que Harry estaba en una cita. Justo en el mismo restaurant –le expliqué.

— ¡Dios mío! ¡Lo siento Ari! Que tonto soy, sabía que algo se me olvidaba –exclamó golpeándose la frente.

— ¿Qué cosa? –le miré confundida.

— ¿Harry fue con una chica rubia, llamada Alannis? –preguntó cómo si yo no hubiera dicho palabra alguna anteriormente.

— Sí. ¿Qué significa eso? –le pregunté entre dientes.

— Bueno... Puede que ella nos pidiera ayuda para un trabajo sobre Europa y quedáramos de ir a cenar.... Al mismo lugar.... –dijo suavemente.

— Osea que siempre lo supiste... –dije completando su frase.

— Lo siento, te juro que no lo recordé –dijo y por su tono de voz, supe que era verdad.

— Está bien, Li. No hay problema –le tranquilicé.

Aunque esta ya era la segunda vez que este par me juega chueco.

— Bueno, ¿y luego que pasó? –preguntó luego del silencio.

— Me obligó a tomar su mano bajo la mesa, y luego él fue el que me trajo a casa –le conté–. Y me besó frente a su cita.

— Ariana, Ali es la hija de Cliff Beverly, conocido entrenador personal –me explicó–. No era una cita real.

— ¡Igual ella era su acompañante! No debió besarme frente a ella.

— Entonces... ¿Querías que te besara en un lugar dónde sólo estuvieran ustedes? –me preguntó con una sonrisa ladeada.

Y ese será el misterio sin resolver.

We 2: Be my Baby ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora