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La mañana siguiente desperté por la sensación de besos esparcidos por mi cuello y rostro. Solté una leve risita al sentirle haciéndome cosquillas con su lengua.

— Hice el desayuno –susurró sin dejar de besarme.

— Mhn –gemí sonriendo.

Abrí los ojos mirando los suyos irradiando felicidad. Sus orbes verde me miraban fijamente con ese brillo que me hace sentir especial.

— Te amo mucho, mucho –le dije mirándolo aún más intensamente.

— Te amo muchísimo también mi amor, pero es hora de que te levantes, o de menos vamos a hacer otras cosas en lugar de ir a visitar a mis padres –dijo gruñendo.

Él se quitó encima de mi, haciéndome ver que ya estaba vestido. Llevaba sus vaqueros negros ajustados, y una camisa básica negra. Su cabello con mechones largos, estaba aplastado por una bandana verde oscura, haciéndolo ver aún más caliente de lo que es.

Me senté en la cama con la sábana cubriendo mi desnudez, y una vez que me envolví en ella, caminé al vestidor de Harry, donde estaba mi maleta. Tomé ropa cómoda para el día, y caminé hasta el baño para darme una ducha.

El baño era como me lo esperaba. Paredes blancas con un aspecto pacífico. Había una bañera lo suficientemente grande para que cuatro personas estén cómodas dentro de ella, y una ducha cubierta por una mámpara. El tocador tenía cientos de lociones y champús para cabellos rizados. Supuse que ese sería el secreto de Harry para tener un cabello espectacular.

Dejé de observar tanto, y me adentré a la ducha. El agua estaba tibia cuando entré, así que disfruté de mi pequeño baño.

Luego de secarme con una de las toallas equipadas en el mueble, me puse mi ropa interior. Harry había empacados dos vestidos y un vaquero negro, así que opté por el vaquero y el top negro. Até mi cabello en una coleta, y salí en busca de mi bolso de mano para sacar algo de maquillaje.

Harry ya no estaba en la habitación, así que supuse que estaba en la cocina

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Harry ya no estaba en la habitación, así que supuse que estaba en la cocina. Encontré mi bolso en el tocador de la habitación, así que rápidamente saqué mi bolsa de maquillaje y trabajé en uno sencillo.

Una vez lista, bajé con el bolso y el móvil en mano, revisando los mensajes que Zayn y Frankie me habían enviado ayer.

— ¿Quieres fresa y chocolate en los paqueques? –preguntó Harry mientras batía algo en un recipiente.

Me senté en una silla del desayunador y me dediqué a observarlo.

— Sí, gracias amor –le sonreí cuando me miró.

Se limpió las manos con un limpión y tomó uno de los platos que habían en la encimera. Puso en él tres panqueques y les echó chocolate líquido encima. Tomó una fresa entera, y la colocó sobre el chocolate, dándole aspecto de pastel.

We 2: Be my Baby ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora