Ayúdenme

31 2 0
                                    

T/n

Dos días después...

Dolor...

Un sentimiento normal que aparece en el momento justo, algo que te impide seguir si la herida es grande.

Jamás pensé que al que llame padre por 18 años, me haría tal cosa, estoy sufriendo y todo lo hace el hombre que alguna vez llame héroe.

Despierto y no se donde estoy solo recuerdo que me halaron, amarraron con camisa de fuerza y golpearon.  No se que le hice, pero no es justo que me golpeen porque si,  esto es horrible, jamás me habían tratado tan mal como me están tratando aquí.

La puerta se abre y alguien entra. —  Bueno brujita, esto es lo que va a pasar, esto se llaman sueros de la calma, y hay de tres sabores. Fresa, vainilla y el favorito de todos; el chocolate — Sonríe mirándome. — Ahora muñequita , te vamos a introducir esto por tu naricita linda ¿Ok? — Empiezo a moverme y me abofetean. — ¡Mira niña de mierda, no quiero que te muevas o te haré sufrir mas de lo que tú papá quiere!

Me quedo quieta y me meten unos tubos por la nariz, empiezo a retorcerme de dolor y el doctor de ríe.

—Maldita sea, si no me tuvieran prohibido tocarte, estarías allá — Señala la camilla del fondo.  — Gozando con un hombre de verdad.

—Ni que estuviera loca. — Logró decir y el hombre se enoja.

—Pues tu te lo pierdes — empieza a empujar el suero por una jeringa haciendo que me ardan las fosas nasales, me retuerzo de dolor y el hombre solo se ríe a carcajadas. — Se ve que le hiciste algo al viejo, porque para que te mandara aquí y me pidiera que te hiciera daño — Niega con la cabeza. — ¿Qué hiciste niña traviesa? — Se acerca mi boca y la besa.

Trato de quitar la cabeza, pero cuando lo hago los tubos se mueven, rozan mi piel haciendo que empiece a sangrar.

Él sigue con su boca sobre la mía y yo lloro desesperada. — Eres tan dulce — Toca mi cabello y luego mi mejilla. — Si te comportas y me das lo que quiero, puede que te de recompensas.

Sale de la habitación y me deja sentada y sangrando.

—No merezco esto, Cinco ayúdame. — Ya no tengo lagrimas para llorar.

—No lo creo jovencita — Miro a ambos lados y no logro ver a nadie. — Esto te lo mereces, tu madre fue una mujerzuela, creyó que no lo sabría — Me agarra por atrás de la cabeza. — Lo que no sabe es que yo estoy a un paso de todos.

Después de escalofriantes palabras se posa frente a mi y veo a una mujer morena de aspecto extraordinario. — Te presento a mi hermosa ayudante. 

—Hola muñeca. — Se posa frente de mi y puedo ver como me mira con malicia. 

—Veras querida, al principio pense que no te querría cerca de mi, pero me encariñe, amo que seas mi princesa, pero necesito a alguien como tu —Se acerca mas y me besa la frente.

Me quito enseguida y se aleja. — Necesito que vuelvas a creer en mi, pero no puedo si estas realmente interesada en todos, menos en ayudar a tu padre — Solo puedo esperar que Cinco entre por esa puerta y pueda ayudarme. — Él no vendrá, porque descubrí a este nefasto ser traicionándome. — Se abre la puerta y el rostro de Patric se muestra ante la luz. — Tu amado Cinco no vendrá.

Sonríe y me da impotencia. — Ah, se me olvidaba, no puedes usar tus poderes, mi hermosa colega presente los adsorbió, no es una bruja escarlata, pero es bruja a fin de cuentas.

—Déjalo, te lo suplico. — No puedo creer que lo haya capturado. — ¿Qué es lo que quieres?

—Lo que quiero mi princesa... 

—Por favor Reginald. — Entra una mujer de extravagante vestir (La encargada), se acerca a mi y me sonríe. — Lo que queremos dulce niña mía, es que vuelvas a ser la niña de papi, nada más. — Sonríe mostrando su dentadura blanca y hermosa. — Si nos lo permites, podemos ser tus padres otra vez.

—¿De que hablas? — Lo miro extraña y ella se acerca mas a mi. 

—No soy tu madre — Me alejo y miro a Patric, quien niega con la cabeza. —Pero me encantaría serlo si me lo permites.

—Si lo hago, ¿lo dejaran tranquilo? - Reginald mira a Patric — Papi, solo déjalo tranquilo, a él y a Cinco, y dejare que hagas lo que quieras. 

—Ok, es una promesa y tu como Patric saben que siempre cumplo a una promesa. — Asiento y Patric pelea. —Hazlo ahora. 

La mujer morena que venia con mi Padre se me acerca y pones sus manos en mi cabeza. — No vas a recordar nada, solo que llegaste de Colombia, hiciste amigos, caíste en el agua helada, Diego te rescato y que lo amas a él — Mis lagrimas caen a montón y asiento. — Perfecto. —Empieza a hacer un hechizo y yo siento como todos mis recuerdos desaparecen, como mi corazón se rompe y cambia de dueño sin importar que.

[...]

Estoy en el aeropuerto y veo como Padre esta hablando con los choferes para ir de regreso a la academia.

No se porque estaba en una clínica, pero padre dijo que tuve un colapso con mis poderes, que fue mejor aquí.

Lo que todavía no entiendo es porque Patric lloraba desconsolado en el rincón de la habitación.  No tiene familia o alguien por que preocuparse. 

—¿Lista para irnos hermosa? — Me habla la novia de Papá. 

— Claro Handler. — Me mira y sonríe.

—Ya te dije que puedes llamarme mamá. — Finjo una sonrisa y camino frente ella. 

Subimos al auto, fueron horas largas en ese avión y tener a  Handler a mi lado me molesto demasiado, no entiendo porque tanta molestia en querer ser mi madre, soy joven pero no estúpida, se que ella esconde algo.

Llegamos a la academia horas después y entro con Diego agarrados de la mano, no se porque quiere que estemos tan cerca, jamás me ha gustado estar con un hombre, no siento nada por él, pero Padre dice que es bueno para mi, realmente no lo quiero cerca, pero él insiste. 

Se abre la puerta y veo a todos algo preocupados, están pálidos, me ven y yo solo miro al chico del rincón quien esta sentado y con la cabeza entre sus piernas, se ve inquieto.

—Hola chicos. — Levanta la mirada y siento como todo en mi se desordena, nunca pense que Cinco me hiciera sentir cosas así.

Lo que pasa en la academia Umbrella ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora