Consecuencias 2

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Te daré una buena vida, la mejor de toda - soltó una de sus manos para estirar el brazo. Vio el rostro de la chica castaña, aún que solo se le veía la sonrisa, pues si cara era borrosa - estaremos juntos, para siempre.

***

Estaba corriendo de la policía Clint, había recibido un disparo en uno de sus costados, nada grave y sus compañeros lo habían abandonado, pero puro escapar y llegar a lo que era el apartamento donde vivia con la chica.

Vio el lugar, se encontraba solo reviso las habitaciones para comprobarlo, en su recamara había una nota en la cama, tenía lo peor y así era.

"Clint, me prometiste una buena vida, pero lo que estás haciendo para darme la no la quiero así, por eso eh decidido dejarte, para que hagas la tuya y no estés atado a mi"

Arrugó la nota y junto con el dinero, lo arrojó a la pared, sentándose para llorar.

***

Hey Clinton, ¿Listo?

Se quitó las manos de la cara y se paró del motor del clima, estaba en la azotea, tenso su arco y apunto al edificio de enfrente, lanzo la flecha y está entro por un cuarto, liberando el gas.

El jefe del grupo veía atravesó de los binoculares.

Funciona, la gente se está desmayando.

Claro que sí, yo lo cree.

Voltearon a ver al muchacho castaño, sonriendo orgulloso por su gas, tenía unos gogles circulares, el quipo le decía que parecían ojos de insecto, de hormiga para ser específicos.

Se deslizaron por una cuerda que Clint lanzó, para pasar al edificio y robarlo.

***

Estaban bebiendo todos por el atraco, Clint tenía una taza de acero con alcohol y busco con la vista al castaño.

Si buscas a la hormiga debe de estar en su remolque.

Dijo la mujer de tenía una pitón al rededor de su cuello. No se veía igual de feliz que Clint pero ella tenía sus razones.

Alguien le puso el brazo en sus hombros.

¡Vamos! Clinton festeja, nuestro próximo robo será dentro de poco, ¡el circo crecerá!

El hombre fuerte hablo y todos levantaron sus vasos.

Si creo que ya tuve suficiente por hoy de bebida.

Se safo de su agarre y salió de la carpa en dirección al remolque, pero no del suyo.

Toco la puerta espero unos momentos, pero antes de que volviera a hacerlo, está fue abierta mostrando al chico con el pelo revuelto y sus distintivas gafas.

Oh hola, pensé que estabas dormido.

Lo estaba.

Oh bueno... Am por ¿Por qué no estás festejando con nosotros?

No me gusta festejar un robó.

Pero todo esto fue gracias a ti.

Fueron mis aparatos y creo que tú hicistes más cosas que yo. - se apoyo en el marco de la puerta - oye no es por criticar pero creo que desviadores un poco la segunda flecha.

¿Eso crees?

Asintió.

Bueno, creo que debería de conseguir gafas como las tuyas, sois lindo, ¡Las gafas! Son lindas.

Nuestro pequeño gran amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora